Quienes tuvieron la posibilidad de disfrutar partidos con hinchadas visitantes, todavía hoy sienten nostalgia. Es que los simpatizantes le daban a los encuentros el calor y color que ahora se perdió al sólo contar con los locales.
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Quienes tuvieron la posibilidad de disfrutar partidos con hinchadas visitantes, todavía hoy sienten nostalgia. Es que los simpatizantes le daban a los encuentros el calor y color que ahora se perdió al sólo contar con los locales.
Es verdad que la escalada de violencia llegó a un punto que fue necesario tomar una medida drástica y así dejar que la pelota siguiera rodando por el país.
Pero siempre los "barrabravas" fueron menos que los simpatizantes auténticos, pero se hizo imposible diferencia uno de otros. En fin.
Pasaron ya varios años y entonces ver público visitante, previo acuerdo entre dirigentes y policías, llama poderosamente la atención.
Ayer, en el estadio "23 de Agosto", Talleres de Remedios de Escalada no estuvo solo. Veintitrés hinchas recorrieron 1.700 kilómetros desde Buenos Aires hasta San Salvador de Jujuy para decir presente.
Se ubicaron en el codo visitante antes de las 16 y alentaron ruidosamente hasta que el gol de Quintana los "golpeó".
Una señorita también aprovechó el sol veraniego del norte para broncearse, subiéndose a lo más alto de la tribuna.
También lo más significativo fueron las banderas "albirrojas" identificatorias cada vez que juegan de local y una enorme con la cara de Diego Armando Maradona. Los muchachos se bancaron el calor y alentaron con todo. Obviamente sobre el final y más ante las pocas ideas del equipo de Christian Tula para buscar el empate, el silencio se adueñó de todo y minutos previos al cierre del encuentro, comenzaron a bajar sus queridos "trapos", con el dolor de la derrota y sabiendo el largo viaje de retorno que los esperaba, otros 1.700 kilómetros.
A la salida hubo algunas escaramuzas que no pasaron a mayores, pero no opacaron el esfuerzo físico y económico de esos 23 fanas que recorrieron medio país para ver en acción al equipo de sus amores.