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5 de Octubre,  Jujuy, Argentina
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Corredor Bioceánico: aporte histórico y empresarial

Ofrecieron sus análisis frente a la misión de formar una plataforma de integración cultural, económica y turística.
Sabado, 04 de octubre de 2025 23:10
ERNESTO ALTEA

En la segunda jornada de concientización "El Corredor Bioceánico como oportunidad para el desarrollo local", especialistas aportaron que tanto el liderazgo empresarial como la mirada histórica constituyen piezas fundamentales para pensar un futuro de integración regional.

Las exposiciones del referente empresarial, Ernesto Altea y del presidente del Instituto Belgraniano de Jujuy, Joaquín Carrillo ofrecieron, desde distintas miradas, claves para entender el presente y avanzar de cara al futuro.

Es que Argentina junto a Chile, Brasil y Paraguay avanzan a paso firme en este proyecto con la mirada puesta en la integración y el desarrollo de la región, con acciones concretas para consolidar políticas públicas uniformes que impulsen el comercio y las potencialidades productivas del corredor.

La disertación de Ernesto Altea, titulada "Liderazgo empresarial", giró en torno a la necesidad de pensar al Corredor Bioceánico como una oportunidad de crecimiento para el turismo y las pequeñas y medianas empresas de servicios.

"Todo este encuentro está vinculado con el desarrollo de pymes de servicio al turismo y con el impacto previsible y aprovechable del Corredor Bioceánico. Mi visión no pretende ser una verdad inamovible, sino una perspectiva para compartir", señaló en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

PARTICIPACIÓN | JOAQUÍN CARRILLO Y ERNESTO ALTEA DURANTE LA JORNADA.

Altea remarcó que el liderazgo se construye a partir de productos concretos, con énfasis en la calidad de la atención y en precios razonables. "Creo que es fundamental entender el fenómeno Perú, qué cosas hacen ellos tan bien, cómo logran atraer y consolidar un turismo constante, un turismo que respeta la identidad, las tradiciones y la cultura local", dijo al proponer observar casos cercanos.

Jujuy, pionera

En esta línea, Altea subrayó que la provincia ya tiene antecedentes claros de liderazgo en materia de integración. "Jujuy hizo Jama cuando nadie creía que se podía hacer. Hicimos el paso junto con los chilenos de Calama, en un contexto en el que ponerse de acuerdo con las cancillerías era muy complejo. Ese es un hecho concreto de liderazgo", recordó.

A su vez, puso en valor que la Quebrada de Humahuaca siempre fue un corredor bioceánico natural: "Era un cruce entre pueblos de la Selva, los Valles y la Puna. Los pucarás funcionaban como aduanas en las bocas de las quebradas. De allí se subía a la cordillera y se bajaba hacia el Pacífico, en vinculación con San Pedro de Atacama y otras comunidades. Las pruebas son concretas: se hallan collares con conchillas de mar en tumbas de la región".

Sin embargo, el referente empresarial consideró que todavía hay aspectos por reforzar. "Nos falta infraestructura logística. En Brasil existen centros de logística espectaculares, con servicios completos para el transporte. En Argentina, salvo en algunos puntos del sur o en La Rioja, eso no existe, y es una diferencia clave si queremos competir", concluyó.

La historia como eje de unión en la ruta de la integración

JOAQUÍN CARRILLO

Durante la jornada de concientización, el presidente del Instituto Belgraniano de Jujuy, Joaquín Carrillo, disertó sobre “La historia como eje de vinculación en la ruta Bioceánica”. Su exposición se centró en cómo los pueblos de la región, desde tiempos prehispánicos, ya vivía su cotidianeidad a través de una red de intercambios culturales y comerciales que hoy encuentra continuidad en la obra del corredor.

“Las comunidades aborígenes utilizaban los ríos para navegar e intercambiar productos. Desde la Selva a la Puna circulaban maderas, plumas, mandioca o yerba mate, y desde los Valles y Quebradas se aportaban sales, cueros, cerámica o piedras volcánicas. Eso demuestra que siempre hubo un corredor entre el Atlántico y el Pacífico”, explicó. Destacó que la llegada de los jesuitas potenció esas conexiones mediante misiones y explotaciones mineras, que se mantuvieron hasta su expulsión. Más tarde, en tiempos coloniales y poscoloniales, continuaron los intercambios de ganados y cultivos. Consultado sobre el aporte de la historia a este proceso, Carrillo indicó: “Lo que aportamos es la mirada sobre las culturas, las tradiciones y lo que hace a cada región: comidas, alojamientos, paisajes, arqueología. Chile ofrece el desierto y el mar; Paraguay y Brasil la selva y sus cultivos; y en Jujuy tenemos un mosaico único de posibilidades.

Todo eso es parte del corredor”. En su análisis, también hizo referencia a momentos dolorosos y clave de la región, como la Guerra de la Triple Alianza. “El Paraguay era la nación más pujante de Sudamérica y fue destruida en beneficio de potencias extranjeras. Esa historia también forma parte de nuestra identidad y debe servirnos como aprendizaje para construir una integración cultural además de económica”.

El camino hacia el futuro

Tanto desde la mirada empresarial como desde la histórica, los especialistas coincidieron en que el corredor no puede pensarse solo como una vía de transporte, sino como una plataforma de integración económica, cultural y turística. “Creo que el mayor potencial está en la zona tropical, donde hay reservas de agua, cultura, arqueología y paisajes únicos. Todo eso va a potenciarse con los corredores bioceánicos”, aseguró Joaquín Carrillo, recordando también su experiencia ligada al turismo y a la promoción de circuitos culturales en Bolivia y la región.

Por su parte, Ernesto Altea remarcó que Jujuy tiene la experiencia, el liderazgo y la historia para encabezar este proceso, pero debe fortalecer su infraestructura. La conclusión que dejaron ambas ponencias dejan ver que el corredor no solo conectará océanos, sino que también puede conectar culturas, tradiciones y oportunidades de desarrollo, siempre que la región logre sumar esfuerzos en torno a una misma visión de futuro.

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