"Unos meses atrás parecía que volver a Jujuy era imposible", comienza diciendo el Eze López, en su charla con El Tribuno de Jujuy, "así que ahora venir para tocar en el recital de la Memoria, y antes en una cervecería con amigos, entre ellos el Viti Alba (su compañero en la exformación Inti Huayra), y tener esta noche mi espacio en el Teatro El Pasillo, es emocionante", dice sobre todo teniendo en cuenta que por la pandemia y la cuarentena, hace un año y medio que no toca en Jujuy.
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"Unos meses atrás parecía que volver a Jujuy era imposible", comienza diciendo el Eze López, en su charla con El Tribuno de Jujuy, "así que ahora venir para tocar en el recital de la Memoria, y antes en una cervecería con amigos, entre ellos el Viti Alba (su compañero en la exformación Inti Huayra), y tener esta noche mi espacio en el Teatro El Pasillo, es emocionante", dice sobre todo teniendo en cuenta que por la pandemia y la cuarentena, hace un año y medio que no toca en Jujuy.
Esta noche se presentará desde las 21.30 en el Teatro El Pasillo (José de la Iglesia 1190), para mostrar a su gente todo lo que viene haciendo en los últimos tiempos. Aún en pandemia, y ensayando por Wathsapp como él dice, logró terminar el último de la trilogía que se había propuesto hace unos años y que tituló "Semillas de Barrio". Este último se titula "Esencia", y está fresquito, fresquito.
Hoy lo acompañarán, Sebastián Cañari en acordeón, Wara Ávila con su danza, y el raper Martín Puch.
Dice que para él es muy especial tocar en Jujuy "porque acá está la gente que me ha visto crecer, y de repente se sorprende de la persona que soy o que elijo ser. Yo me entreno musicalmente mucho más para venir a Jujuy, que para tocar en otros lugares", dice casi al borde de la emoción, porque está en su esecia reconocerse en su barrio, es sus amigos del barrio, en su familia, y en su tierra. Recordemos que desde hace muchos años está radicado en Alta Gracia, Córdoba.
Con todo, Eze López es de los artistas que como tierra fértil se abre a los aprendizajes, se nutre de todo lo que está a su alcance y a todo le encuentra la materia para crear. Dice que vino a este mundo con la misión de hacer arte, y lo hace.
Es cultor y ejecutante de los cambios de este mundo, los que vienen con la evolución y el entendimiento de una sociedad más sana y más justa, y entonces, lo canta y lo practica.
Sigue hablando de su experiencia cada vez que llega a Jujuy para cantar: "Yo creo que reciben con mucha frescura y amor, lo que vengo a dar pero la exigencia es mía. Yo me fui hace tantos años y el jujeño es el campeón de la nostalgia, vivo "nostalgiando" a Jujuy, y cuando estoy acá es el momento de poner todos estos sentimientos en juego", asegura.
Pero también explica que en Alta Gracia, encontró su otro lugar en el mundo, porque "en su momento cuando yo me fui no era el Jujuy que es ahora, no había posibilidades de estudio ni artísticas. Todo cambió, pero yo ya en Córdoba me terminé de criar y tengo mi lugar. Soy Eze López en Alta Gracia, saludo a la gente, me fían, he construido un personaje que me gusta ser, tengo mi casa y vivo de la música", resume.
La cuarentena
Cuenta que el aislamiento y la cuarentena por Covid -19 hizo que compusiera muchísimo, y risueñamente sugiere "me vendrían bien dos meses de cuarentena por año para ponerme al día".
Y es que el tiempo de encierro lo supo canalizar para un lado positivo. "Estudié mucho guitarra y canto", cuenta, "terminé un montón de canciones que siempre están ahí, aproveché ese tiempo que me da el no salir a gestionar, que si bien es algo que me gusta hacer porque prefiero vender mi arte yo mismo, sin rifarlo, pero sin dudas quita algo de tiempo a la creación", asegura. Y claramente esa es la esencia del artista indpendiente.
En cuarentena también se dedicó a hacer tutoriales por Youtube para enseñar a hacer huertas, que es su otra vocación y oficio; y tomó el desafío de hacer la música para un cortometraje documental, "La Ire", que cuenta la historia de una joven con discapacidad, con la dirección de Verónica González Bonet.
"Fue un gran aprendizaje", asegura el músico.
"Algo que hice "a full" en este 2020, fue rapear y escuchar mucho rap, juntarme con los pibes del barrio para "freestylear" (hacer freestyle, improvisación) con ellos, y a uno de ellos le pagué unas clases para aprender a hacer beatbox", contó.
"Freestylear es como hacer un solo de guitarra perro con la voz. Sucede ahí improvisando y en un solo momento", dice fascinado con este descubrimiento que ahora también suma a sus presentaciones.
El disco
Antes de que empiece la cuarentena, Eze, había ganado un premio del Inamu (Instituto Nacional de la Música) para terminar su disco, así que compuso las canciones, se las mandaba a sus músicos por Wathsapp, ellos se las devolvían con los arreglos, y así se fue terminando el trabajo.
"Cuando pudimos juntarnos, ensayamos dos días y nos metimos al estudio a grabar rápido", dice.
Esta noche se escuchará no sólo este disco, sino los dos anteriores de esta trilogía "Semillas de mi barrio" y lo nuevo.