Nadie es profeta en su propia tierra, dice el refrán. Nicolás Guzmán atraviesa un momento de madurez y estabilidad emocional, es que el volante jujeño de paso en Zapla, Talleres, Gimnasia y Tiro, Central Norte, entre otros clubes, se instaló con su familia en la localidad de Pellegrini, en el centro oeste de Santa Fe, donde defiende los colores de Americano como jugador y DT en la Liga Departamental San Martín.
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Nadie es profeta en su propia tierra, dice el refrán. Nicolás Guzmán atraviesa un momento de madurez y estabilidad emocional, es que el volante jujeño de paso en Zapla, Talleres, Gimnasia y Tiro, Central Norte, entre otros clubes, se instaló con su familia en la localidad de Pellegrini, en el centro oeste de Santa Fe, donde defiende los colores de Americano como jugador y DT en la Liga Departamental San Martín.
"Estoy en el Club Atlético Americano, en un pueblo muy chico, una ciudad que no debe tener 15 cuadras donde todos se conocen con todos. Estoy aquí por recomendación de Priseajniuc (Sergio), ya había estado Romay (Germán). La oferta económica era buena, pero la traba era mi trabajo por las mañanas en Jujuy, pude combinar y seguir en el ámbito administrativo. A los meses aquí me dan trabajo, siendo recibido me pusieron el año pasado como DT de la Quinta División", agregando que "la vida es muy tranquila y segura, hay bicicletas en las calles sin candado, los chicos se movilizan con normalidad y es hermoso como padres. El cambio fue buenísimo, mi familia ya está acostumbrada y conforme, lógicamente buscamos la mejor manera de terminar mi carrera, sé que son mis últimos años", empezó contando "Nico" a El Tribuno de Jujuy.
A su vez aclaró que "estar fuera de Jujuy no es algo que me incomode, siempre tuve la posibilidad, estuve dos años y medio en Central Norte donde pude llevar a mi familia y mi nena más grande, pero ahora se quedó en Jujuy y eso cuesta, ella cursa la secundaria. El fútbol siempre fue una prioridad y salir fue una opción donde sea con una mejor calidad de vida, oferta económica, respeto laboral y en base a eso me muevo. Aquí son tan respetuosos que se entrena a las 20 porque el jugador de fútbol trabaja aparte para llevar plata a su casa. Tengo un compañero ferretero, otro en una fábrica y otro reparte soda, estoy todo el día metido en el club y a la mañana estoy con la computadora trabajando. Mi señora lo tiene asumido, soy jugador ahora, dirijo las inferiores porque esto es una preparación para el futuro, además soy periodista deportivo recibido y cuando deje una cosa seguiré con la otra".
El surgido de Los Perales confesó que "hoy con 34 años estoy vigente y con ganas de seguir por lo menos un par de años más, aquí me tratan como un profesional y con ciertas prioridades. Mis compañeros confían y me hacen sentir importante en la cancha, entiendo que es una etapa de madurez. Las amistades que uno hizo en los años siempre sirven y las conservo, he ganado a mis compadres dentro del fútbol y fuera también" , concluyó.
Rápida adaptación
Guzmán también confesó que "vine a Americano sin que me conozcan, sólo por videos, es más pensaban que tenían 26 años y este año cumplo 35, fue rápida la adaptación, las canchas son muy buenas, el piso es una ventaja para mí a la hora del juego y marcar diferencias. Y es algo que en el Norte se tiene que mejorar. Yo me crié jugando en canchas malas pero está mal" finalizó.