En el marco de la semana del medio ambiente, en San Pedro de Jujuy se continúan realizando desde el municipio tareas de prevención, sensibilización y concientización en relación al cuidado del ambiente, sin embargo los basurales a cielo abierto siguen siendo la mayor problemática en la Perla del ramal.
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En el marco de la semana del medio ambiente, en San Pedro de Jujuy se continúan realizando desde el municipio tareas de prevención, sensibilización y concientización en relación al cuidado del ambiente, sin embargo los basurales a cielo abierto siguen siendo la mayor problemática en la Perla del ramal.
En un breve recorrido de El Tribuno de Jujuy por la zona de la nueva ciudad, deja evidenciada la gravedad de esta situación. A orillas del parque lineal 2, en el sector conocido como barrio Cosentini, nos encontramos con decenas de microbasurales. Muchos de ellos generados por los propios vecinos y comerciantes de la zona, ensuciando y contaminando todo un hermoso espacio verde que rodea al parque lineal.
Las imágenes son elocuentes, no resisten ningún tipo de análisis, porque ya son moneda corriente en la mayoría de los barrios de la ciudad de San Pedro. Solo en un microbasural encontramos la basura que generó alguna familia del barrio, como también sillas, restos de muebles, comida, escombros, plástico, papeles del baño y muchas otras cosas.
Pero también subyacen otros problemas, por un lado cajones de pollo que seguramente arrojó algún comerciante de la zona o de otros barrios, que durante las noches eligen tirar la basura aquí amparados por la oscuridad. Por otra parte, ese microbasural también se convierte en la fuente de alimento para perros hambrientos que deambulan por las calles. En la imagen vemos una perra comiendo de la basura, en pésimo estado de nutrición y en periodo de lactancia. Un animal que sufre la falta de responsabilidad de los dueños a la hora de tener una mascota.
Además, estos espacios verdes al estar contaminados de basura, no pueden ser utilizados por los niños del barrio para jugar o practicar deportes, porque representan un peligro para el ambiente y para la salud de las personas.
Entonces a medida que pasa el tiempo los basurales crecen y el sector se vuelve un monumento a la mugre y la desidia de los vecinos.
Lamentablemente, aunque el recolector realice su recorrido sistemáticamente y el municipio haga campañas de concientización, siempre hubo y habrá personas poco solidarias y conscientes que prefieran burlar las ordenanzas vigentes y seguir contaminando el lugar donde viven.
Tarea para las autoridades locales que deberán seguir insistiendo con la sensibilización y aumentar los controles para sancionar con rigor a todos aquellos que arrojan basura en la vía pública y contaminan desaprensivamente nuestro ambiente. Insistiendo con estos temas podremos esperar, en el largo plazo, una respuesta positiva de la comunidad y un real compromiso con el cuidado de nuestro planeta.