El juez federal de Garantías N°1 de Salta, Julio Bavio, hizo lugar al requerimiento del fiscal general Eduardo Villalba y formalizó la investigación penal por el delito de trata de personas contra un remisero y otros tres hombres acusados de captar alumnas de un colegio secundario del sur de la ciudad capital para explotarlas sexualmente.
Los acusados quedaron imputados como coautores de "trata de personas con fines de captación, promoción, facilitación y explotación sexual, agravada por la vulnerabilidad, minoridad y cantidad de víctimas, la participación de más de tres personas y por haberse consumado la explotación. A instancia de la fiscalía, a los cuatro se les dictó la prisión preventiva.
En tanto, en el caso hay un quinto investigado que es un adolescente de 16 años quien quedó imputado de manera provisoria por el mismo delito, pero en carácter de partícipe secundario, y que continuará sometido a proceso con un régimen especial.
Según la hipótesis fiscal, el conductor cumplía un rol central en la captación de las adolescentes y en la organización de los encuentros sexuales, que se realizaban con los otros tres imputados principalmente en moteles ubicados sobre la ruta 26 o en la casa de uno de los explotadores. Por ahora, son tres las víctimas identificadas en la investigación.
El fiscal general Villalba sostuvo que se captaban niñas de una escuela para explotarlas sexualmente. Reconoció que hubo denuncias previas que "no fueron atendidas debidamente por los organismos del Estado", y que esa fue la razón por lo que esta organización "continuó actuando y causando daños irreversibles en niñas de 16 años".
Sobre los roles de los imputados, resaltó que el remisero se valía de la confianza que le tenían los padres en el traslado de sus hijas para captar "de manera perversa" a las adolescentes y luego ofrecerlas a los explotadores.
El fiscal indicó que las actuaciones preliminares permitieron tener por acreditado el delito, que comenzó con la captación de alumnas de cuarto año de dicho colegio, las que han tenido "encuentros" sexuales a cambio de sumas de dinero con los tres explotadores imputados, todo ello por "obra del remisero".
Sobre las denuncias
La primera denuncia del caso se radicó el 26 de junio del año pasado, cuando la mamá de una de las víctimas se mostró sorprendida por el celular de alta gama que tenía su hija y, al revisarlo, vio mensajes de índole sexual, entre ellos uno enviado por el remisero, a través del cual hacía alusión a su otra hija de 12 años.
La denuncia motivó la apertura de una causa penal. Sin embargo, tras analizar el contenido del teléfono secuestrado al remisero, el fuero ordinario pidió su incompetencia, bajo la hipótesis de un posible caso de trata de personas.
La investigación pasó al ámbito de la Fiscalía de Distrito del MPF a mediados de este año, tras una audiencia en la que se declaró la competencia federal.
Abuso de una niña
Villalba también imputó al remisero por el delito de abuso sexual, en perjuicio de una niña de 12 años que era hermana de una de sus víctimas de 16.
El representante del MPF explicó que el acusado manoseó a esa niña -a la que también intentó captar para su plan delictivo-, en una oportunidad en la que logró que subiera a su auto, un Volkswagen Voyage blanco.
En la audiencia de formalización, los representantes del MPF solicitaron como medida de coerción la prisión preventiva para los cuatro adultos imputados, pedido que fue avalado por el juez Bavio.
Al fundamentar, la fiscalía recordó que la escala penal prevista para este delito agravado es de 10 a 15 años de prisión y que se trata de un caso de “alta complejidad” en el que se ve vulnerada la “dignidad de los niños” y donde hay otras víctimas que por el momento aún no declano raron y peritajes pendientes.
El defensor público de Víctimas, Nicolás Escandar, respaldó la solicitud y remarcó el temor y la vulnerabilidad que atraviesan las víctimas.