Por Patricia Daniela Argañaraz, abogada
La principal preocupación de los jubilados actualmente es la pérdida del valor adquisitivo del beneficio que cobran, ya sea una jubilación o de una pensión. Y otra gran preocupación -especialmente este año- es poder acceder a algún tipo de beneficio previsional. En el contexto de las políticas de restricciones presupuestarias es necesario conocer todas las opciones tanto para acceder a los beneficios como para mejorar los montos de los beneficios de los jubilados y pensionados.
Hoy vamos a detenernos en el anuncio que realizó el Gobierno nacional la semana pasada sobre la voluntad de extender por un año del régimen de jubilación anticipada, que estaba vigente desde 2021 y cuya vigencia finalizó el martes 30 de septiembre. Este beneficio estaba destinado a personas a quienes les falta cinco años o menos de la edad mínima jubilatoria (60 años para las mujeres y 65 años para los hombres), que cuentan con al menos 30 años de aportes y se hallan desempleadas desde una fecha determinada.
Según trascendió, fuentes del Ministerio de Capital Humano informaron que la prórroga sería por un año, aunque aún no se difundieron aún los detalles sobre posibles cambios en los requisitos de acceso.
En el sistema que estuvo vigente hasta el pasado 30 de septiembre podían acceder al beneficio quienes no tenían empleo desde el 30 de junio de 2023.
El cobro de la prestación anticipada por desempleo es incompatible con cualquier otro ingreso similar, incluyendo planes sociales, pensiones no contributivas, jubilaciones o retiros civiles y militares de cualquier jurisdicción.
El monto de la prestación anticipada equivale al 80% del haber que corresponde a la persona según su trayectoria laboral. Al alcanzar la edad jubilatoria, se percibe el 100% del importe. Este trámite de conversión a una jubilación ordinaria es automática, es decir que Anses realiza el cambio del tipo de beneficio y actualiza el monto del haber sin necesidad de que el interesado realice ningún pedido adicional.
La prestación anticipada por desempleo soluciona el problema de muchas personas con más de 30 o incluso 40 años de aportes, quienes a pesar de haber cumplido con sus obligaciones laborales, quedan excluidas del empleo formal por su edad y se ven forzadas a subsistir en la informalidad. Esta cruda realidad se agrava en el escenario recesivo que atraviesa actualmente nuestro país, como así también por otros factores que resultan excluyendo a los adultos mayores del mercado laboral, tales como las exigencias de poseer dominio de tecnologías y programas especiales prácticamente para desempeñar cualquier tarea.
Es importante para todos los trabajadores de cualquier edad conocer sus derechos y planificar la jubilación, tanto para garantizar el acceso a los beneficios previsionales como para mejorar los montos de los mismos y lo que es más importante: para mejorar la calidad de vida de todos los adultos mayores y de los que inexorablemente en algún momento llegaremos a esa etapa de la vida. Para lograr esto, para estar muy bien informados y conocer todas las opciones que tenemos, desde esta columna vamos a ir explicando las alternativas para planificar la futura jubilación y para quienes ya están cobrando un beneficio, para que puedan mejorarlo.
(*) Especialista en Derecho Previsional, magister en Justicia Constitucional y Derechos Humanos. FB: Estudio Jurídico Argañaraz y Rossa - IG: abogadosenjujuy).