El “éxodo” del veintitrés / se despertó entre velas / víspera con fogatas y teas / quemaban las sementeras //Al alba gris despedidas /de campanas plañideras /adiós Jujuy te decían /miles de pechos en guerra//Por caminos de “Las Piedras” /y del “río Juramento”/ Belgrano nos lleva presto /con su bandera de cielo//El viento norte nos corre / por un sendero de cardos / los corazones jujeños /aprisionados se van// Esperanzada la Patria / el sol brilla en Tucumán /con el azahar del naranjo / la pólvora no huele mal // De mañana muy al alba / el ruido no puede más / quiere salir de su cueva / para ponerse a temblar // El guardamonte se abre / suena potente en su lar / “el godo” cree que baja / un demonio en Tucumán // El “Campo de las Carreras” / se tiñe de un grito ¡AY! /en sangre de río abierto / ¡LA PATRIA ALUMBRANDO ESTÁ! .
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El “éxodo” del veintitrés / se despertó entre velas / víspera con fogatas y teas / quemaban las sementeras //Al alba gris despedidas /de campanas plañideras /adiós Jujuy te decían /miles de pechos en guerra//Por caminos de “Las Piedras” /y del “río Juramento”/ Belgrano nos lleva presto /con su bandera de cielo//El viento norte nos corre / por un sendero de cardos / los corazones jujeños /aprisionados se van// Esperanzada la Patria / el sol brilla en Tucumán /con el azahar del naranjo / la pólvora no huele mal // De mañana muy al alba / el ruido no puede más / quiere salir de su cueva / para ponerse a temblar // El guardamonte se abre / suena potente en su lar / “el godo” cree que baja / un demonio en Tucumán // El “Campo de las Carreras” / se tiñe de un grito ¡AY! /en sangre de río abierto / ¡LA PATRIA ALUMBRANDO ESTÁ! .
Ante el Bando terminante de Manuel Belgrano a su pueblo del 29 de julio de 1812, donde se dirige a los…” Pueblos de la Provincia…os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de Goyeneche se acercan a Suipacha, i lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre vosotros i que no pierden arbitrios para que nuestros derechos de Libertad, propiedad i seguridad sean ultrajados i volváis a la esclavitud.” En relación a los “desnaturalizados” mencionados por Belgrano se refiere a los realistas jujeños, que actuaron en defensa de los españoles invasores, antes y después del Éxodo Jujeño. Sobre el Bando y las expresiones del mismo, el historiador Miguel A. Vergara, en su “Compendio de la Historia de Jujuy comenta: “…viendo Belgrano inevitable la ocupación de Jujuy y Salta. Pensándolo todo y eufórico de patriotismo” …redacto el Bando mencionado… “ordenando el recurso de la tierra arrasada y la pena capital, sin juicio, ni proceso para quienes lo quebrantaran: según ese terrible documento nadie podía quedar en Jujuy en la retirada, ni gente, ni ganado, ni cosechas, ni efectos comerciales. Todo debía emigrar a Tucumán. No se puede negar que fue terrible, inmisericorde y hasta impío -como dijo Goyeneche-, impuso un miedo, para muchos invencible.” Creo que este investigador se excede al tratar al General y Dr. Manuel Belgrano, con las mismas palabras de su enemigo español, de “inmisericorde y hasta impío”, hay sobradas pruebas de sus actos, tanto en el orden civil como militar y religioso, que nos habla de su probidad, de su ejemplo en obras y palabras, impulsado por su profundo patriotismo, por su indiscutible creencia como católico y por su adelantado humanismo, demostrado en el triunfo de la Batalla de Salta, donde el mismo Vergara dice: “…sin duda, la más importante de la Guerra de la Independencia, conseguida en la República, muy luego en buena parte malograda por la caballerosidad del noble Belgrano y mala fe de los realistas”. ¿Qué tendríamos que decir por este último tramo del contradictorio Vergara? Yo me quedaría …” con la mala fe de los realistas” y digo esto porque la única opción real que tenía Belgrano contra sus prisioneros era mandarlos de vuelta a Alto Perú, ante el juramento sagrado que hicieron al deponer las armas contra el ejército patriota y no volver a instrumentarlas.
El pueblo jujeño, que no se equivocó, acompañó a Belgrano a la tremenda aventura de la guerra, a luchar por su libertad, por la nuestra y la de la posteridad, para que se afirme y se desarrolle esta patria que tenemos hoy. Fue un pueblo valiente, con una dignidad sin límites, con una entrega y sacrificio imponderable, muchos sabían que no volverían jamás. Por eso repetían esa sentida coplita: “adiós, Jujuicito adiós / te dejo y me voy llorando / la despedida es muy triste / la vuelta, quién sabe cuándo” Que tendríamos que decir los jujeños de nuestro Belgrano, si no abrazar a nuestra Bandera Azul y Blanca, amar a la Patria que nos legó, con tanto sacrificio y dolor hasta el último halito de vida cuando se despidió, pobre, enfermo y triste y dijo, mientras el joven país se desangraba en una lucha interna y anárquica: “Ay, Patria mía”.