Gimnasia se frota las manos, pero al mismo tiempo sabe que la clasificación Reducido todavía no está asegurada. Se encuentra encaminada, pero falta aún. Obviamente, tal como lo adelantó El Tribuno de Jujuy, afrontaba ayer un partido clave y supo quedarse con la victoria para alegría del pueblo "albiceleste".
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Gimnasia se frota las manos, pero al mismo tiempo sabe que la clasificación Reducido todavía no está asegurada. Se encuentra encaminada, pero falta aún. Obviamente, tal como lo adelantó El Tribuno de Jujuy, afrontaba ayer un partido clave y supo quedarse con la victoria para alegría del pueblo "albiceleste".
El uno a cero sobre Ferro Carril Oeste en el estadio "23 de Agosto" quedó corto, atendiendo que debió golear, pero valió el hecho de trepar al tercer puesto de la Zona A en solitario. Arriba se ubican los San Martín de Tucumán y de San Juan, quienes ya tienen el pasaporte en el bolsillo. El calor se hizo sentir en el reducto del barrio Luján. Y algunas nubes trataron de tapar al sol, dentro del campo los esfuerzos debieron redoblarse, sobre todo por el lado del dueño de casa.
Es que el "lobo" salió decidido a ganar, dejando atrás la fallida actuación que había tenido en Mendoza una semana antes. Volvió a la esencia del tridente ofensivo Palavecino-Menéndez-Albertengo y contó con Hugo Soria impasable en la mitad de cancha. Precisamente fue el uruguayo quien sacó un zapatazo de 40 metros para abrir el marcador y el encuentro en sí.
El equipo visitante ya había muestras evidentes que con el empate estaba más que conforme, pero el golazo del volante central rompió cualquier planificación previa. No pasó demasiada en la primera etapa luego de aquel festejo y en el complemento, el "lobo" mostró su mejor versión, siendo superior a Ferro que recién en minuto 10 probó al arco con un tiro desviado de Rodríguez. Vía contragolpe se pudo ampliar el marcador, pero Monllor tuvo algunas felices intervenciones y la falta de puntería en los últimos metros hizo el resto. Juárez primero, Palavecino después, Molina más tarde y Lorenzo contra su propia valla, tras la presión del ingresado Córdoba, pudieron sellar la historia. No fue así, pero se trató de una victoria fundamental para posicionarse entre los tres mejores a cinco fechas del final del torneo.