Una familia comerciante de La Quiaca fue víctima de un violento asalto por parte de cuatro delincuentes que los maniataron y golpearon para llevarse un importante botín.
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Una familia comerciante de La Quiaca fue víctima de un violento asalto por parte de cuatro delincuentes que los maniataron y golpearon para llevarse un importante botín.
Los delincuentes ingresaron por un domicilio contiguo al comercio de la familia del barrio Norte de la ciudad fronteriza, en un hecho registrado durante la jornada de ayer.
Según el denunciante los malvivientes se llevaron un botín de 100 mil pesos, computadoras, celulares de alta gama, también intentaron sustraer un camión Hyundai, color Blanco, dominio LBS026, el cual dejaron abandonado a dos cuadras donde fue el robo.
Fuentes policiales informaron que, cuatro personas masculinas ingresaron al interior de una vivienda de calle Balcarce al 700 donde funciona un corralón. Para ello treparon por otra casa que da sobre pasaje Tucumán del citado sector barrial.
Todo sucedió durante la madrugada de ayer, los delincuentes redujeron al grupo familiar, ataron y los amordazaron, al tiempo que les exigían dinero y objetos de valor. Ante la negativa, con un arma blanca le produjeron lesiones al hombre, mientras revolvían toda la casa.
En ese ínterin una mujer, logró por sus medios desatarse salió hacia la calle para dirigirse has la unidad policial ubicada a tres cuadras.
De inmediato una comisión policial junto a la víctima se trasladó al domicilio de calle Balcarce. Posteriormente, se hizo presente personal de Criminalística, hubo un amplio operativo cerrojo en la ciudad para individualizar a los responsables, sin novedad hasta el cierre de esta edición.
Las actuaciones fueron remitidas a la Brigada de Investigaciones de La Quiaca, con la orientación del ayudante Fiscal Regional Luis Cavanna.
En esa zona comercial de la ciudad fronteriza, los casos son reiterados con robos a comercios y casas particulares.
El gran movimiento económico que genera la frontera debido al comercio, atrae a delincuentes del lado boliviano y también desde otras ciudades.
La inseguridad se volvió moneda corriente, desde celulares, motos, dinero, y todo lo de valor es robado por bandas.