Una jornada marcada por la angustia y la emergencia se vivió este martes en el norte del departamento Ledesma, donde varios focos de incendios forestales afectaron el acceso norte a Caimancito y el camino previo al puente sobre el río San Francisco.
La magnitud del fuego obligó al municipio a bloquear los ingresos a la localidad por razones de seguridad, ante el avance incontrolable de las llamas y la densa humareda que reducía la visibilidad a cero.
Durante la noche, la Ruta Nacional 34 fue habilitada con precaución, aunque los focos continuaban activos en distintos sectores. Se recomienda circular con máxima prudencia y respetar las indicaciones del personal de seguridad vial y bomberos.
Según informó la Unidad Regional N°4 de la Policía de Jujuy, el alerta se recibió a las 15:40 horas, cuando el sargento primero Colque, de la Dirección General de Bomberos, notificó sobre un incendio en pastizales a la altura de la Ruta Nacional N°34, en inmediaciones de Caimancito.
De inmediato, una dotación del Cuartel de Bomberos UR4, a bordo del móvil J-7 y al mando del oficial inspector Brian Barrozo, se dirigió al lugar para verificar la situación y colaborar en las tareas de control. Al arribar, se encontraron con un incendio de gran magnitud, con frentes de fuego activos que afectaban plantaciones de caña de azúcar y vegetación seca, extendiéndose hacia ambos lados de la ruta. La visibilidad era prácticamente nula debido al humo espeso, por lo que Vialidad Nacional dispuso el corte total de la calzada.
En el operativo trabajaron intensamente brigadistas de Incendios Forestales provenientes de Palma Sola, Yuto, Palpalá y San Salvador de Jujuy, junto a 30 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, bajo la coordinación de Daniel Espinoza, responsable provincial del área.
El dispositivo operativo incluyó cuadrillas de Humahuaca, San Pedro, Yuto, Brigada Noreste y Brigada Centro, quienes ingresaron por el flanco derecho para atacar un foco secundario a la altura de un zanjón seco.
A pesar del enorme esfuerzo conjunto, las condiciones climáticas adversas, el viento intenso y la sequedad del terreno complicaron las tareas de control, generando profunda preocupación entre la población y las autoridades locales.