Bangladesh, un país de 166 millones de habitantes y ubicado en el corazón de Asia, que limita con India, Nepal, Bután y Myammar, todos sitios lejanos en la geografía y en el pensamiento de los argentinos, es una nación teñida de celeste y blanco, que en este Mundial y desde México 1986 apoya a la Selección sin importar el resultado y la hora de los partidos. Muchos rumores e informaciones se vertieron en las últimas semanas sobre este país de bandera verde al fondo y un círculo rojo en el centro. Que aman a la Argentina por el odio al colonialismo inglés -estuvieron bajo su órbita hasta el 26 de marzo de 1971-, por el sufrimiento de las hambrunas fabricadas por los gobiernos ingleses (3 millones murieron durante la Segunda Guerra Mundial), por la venganza que vieron en los goles de Diego Armando Maradona, entre otras cosas.
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Bangladesh, un país de 166 millones de habitantes y ubicado en el corazón de Asia, que limita con India, Nepal, Bután y Myammar, todos sitios lejanos en la geografía y en el pensamiento de los argentinos, es una nación teñida de celeste y blanco, que en este Mundial y desde México 1986 apoya a la Selección sin importar el resultado y la hora de los partidos. Muchos rumores e informaciones se vertieron en las últimas semanas sobre este país de bandera verde al fondo y un círculo rojo en el centro. Que aman a la Argentina por el odio al colonialismo inglés -estuvieron bajo su órbita hasta el 26 de marzo de 1971-, por el sufrimiento de las hambrunas fabricadas por los gobiernos ingleses (3 millones murieron durante la Segunda Guerra Mundial), por la venganza que vieron en los goles de Diego Armando Maradona, entre otras cosas.
Todo esto, en realidad, queda de lado en las palabras del joven bangladesí Tamjidul Hoque, de apenas 22 años, que estudia Derecho y escribe en la revista juvenil de Chattagram y relató que el inicio del amor se inició en la década del '80. "Hay muchas teorías. Muchos afirman que apoyamos a la Argentina por Maradona o Messi o por cómo la Argentina venció a Inglaterra en 1986. Personalmente, creo que si quieres saber por qué tienes que mirar la historia de Bangladesh", contó.
El amor es por la pelota, como otros aman a Brasil y Neymar, por las gambetas de Diego y las de Lionel Messi -en el 2011 se jugó un amistoso contra Nigeria en Bangladesh y marcó-. No hay tanto misterio, ni ideología de por medio. El mismo amor por la pelota lo tienen por el tigre de bengala y el arroz y el pescado, su plato típico de un país con más de 700 ríos y numerosos canales que recorren su geografía.
"Maradona nos tocó el corazón y Messi ganó más corazones. En los años 80, Bangladesh todavía estaba en desarrollo y la televisión en color comenzó a ser más popular. En el Mundial 86 fue que los bangladesíes experimentaron la brillantez futbolística de la Argentina y nos enamoramos de inmediato", relató. La sorpresa de Tamjidul Hoque es la de muchos coterráneos, están felices por el presente de la "scaloneta" pero también porque se volvieron "visibles" en la Argentina. "Notaron que estamos ahí, ahora abrirán una embajada", valoró que lo concreten tras casi 45 años.
Las redes sociales, los medios y la conexión acortaron la distancia de 17.000 kilómetros que separan Buenos Aires de Daca, la capital de Bangladesh. La Selección jugará este domingo su sexta final de la historia, de las cuales ganó dos, y todo Bangladesh estará pendiente y expectante del resultado de Messi y compañía.