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Día de la Antártida Argentina, al izarse la Bandera en 1904

Martes, 25 de febrero de 2025 01:01

Por Orlando r. Interlandi

El 22 de febrero de 1904, Argentina sienta un precedente en la historia de la Antártida, al ocupar el Observatorio Meteorológico y Magnético en las islas Orcadas del Sur, dando inicio a la ocupación permanente en forma ininterrumpida, instalando además la primer y única Oficina de Correos oficial y fecha en que se izó la bandera argentina y se tomó esta, para celebrar el día de la Antártida en nuestro país.

Hugo Alberto Acuña integró con solo 18 años la primera expedición argentina a las islas Orcadas. Como empleado del Ministerio de Agricultura de la Nación su función era de colaborar en meteorología y como enviado del Correo Argentino habilitó la primera estafeta postal, inaugurando el Correo Antártico. El 22 de febrero de 1904 fue el primer argentino en izar la bandera argentina en la Antártida, en la isla Laurie en las Orcadas.

Otro hecho importante a considerar es que finalizando 1904, un grupo de comerciantes crea la Compañía Argentina de Pesca SA, instalando también una Oficina Meteorológica nacional en el Puerto de Grytviken, en las islas San Pedro o Georgias del Sur.

Desde 1904 Argentina asume la responsabilidad de los relevos y abastecimiento de las Bases, el señalamiento, balizamiento y el levantamiento hidrográfico en cada campaña antártica.

No olvidemos que desde 1904 ya contábamos con el Observatorio Meteorológico y Magnético en la Base Orcadas que hasta 1946 dependió de la Oficina de Meteorológica Argentina, del Ministerio de Agricultura.

Desde ese día la base ha estado ocupada por Argentina en forma ininterrumpida, en operación permanente hasta nuestros días. Por este hecho, se instituyó el 22 de febrero, como el Día de la Antártida Argentina.

En una desgastada libreta de tapas negras, con caligrafía prolija, casi elegante, Hugo Acuña, describe: "A pesar del frío, vestimos traje de paseo, como en Buenos Aires, hay 5º bajo cero, la bandera asciende en el modesto mástil y comienza a flamear, ya tenemos listo el pabellón azul y blanco, ya estamos en nuestra propia casa".

Permanecieron un año en Orcadas hasta que llegó el relevo con la Corbeta ARA "Uruguay", el 1 de enero de 1905.

El presidente Julio A Roca compra a Williams Bruce las instalaciones que construyeron en la isla Laurie el 2 de enero de 1904. W Bruce, jefe de la expedición escocesa al mando del bergantín Scotia, se comprometió en realizar el viaje hasta las Orcadas y dejar la expedición argentina, compuesta por un alemán, Roberto Mossman, jefe de la comisión; Edgard Szmula de la Oficina Meteorológica; el uruguayo Luciano Valette, zoólogo y un tripulante del "Scotia" el señor William Smith que ofició de cocinero. Luego continuó viaje a Escocia.

El 25 de mayo de 1904 Acuña vuelve a protagonizar otro hecho histórico. "El himno resuena en una mandolina que también tocará la marcha de Ituzaingó. Es la primera vez que se conmemora la fecha patria del 25 de Mayo debajo de los 60º de latitud S".

La lectura de las libretas -que hace más de 20 años mostrara su hija Zulema Acuña de Castro- desprende anécdotas, vivencias y apasionantes descripciones del paisaje antártico.

"A nuestro alrededor se extiende un panorama maravilloso, imposible de describir. Sólo dos colores se distinguen: el azul del cielo, el blanco de la nieve. Un poco afuera de la bahía y en medio del hielo, vemos una gran mancha oscura. Es el agua del mar, que parece hervir; de su superficie se escapan densas columnas de vapor que se elevan en formas caprichosas".

También describe cómo era la base: "Nuestra cabaña tiene dos ventanas pequeñas. Su moblaje es una biblioteca, una cómoda, una mesa, cuatro bancos y cinco coys" Tenía 14 m² paredes de piedra aislada con papel y techo de lona.

Aquel jovencito que se hizo hombre de golpe en el confín antártico, fue también un paciente filatelista y recordado en 1975 con un sello postal conmemorativo junto a los pioneros australes José María Sobral, Luis Piedrabuena, Carlos M Moyano y Francisco Pascacio Moreno.

Ya jubilado y radicado en el barrio de Florida, partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires, Hugo Alberto Acuña fallece de un infarto el 13 de mayo de 1953. Sus cenizas fueron trasladadas a la ciudad de Bahía Blanca, donde descansan en el cementerio local.

Entre otros detalles hago mención al Tratado Antártico que se firma en 1959 y entra en vigor el 23 de junio de 1961 y el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, firmado en Madrid el 4 de octubre de 1991 y entró en vigor en 1998, designa a la Antártida como una "reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia". La Secretaría del Tratado Antártico se encuentra en calle Maipú 757 Piso 4º (C1006ACI) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Desde su firma en 1959, el Tratado Antártico había funcionado sin ninguna institución administrativa permanente. Tras acordar la necesidad de establecer una secretaría permanente y después de varios años de debate sobre posibles ubicaciones para sus oficinas, en la XXIV RCTA (San Petersburgo, 2001) las Partes llegaron a un consenso para establecer la Secretaría en la ciudad capital de la Argentina.

El 1 de septiembre de 2004, la Secretaría del Tratado Antártico comenzó a funcionar formalmente en Buenos Aires. Desde esa fecha, la Secretaría ha trabajado continuamente para fortalecer el sistema del Tratado Antártico y para garantizar que todas las actividades que se realicen en la Antártida sean coherentes con los propósitos y principios del Tratado Antártico y su Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente.

La Secretaría y la labor que lleva a cabo están financiadas por las partes consultivas. El presupuesto se aprueba cada año durante la RCTA mientras que su gestión está sujeta al Reglamento Financiero. A pesar de que las actividades y tareas se han incrementado, su presupuesto se ha mantenido casi constante desde 2011, lo que ha permitido un aumento nominal nulo de las contribuciones de las partes desde 2014. Del mismo modo, desde 2006/2007, el personal que trabaja en la Secretaría solo se ha incrementado en un integrante del número existente en 2015/2016.

Por último, quiero transmitir que los argentinos seguiremos considerando que ese sector de nuestra patria es nuestro, mientras haya un trozo de hielo, un argentino bien nacido pisando las gélidas tierras antárticas y el amor por nuestro territorio permanezca intacto.

Que Dios y la Virgen de las Nieves y Hielos Antárticos proteja a los invernantes.

 

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