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En un reportaje con El Tribuno de Jujuy, el exembajador en Madrid sostuvo ayer que no le sorprendió la actitud del Presidente con el Gobierno español y criticó el acompañamiento de la UCR al Gobierno. Además, Ricardo Alfonsín señaló que el jefe de Estado "no solamente no pide disculpas, sino que sigue diciendo barbaridades en las redes sociales sobre la mujer" (del presidente Pedro Sánchez).
¿Cómo analiza este conflicto bilateral que se desató entre Argentina y España?
A mí no me sorprende. (Javier) Milei se maneja en la política nacional agraviando y descalificado con los adjetivos más duros, más irrespetuosos y agresivos hacia la oposición, así que no me llama la atención haga lo mismo en el orden internacional. Si me hubiesen preguntado antes de que fuese presidente, si Milei podía comportarse en España como lo ha hecho este domingo yo hubiera respondido que no me hubiese sorprendido eso. El discurso fue terrible: una ofensa tras otra, una ofensa tras otra. Los agravios no fueron sólo a España, fueron a la Unión Europea porque todo lo que Milei denomina satánico, asesino, criminal y maldito es lo que se hizo después de la Segunda Guerra Mundial en la Unión Europea con el llamado estado de bienestar, keinesianismo y consenso social demócrata. Esto ha afectado nuestra reputación. No solamente pone en riesgo nuestras relaciones económicas, comerciales y las inversiones, sino que también pone en riesgo nuestras relaciones políticas con los países de la Unión Europea.
Desde el Gobierno argentino afirman que el conflicto lo empezó España cuando el ministro de Transporte sugirió que Milei había consumido alguna "sustancia"...
¿Y qué se hace cuando ocurre eso? Se pide una explicación. Yo condené los dichos del funcionario español, dije que era inapropiado para un funcionario hacer una referencia de ese tipo por más que tengo diferencias abismales con Milei. ¿Cuál fue la reacción de Milei? Escribió una carta diciendo barbaridades de manera desproporcionada y desmesurada haciendo escalar mucho el conflicto, tanto que mereció una carta acusando recibo de España afirmando que había recibido una ofensa inmerecida. Y ahora fue a España e insistió diciendo las barbaridades que dijo que no solo agravian a los españoles sino a toda la Unión Europea. ¿Vieron las reacciones que se produjeron en España por este escándalo? Ahora, si les parece que lo que está bien en el mundo es andar diciendo barbaridades gigantes como las que Milei les dijo a España, Colombia, México o Brasil, eso da cuenta de que nos lleva a un desastre. Yo no me voy a poner a convencer a nadie de que eso no está bien.
El Gobierno de España exigió disculpas por parte de Milei pero el de Argentina dijo que no lo hará. ¿Qué opina usted?
Por lo menos debería dar alguna explicación. No solamente no pide disculpas, sino que sigue escalando por las redes sociales, sigue diciendo barbaridades sobre la mujer (del presidente Pedro Sánchez). La responsabilidad de un liderazgo como estos es de los partidos preexistentes en la política argentina. Por ejemplo, en la Unión Cívica Radical hubo dirigentes que proponían establecer una alianza entre el radicalismo y La Libertad Avanza. Nosotros (los radicales) no somos de derecha, pero mucho menos de ultra derecha. Encima, hay radicales que quieren darle al Presidente facultades delegadas. El Congreso le quiere dar capacidad para dictar leyes y reformar el Estado. ¿Le vamos a dar a un hombre que odia lo público y que dice que el Estado es una organización criminal facultades para que sin debatir haga reformas en el Estado o privatice sin discutir en el Parlamento? En qué cabeza cabe eso. Y lo sigue haciendo la UCR y así siguen expulsando gente del partido. Ojalá que se imponga Martín Lousteau que se propone revisar lo que hemos hecho desde 2015 a la fecha, que no fue bueno ni para el país ni parta el partido. La de Cambiemos o Juntos por el Cambio no fue una buena experiencia.
¿Cree que esta pirotecnia verbal entre el Gobierno argentino y el español puede afectar la llegada de inversiones o es algo estrictamente diplomático?
¿Usted cree que no? Fíjese la reacción de las organizaciones empresarias en España, no quieren quedar mal con su país. Se trata del segundo inversor en América Latina. No son sólo cuestiones políticas, los gobiernos a través de las embajadas tienen que lograr que los empresarios se interesen en el país y mostrarles que es un buen negocio invertir. Es más difícil aún cuando viene un expresidente, como lo hacía Mauricio Macri, y te dice que no inviertan en la Argentina. Con esta ofensa que le hemos hecho a España estamos dañando las posibilidades de contar con aliados políticos. España y varios países de la Unión Europea nos apoyaron en el Fondo Monetario Internacional, nos apoyaron en el Banco Mundial, nos apoyaron en el Banco Interamericano de Desarrollo, nos apoyaron en la Ocde y nos apoyaron en Naciones Unidas por ejemplo en el caso de Malvinas. Yo conseguí la firma de cuatro presidentes: Felipe González, José María Aznar, José Luis Zapatero y Mariano Rajoy apoyando a la Argentina en su reclamo sobre Malvinas. En la Unión Europea están por tomar algunas decisiones y debemos hacerles saber a los países que traten de corregir tales decisiones porque perjudican a América Latina. Si vos te llevas mal con ese país y lo ofendés, es un problema. Milei no entiende esto. Lo del Rigi es un escándalo y los libros de historia lo van a citar como un caso paradigmático de aprobación. Que se hagan cargo los radicales que votan esto. .
Ante las críticas, el Gobierno justificó el viaje de Milei a España por la reunión con los empresarios. ¿Considera que fue un viaje oficial o personal?
No lo sé, eso que lo determinen las instituciones que deban controlar y la Justicia. Lo que yo digo es que la política en serio debe manejarse con otro criterio en Argentina.
¿Por qué piensa hay tantos radicales que apoyan a Milei?
No puede ser que el radicalismo esté casi con miedo a cuestionar a Milei. Eso no es radicalismo y encima tenemos que tragarnos las críticas que dicen que los dirigentes han estado sometiendo a los radicales a la tensión moral de tener que acompañar a Milei.