¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

25 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Los años no vienen solos

Lunes, 05 de mayo de 2025 01:04

¿Saben cómo me doy cuenta de los efectos de los años acumulados? Bueno, claro, aparte de la imagen que nos devuelve el espejo. Porque uno se va enlenteciendo. ¿Coinciden conmigo? O sea, por más entrenado que uno esté, a medida que cumplimos más años, uno siente que el cuerpo no reacciona con la rapidez que quisiéramos o de la manera que quisiéramos. Los golpes duelen por más tiempo, los huesos tardan más en recomponerse tras un partido de tenis, una patada o un bochazo y, si salimos una noche, a la mañana siguiente, que no nos pidan un cabeceo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

¿Saben cómo me doy cuenta de los efectos de los años acumulados? Bueno, claro, aparte de la imagen que nos devuelve el espejo. Porque uno se va enlenteciendo. ¿Coinciden conmigo? O sea, por más entrenado que uno esté, a medida que cumplimos más años, uno siente que el cuerpo no reacciona con la rapidez que quisiéramos o de la manera que quisiéramos. Los golpes duelen por más tiempo, los huesos tardan más en recomponerse tras un partido de tenis, una patada o un bochazo y, si salimos una noche, a la mañana siguiente, que no nos pidan un cabeceo.

Por supuesto que habrá gente que llega mejor preparada a los cincuenta, con más y mejores herramientas que quien escribe estas líneas. Tal vez pensarán que me falta entrenamiento o que debería tomar tal o cual vitamina. Pero creo que no me equivoco al pensar que a la mayoría de los lectores le pasa lo mismo que a mí. Es que, como decían los abuelos, los años no vienen solos.

Es curioso, pero siento que este paulatino envejecimiento, aunque tenga muy mala prensa, nos beneficia en muchos sentidos. Nos volvemos más cuidadosos, procuramos no beber de más, descansar mejor. Nos damos cuenta de que hay que cuidar al cuerpecito que no aguanta fiesta loca un jueves por la noche porque al otro día tenemos que trabajar. ¿Se acuerdan cuando hacíamos eso y no teníamos consecuencias? Bueno, amigos cincuentones y más, ya no podemos. Ahora elegimos nuestras batallas, decimos: fiesta el viernes, descanso el sábado, el domingo asado tranqui al mediodía y a dormir temprano que el lunes trabajo. Eso decimos, y está bien que así sea, porque nos sentimos mejor, dosificamos la energía y transitamos mejor la semana.

Con los años, nos volvemos más precavidos en lo que hacemos, lo que pensamos. El tiempo se convierte en nuestro mayor tesoro, por eso elegimos muy bien con quien pasarlo, en quien lo invertimos. Con los años aprendimos a valorar la compañía que enriquece, que construye, la que nos suma algo, una charla, una idea, un pensamiento, un aprendizaje. Nos volvimos expertos en identificar el boludeo y salir corriendo para otro lado. Preferimos un buen libro, una serie o escuchar música, solos, a estar con gente que nos tira para abajo o nos llena de energía negativa. Y todo esto lo vamos aprendiendo a medida que crecemos.

Ahora, ¿no les parece que hay un ataque constante contra el hecho inevitable de envejecer? Presten atención a las redes, las publicidades, las nuevas modas de belleza. Continuamente nos están ofreciendo tratamientos de todo tipo, para todos los bolsillos y todas las edades. Me aterra ver que nenas de diez años empiezan con rutinas de skin care, ¡cuando todavía no lo necesitan! Por favor, ¡frenemos esto!

Por supuesto que todos queremos vernos bien, extender la juventud ha sido una obsesión del ser humano desde hace siglos, pero, malas noticias, nadie lo ha logrado. ¡Espabílate! Nadie lo logrará. Claro que tenemos que cuidar nuestro cuerpo, alimentarnos bien, usar cremas, descansar las horas necesarias, etcétera. ¡Pero sin enloquecernos! Nuestra piel, nuestro pelo, nuestros huesos, están cambiando, hace años que nos sostienen, es normal perder tersidad (¿se dice así?). El desafío es aceptar esos cambios, no sucumbir ante la tortuosa moda anti envejecimiento y disfrutar de las bondades que obtenemos con el pasar de los años y así vamos a envejecer bonito.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD