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12 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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“Pensé que mi hijo ya se iba porque era mucho tiempo”

Una madre y sus dos hijos convivieron años con el cáncer, Lautaro desde los 10 años y Enzo a los 25. Siguen adelante juntos.
Miércoles, 20 de julio de 2022 01:01

La familia de Gabriela López está desde hace una década atravesada por el cáncer. Su hijo Lautaro Zacarías espera el alta en dos años de su leucemia, y al mayor Enzo le encontraron un tumor que lo llevó también a una cirugía y quimioterapia. Años al lado del pequeño vivió en el hospital Materno Infantil, del que agradece la atención y trato. Espera el alta de ambos.

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La familia de Gabriela López está desde hace una década atravesada por el cáncer. Su hijo Lautaro Zacarías espera el alta en dos años de su leucemia, y al mayor Enzo le encontraron un tumor que lo llevó también a una cirugía y quimioterapia. Años al lado del pequeño vivió en el hospital Materno Infantil, del que agradece la atención y trato. Espera el alta de ambos.

 

La familia lleva adelante desde hace nueve años tratamientos por cáncer. Gabriela López impulsa a sus hijos a cada paso.

 

"Lautarito se enfermó a los diez años, a esa edad se le diagnosticó esa maldita enfermedad", afirmó Gabriela Natividad López sobre el cáncer que signó su vida y la de toda su familia.

Recordó que por entonces el niño iba a la escuela Lavalle, "empezó con mucho decaimiento, de dormir y dormir, dolores musculares y moretones que se le hacían en la piel. En realidad eso no me fijé en el momento, me di cuenta cuando me dijo que le dolía la muela", recordó y lo llevó a un dentista que la hizo llamar.

Relató el impacto cuando el dentista le explicó que no era un dolor de muela sino que tenía movimiento en la mandíbula, advirtiéndole que no era normal y que lo lleve al hospital. Tras la consulta, le pidieron estudios y supo que era grave cuando lo destinaron a la "Sala fucsia" del hospital Materno Infantil: era leucemia. "La doctora Mayek me dijo que había que hacer un tratamiento, y no sabía si el niño iba a salir adelante o no, y que podía tener un retroceso", recordó.

Debía elegir el tratamiento en Jujuy o en Buenos Aires y eligió quedarse porque había vuelto de esa ciudad por problemas de violencia de género de modo de resguardarse ya que Gabriela es jujeña. "Empezamos el tratamiento un año, tuve que dejar todo, mi trabajo, porque tenía que estar con él, porque soy sola", dijo y detalló que solía trabajar en empresas de catering y con reemplazos en una clínica infantil.

GABRIELA LÓPEZ | JUNTO A SU HIJO LAUTARO, AHORA CON 19 AÑOS

Fue un año duro en el que su hijo hizo el tratamiento con solo 10 años y las dificultades no fueron pocas pero agradeció haber encontrado excelentes profesionales por su contención y buen trato. Le hicieron quimioterapia, y uno de los peores momentos fue cuando tuvo fiebre por casi dos semanas. "Pensé que mi hijo ya se iba porque era muchísimo tiempo. Y todas las cosas que uno ve, morían muchos chicos ahí, creo que no se lo deseo a nadie", dijo y recordó, "me moría de hambre, en esos tiempos no le daban la comida a las madres".

Recordó con pesar que cuando al fin comenzaron a salir por una semana, los choferes no paraban en el cordón y no podía pagar un remis ya que no tenía ingresos. Recurrió a Same para poder trasladarlo pero requerían notas, "no tenía tiempo para eso porque mi hijo estuvo entre la vida y la muerte", explicó.

"Fue mejorando, estaba contento cada vez que nos daban el permiso para salir", recordó y es que consideró que la internación no era fácil, además de tratarse convivir con el llanto de otros niños, el dolor. Destacó que afortunadamente tenía maestros domiciliarios y una catequista que lo ayudó mucho en lo espiritual ya que encontró un refugio.

Volvió a la escuela, y aunque volvía cansado le contemplaban en Educación física para no estar mucho en el sol. Hizo el secundario en el Comercial Nº 1 Casas y egresó el 2020 en pandemia, por lo que no tuvo los ritos tradicionales de Cena Blanca ni carrozas, y aunque le surgió el enojo comprendió que lo importante es que está bien.

Lautaro tiene 19 años actualmente y estudia. "Después de la enfermedad no es el mismo. A él le cuesta pero sigue con esfuerzo, Dios lo sigue iluminando", recordó su madre. Ahora va esporádicamente a control al Hospital Soria, y es que le faltan dos años para cumplir el alta.

Otro hijo con cáncer

Gabriela López tuvo que acompañar a otro se sus hijo con cáncer. Al mayor, de 25 años, Enzo quien fue diagnosticado con un tumor en un testículo, fue operado y tuvo quimioterapia. Lo acompañó a Buenos Aires para un estudio, lo impulsó cada día para que asista a su terapia. "Lo tenía que arrastrar para ir, y lo buscaba, lo llevaba caminando, ahí salía calmado, también pelado como hacen las quimio", relató. Actualmente ambos hermanos están en control.

López tiene 52 años y le pesa no conseguir trabajo pese a que es técnica en laboratorio pero continua llevando adelante su familia como empleada doméstica, y el mayor de sus hijos se independizó. Cuenta con pesar que en su momento, no hizo trámites para subsidios por la enfermedad de su hijo y cuando quiso gestionarlo era tarde, se siente desvalida respecto al Estado pero elige seguir adelante cada día pese a los efectos que le quedó del Covid.

“Sé que estoy bien y me siento bien”

Lautaro Zacarías vive su día a día con dos metas, completar la carrera de Administración de empresas que inició este año en el Instituto de Educación Superior Populorum Progressio, y desarrollar su afición como bombero voluntario, ya que se unió a un cuerpo de la ciudad de El Carmen. Recordó que terminar el colegio secundario en plena pandemia costó, pero ahora estudia Administración donde ya hizo amigos. Además juega básquet y entrena para formarse como bombero voluntario. “Ahora me siento bien”, afirmó y a la hora de recordar su niñez relató que tuvo muchas etapas reconociendo el papel de su madre que lo alentaba y acompañaba.

“Primero me sentí confundido porque no sabía cómo iba a pasar, después triste pero seguía adelante. Después cuando pasé a primer año, nuevamente triste, luego enojado, me pasaron un montón de emociones”, expresó Lautaro. Comentó que se unió a los Bomberos voluntarios porque le gusta ayudar y le sirve para enfrentar sus miedos que influyen en su vida. Su plan es lograr ser instructor de algunas materias de bomberos y seguir estudiando de modo de recibirse ya que su objetivo es montar un negocio. “Yo sé que estoy bien y me siento bien”, afirmó. La leucemia es el cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo, incluso la médula ósea y el sistema linfático. Existen muchos tipos de leucemia, algunas formas de leucemia son más frecuentes en niños.

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