Con una marcha y un reclamo frente a Casa de Gobierno, se cumplieron este miércoles cinco años del femicidio de Iara Rueda, un caso que conmocionó a la provincia y marcó un "antes y un después" en la lucha contra la violencia de género en Jujuy. Bajo la consigna de memoria y justicia, sus padres, Mónica Cunchila y Juan Rueda, fundadores del grupo "Padres y Madres del Dolor", encabezaron las movilizaciones que incluyeron una concentración en Plaza Belgrano y una misa en homenaje a la joven palpaleña.
“Hoy es un día que duele más que otros. Se cumplen cinco años de que asesinaron a mi hija, pero aquí estoy, de pie”, expresó con firmeza Mónica Cunchila, quien transformó su dolor en una lucha incansable. En declaraciones a la prensa, recordó que el crimen de Iara, junto a otros femicidios ocurridos en 2020, provocaron una ola de indignación social que forzó a la Legislatura a tratar leyes de manera urgente. “La gente dijo basta, basta de femicidios, basta de violencia. Y ahí cambiaron nuestras vidas para siempre”, afirmó.
El caso Iara Rueda se convirtió en un expediente bisagra que derivó en la modificación de leyes y protocolos de búsqueda de personas en la provincia. Incluso, una de las normas lleva el nombre de la joven. “Fue un caso bisagra porque se levantó toda una provincia”, remarcó Cunchila.
A pesar de que el juicio por el crimen ya concluyó con tres condenas, la madre de Iara insiste en que la justicia no está completa. “Yo siempre voy a decir que acá hay más gente implicada. Somos la primera familia que ha denunciado a la cúpula policial de la provincia”, aseguró. Cunchila detalló que sigue de cerca la causa contra los efectivos, a la que define como “una causa que estaba dormida, escondida debajo de la alfombra”. Como parte querellante, asegura que no cesará en su pedido de audiencias y respuestas: “Pasaron cinco años y yo sigo peleando. Se lo juré a mi hija y así sigo”.
La jornada de memoria cerrará con una misa en honor a Iara, mientras que el grupo de familiares continúa exigiendo celeridad no solo por este caso, sino por todos los homicidios sin resolver en Jujuy, manteniendo viva la demanda de justicia que nació de la pérdida más dolorosa.