Por MÓNICA JARA, Directora Hogar del Sol, Portadores de Cristo
inicia sesión o regístrate.
Por MÓNICA JARA, Directora Hogar del Sol, Portadores de Cristo
Adoptar no es una emoción, es una decisión. La emoción es pasajera, pero una decisión es para toda la vida. Amar sin condiciones es una decisión.
"Te determinarás una cosa y esa harás. . . ".
Cuando hablamos de adopción, especialmente de los "invisibles", tal vez lo primero que viene a nuestra mente es un bebé. Un bebé te cambia la vida, pero ¿qué pasa si se trata de una niña o un niño de 4, 8,12 o16 años?¿O un grupo de hermanitos de 3, 7 y 8 años, o de 5, 8, 10, 13,15 y17 años? Aquí es donde empiezan a surgir los "peros". . .
Pero son muy grandes.
Es difícil criar adolescentes.
¿Cómo haces para cambiarles?
Muchos no saben que estos niños, que ya no son bebés y que se han convertido en adolescentes, llevan esperando una familia por 4, 6 o incluso 10 años. En lugares como el Hogar del Sol, algunos han estado esperando hasta 16 años para ser elegidos. Cuando se van los más pequeños, nos sentimos felices, pero cuando un adolescente es adoptado, decimos que es un milagro.
¿Y qué hay de aquellos que quedan, pensando: "Otra vez no fui elegido. . . otra vez el rechazo. . .?". Cuando hablamos de adopción de los invisibles, también se dice que los niños en procesos de adaptabilidad eligen a sus padres. Para algunos futuros padres adoptivos, pensar en adopción es imaginar la realización de sus vidas, llenar su hogar de risas y sueños, completar los vacíos de sus vidas, lo cual no está mal.
Pero cuando todas esas emociones y anhelos se concretan o no. . . es cuando lo invisible se hace visible.
Al elegir adoptar a un niño, niña o grupo de hermanos, estamos hablando de niños heridos, enojados, abusados y violentados por quienes debieron protegerlos. Son niños que no saben lo que es vivir en una familia sana. Muchos tienen problemas de salud física y mental y tal vez ni siquiera figuran en la familia que uno imaginaba o anhelaba tener, o no se consideran como una opción más en la lista de inscripción para postular a una futura adopción.
Adoptar a los invisibles es dar la milla extra; es cubrir una multitud de faltas con amor, abrazar y sanar, continuar un tratamiento médico y lidiar con enojos todos los días. Es decidir amar sin condiciones.
¿Sabían que durante el proceso de adopción muchos se arrepienten? Escuchamos frases como:"no era lo que esperaba", "este niño está fallado", "me di cuenta de que no era lo que quería. . . ".
Cuando hablamos de la adopción de los invisibles, hay familias adoptivas que lo lograron. Aquello que un día fue rechazado e invisible se hizo posible.
¿No es eso lo que una familia hace todos los días por sus propios hijos?¿Seríamos capaces de devolverlos al hospital porque no eran lo que habíamos soñado tener o parir?
Es una realidad dura, pero ¿qué no es difícil hoy en día? Todo esfuerzo tiene su recompensa.
Cuando hablamos de la adopción de los invisibles, hablamos de familias que siembran amor y sanidad sin cesar todos los días. Es volver a elegir a esa personita que Dios trajo a nuestras vidas con un propósito.
Ser padre o madre adoptiva es decidir, una y otra vez, amar sin condiciones. Y ese niño o niña es nuestro hijo o hija, sin importar lo que haya sido su pasado.
Cuando hablamos de adopción de los invisibles. . . adoptar no es una emoción, es una decisión. La emoción es pasajera, pero una decisión es para toda la vida.
Amar sin condiciones es una decisión. . . "Te determinarás una cosa y esa harás. . .".
La Fundación Luz de Vida agradece a Mónica Jara, directora Hogar del Sol por este tan valioso artículo. La Fundación trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería, contención familiar y grupos terapéuticos llamados "Grupos de luz". íContáctenos! J. Newbery 508 esquina Uriondo en San Salvador de Jujuy. Comuníquese al 388-4479595, o ingrese a nuestra página de Facebook e Instagram: Fundación Luz de Vida. íEstamos para ayudarles!