Hace ocho años que lucha para ser escuchada por la Justicia jujeña. Su hija, que hoy tiene 23 años y padece una enfermedad cardiológica de nacimiento, fue víctima de abuso sexual de su tío en repetidas oportunidades. Así fue que Claudia Tolaba le contó a El Tribuno de Jujuy, en las inmediaciones del edificio principal de los Tribunales, su largo peregrinar para lograr ver tras las rejas a su cuñado, el único acusado.
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Hace ocho años que lucha para ser escuchada por la Justicia jujeña. Su hija, que hoy tiene 23 años y padece una enfermedad cardiológica de nacimiento, fue víctima de abuso sexual de su tío en repetidas oportunidades. Así fue que Claudia Tolaba le contó a El Tribuno de Jujuy, en las inmediaciones del edificio principal de los Tribunales, su largo peregrinar para lograr ver tras las rejas a su cuñado, el único acusado.
"Hacía calor y ella (la víctima) tenía mangas largas. Le digo subamos (al mismo tiempo que hizo el gesto de arremangar las mangas de la remera para poder dejar los brazos al descubierto) y ahí me percato que tenía todo cortado", comenzó su relato la entrevistada. "Cuando resulta que yo un día la veo a mi hija cortada en los brazos con 'gilet', las piernas con 'gilet'", conmocionada aún, recordó Tolaba la situación en la cual notó el daño a su propia integridad física realizado por su hija.
La progenitora indagó en las razones y lo que le escuchó decir a la joven fue aún peor. "Ahí ella me empezó a contar del abuso. Que no quería contarme porque ellos mismos (la hermana y el cuñado) le decían que si ella me lo contaba yo me iba presa", continuó la narración la madre de la víctima, quien al momento de ese diálogo, en 2017, tenía 15 años.
En consecuencia se encendieron todas las alarmas en la mujer, que de inmediato se dirigió a la Seccional 32° del barrio Malvinas de esta capital y realizó la primera denuncia contra su cuñado y único imputado en la causa. "Me contó desde qué tiempo fue ultrajada y abusada por su tío. Y que su tía, o sea mi hermana, la abogada Rosana de los Ángeles Tolaba, la dejaba con él porque ella se iba a Tucumán, acá (señala el edificio del Poder Judicial) a trabajar", se explayó la denunciante.
La causa
Con el tiempo la Justicia jujeña abrió un expediente caratulado "Luccioni, Sergio Ernesto P.S.A. abuso sexual gravemente ultrajante". El mismo data de 2019, al cual este medio pudo acceder, y en el que al hombre se lo imputó de hechos "acaecidos entre los años 2007 y 2017 en circunstancias en que la menor víctima vivía junto a su abuela" en el barrio San Pedrito de la capital jujeña. Más adelante, el mismo texto especifica que "Luccioni, tío de la menor quien vive en el mismo predio pero en otra construcción" y continúa con los detalles de los aberrantes sucesos en perjuicio de la pequeña, quien hoy en día tiene 23 años.
La historia llegó a este diario luego de conocer que la denunciante se encontraba en inmediaciones del ingreso al edificio principal del Poder Judicial. Allí, resguardada del sol del mediodía de ayer estaba la entrevistada, con un micrófono en una mano y un parlante, para relatar la situación de su hija y el pedido de justicia desde hace 8 años.
Distancia
Para poder entender la historia es necesario retrotraerse a los años en los que Tolaba vivía en la Patagonia. Situación a la que tuvo que apelar porque su hija nació con problemas cardíacos en el 2002. "Cuando estaba trabajando en el Sur, yo la tuve que dejar con mi mamá. Ella (por la víctima) recibía medicamentos y yo tenía que trabajar para sus otras operaciones. Ahí fue cuando me la ultrajaron", narró.
La mujer había conseguido trabajo en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia, con la esperanza de poder juntar el dinero necesario para costear los tratamientos médicos de su pequeña, en ese entonces.
Mientras, la víctima quedó al resguardo de su abuela, madre de la entrevistada, domiciliada en el barrio capitalino de San Pedrito. En el mismo terreno, se encontraba la casa en la cual vivían los tíos de la víctima, incluido el imputado.
Audiencia del juicio, suspendida
Con respecto a lo específico de la causa por la cual se encuentra imputado Sergio Luccioni, Claudia Tolaba recordó que “en el 2019 fui de nuevo a denunciar y me dijeron que todavía no se podía hacer nada, que tenían que investigar en la Fiscalía”. Además, “después de un año, en 2020, hicieron la Cámara Gesell. Después de otro año, en 2021, le hicieron las pericias psicológicas que duraron cinco días. Luego hicieron las ginecológicas”.
Tras todos estos trámites ante la Justicia jujeña, la progenitora de la víctima continúa esperando. “Así pasaron muchos años hasta que el año pasado fuimos a exponer esta situación. Pero en vez de ampliar el expediente, revictimizan de nuevo a mi hija y la fiscal Curten Haquim con el doctor Lozano, me dicen ‘tenemos que hacer otro expediente mamá’”.
Hace dos meses se iba a llevar adelante la primera audiencia del juicio. “Pensábamos que tantos años pasaron y ya este calvario se iba a terminar. Lo suspendieron a las 23 del día anterior. A las 8 teníamos que presentarnos”, recordó con bronca la madre de la víctima, quien sola realizó siempre los trámites pertinentes. No obstante todo lo relatado hasta acá, la esperanza de alcanzar justicia sigue en pie, teniendo en cuenta el grave problema de salud que afronta la víctima, quien hoy tiene 23 años. “Está en las últimas instancias de su salud, ya en cualquier momento la puedo perder. La fuerza que tiene para vivir hoy, es para escuchar la sentencia de ese hombre, nada más. Quiero que termine la vida de mi hija como debe ser, recibiendo la justicia que ocho años le negaron”, concluyó.