Se fue Gabriel Guzmán y con él La comadre de Yuto, el entrañable personaje que le dio una popularidad enorme a este artista con todas las letras. La triste noticia de su fallecimiento generó ayer consternación en la provincia, sobre todo en el ambiente artístico. Oriundo de Yuto, fue un actor completo que demostró una gran ductilidad tanto en el drama como en la comedia, en el teatro, la televisión y el cine.
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Se fue Gabriel Guzmán y con él La comadre de Yuto, el entrañable personaje que le dio una popularidad enorme a este artista con todas las letras. La triste noticia de su fallecimiento generó ayer consternación en la provincia, sobre todo en el ambiente artístico. Oriundo de Yuto, fue un actor completo que demostró una gran ductilidad tanto en el drama como en la comedia, en el teatro, la televisión y el cine.
Gabriel Guzmán comenzó a hacer teatro en su Yuto natal cuando tenía 14 años, formando parte del grupo Dimensiones que dirigía Juan Pablo Sánchez. Con esta agrupación, en 1999, participó de la Fiesta Provincial del Teatro, trayendo a la capital la obra “Chingoil Compani”, que se llevó varias menciones. En 2006, cuando se radicó en San Salvador de Jujuy, se sumó a La Rosa Teatro, que dirige Germán Romano, y se quedó hasta el último día de su vida.
Trabajó en la película producida en Jujuy “Un ángel propio”, de Guillermo Cau Julia; e hizo cortos para Unicef. En la actualidad estaba a cargo de la coordinación de la sala teatral “Jorge Accame”. En una entrevista con nuestro diario en julio de 2022, habló de su vida y proyectos con nuestra compañera María Eugenia Montero. En aquel momento estaba muy feliz por su participación en la filmación de la serie “El Reino” (segunda temporada) de Netflix. Lo habían elegido para hacer el papel de un policía en el envío dirigido por Marcelo Piñeyro.
Sobre su experiencia en una producción internacional mencionó: “Están tan definidas las funciones que te llama la atención que uno te ponga la camisa, otro te recibe, otro te lleve, otro te maquille, hasta los accesorios te ponen ellos. Uno en el teatro está tan acostumbrado a hacer de todo, y en el cine está todo delimitado”. “Los directores de cine generalmente ya tienen una idea en la cabeza de lo que quieren, ni siquiera les importa que seas actor porque ellos te dirigen. El cine es frío, no como el teatro que vos tenés la gente ahí en vivo y le estás transmitiendo. Es muy frío eso de estar horas parado, esperando que llegue tu momento para hacer la toma, y repetirla. La experiencia es muy buena, porque la forma de trabajo es bastante interesante. Hay mucha gente para todo, y el trato es increíble, a la misma altura de los protagonistas. Vinieron dobles de Buenos Aires para escenas de riesgo nuestras”, recordó.
La comadre
La comadre de Yuto surgió del personaje que Gabriel Guzmán hacía en la obra “Al diablo el carnaval”, de La Rosa Teatro. Con “ella” estuvo en la televisión y en la radio, además de participar en shows. “Antes era el ‘loquito’ del pueblo que hacía teatro, y hoy soy el Gaby, el que hace la comadre de Yuto”, señaló en aquella entrevista. Y agregó: “Aunque no estaba allá, siempre llevé a Yuto en mi arte todo el tiempo”.