¿Cómo se trabaja el adiestramiento canino para la búsqueda de personas u objetos?
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¿Cómo se trabaja el adiestramiento canino para la búsqueda de personas u objetos?
En principio tengo una escuela donde trabajo con los perros, más allá de que también soy empleado policial y trabajo en la división de toxicomanía pero dependiendo de la unidad de canes. Siempre me llamó mucho la atención la búsqueda de personas desaparecidas y es ahí donde trato de fortalecer mi experiencia, y es donde pude determinar esta nueva funcionalidad que es muy nueva ya que yo trabajo mucho con la mente del perro, empiezo a trabajar muy profundamente con la capacidad y la determinación del pensar del perro, más allá del olfato. Eso me permite encontrar personas desaparecidas después de cierto tiempo que pueden ser meses o años.
¿Cómo se elige a un perro para este tipo de actividad y cómo se lo entrena?
Muchos creen que para este tipo de actividad se necesitan perros de raza y si bien es cierto que tiene mucho que ver la genética del animal, particularmente yo tengo muy en cuenta la capacidad olfatoria del perro, eso no quita que un perro mestizo tenga la suficiente capacidad olfatoria, generalmente no soy de comprar perros para búsqueda, sino que he tenido perros de muy buena genética y siempre me quedo con alguna cría y trato de tener hijos o nietos de esos perros. Y el entrenamiento empieza de muy cachorros, yo trabajo con estimulación temprana haciendo que el olor de determinado objeto se concentre en la mente del perro, en el cerebro, entonces desde muy chiquito, cuando tienen entre 45 y 50 días, empiezo a trabajar con un estímulo en las células cerebrales.
Si estamos trabajando narcóticos, explosivos, o búsqueda de personas, hago que ese olor quede impregnado en una gasa y hago que el perro empiece a incorporar en su actividad cerebral ese olor. El perro almacena ese olor y lo guarda en un banco de olor que está en su cerebro. De esta forma el perro se habitúa a esta toma de olor entonces después empezamos a jugar con diferentes olores, a darle el olor en un frasco esterilizado y cuando él identifica el olor en diferentes medios ambientes, el perro hace una marcación, él lo toma como un juego y eso hace que sea mucho más fácil y que el perro no esté condicionado, de modo que cuando el perro sale a trabajar él lo toma como que está cazando, al encontrar ese olor va a recibir un premio. Paralelamente yo trabajo mucho en ellos su sociabilidad con otros animales, con seres humanos, y sobre todo que genere un vínculo hacia mi persona.
¿Cuándo un perro está listo para poder intervenir en un operativo y de qué depende?
Si bien empezamos a trabajar cuando son muy chiquitos, siempre hay que esperar que el perro tenga su desarrollo, su equilibrio emocional, eso es aproximadamente a partir del año, pero para que un perro esté operativo tiene que tener unos dos años, de modo que el entrenamiento demanda mucho trabajo. Todos los días tenemos que trabajar porque uno no sabe cuándo va a ser requerido, es como un atleta que tiene que seguir entrenando para que no se pierda esa capacidad olfativa.
¿Cuántos perros tiene actualmente operativos y qué tipo de trabajos realizan?
Si bien trabajo para la policía y ahí tenemos perros, además tengo el privilegio de tener mis propios perros y trabajar como perito de parte. En este momento tengo 9 perros que hacen diferentes trabajos: explosivos, narcóticos y búsqueda de personas, algunos son mestizos y otros que son de raza como Ovejero Alemán, Sabueso kiflo hound y Malinois, que son perros que por su capacidad están entre los de más alto rendimiento, lo que no quiere decir que no se puedan usar perros mestizos ya que tiene la misma capacidad olfatoria, lo que importa es la técnica, el vínculo y la emoción en el perro. Dependiendo la circunstancia que se trate, trabajo con determinado perro, pero en caso de búsqueda de persona casi siempre trabajo con dos o tres perros para certificar o bien porque ellos también se cansan. En el caso de Facundo Astudillo Castro utilizamos un perro especializado en restos humanos o biológicos, que realiza la búsqueda a partir de manchas hemáticas como así también una huella de olor. También trabajamos con bomberos, en casos de explosivos.
¿Cuán importante es el trabajo de un perro para una causa?
Y sobre todo en los casos de personas desaparecidas se puede hacer un gran aporte porque si bien hay escenas del crimen en las que quedan elementos con ADN, ya sea sangre, fibras, huellas dactilares, pero también queda una huella de olor. Cada ser humano tiene un olor único, que es imperceptible pero que queda. En un crimen a veces no queda ni huella dactilar, ni sangre, pero sí queda el olor, ese olor es único y es lo que permite identificar, pese al tiempo transcurrido, si una determinada persona estuvo en un lugar, si tocó un elemento, y eso le gana a la genética.
¿En qué casos de personas desaparecidas te tocó intervenir con tus perros?
En el caso Marito Salto, Micaela Ortega que fue un caso de Bahía Blanca, Araceli Fulles, Santiago Maldonado, Facundo Astudillo y otro que no nombro por secreto de sumario. La efectividad del recurso canino es del 90% ya que, si bien muchas veces no se logra encontrar a la persona directamente, pero sí elementos muy contundentes que permiten armar el rompecabezas para llegar a la víctima o victimario.
¿Desde lo personal, qué sensaciones te genera poder colaborar desde tu trabajo al esclarecimiento de los casos y el hallazgo de personas desaparecidas?
Curiosamente yo nací en 1976, el año de la dictadura militar y eso siempre me motivó a contribuir en estas causas. Desde adolescente me gustaban mucho los perros y me llamaba mucho la atención la capacidad que tenían los perros para intervenir en esta tarea, por eso decidí hacerlo de manera profesional. Es una tarea agridulce porque yo me comprometo mucho en cada causa tanto con la víctima como con la familia, como en el caso Facundo, y esas emociones me ayudan mucho a que el perro encuentre elementos. Si bien por un lado hay una satisfacción porque uno ayuda a una familia, a la vez convivís con la muerte porque estás rodeado de estas circunstancias difíciles, por eso el trabajo con los perros es gratificante, pero hay que tener un equilibrio emocional muy fuerte para responder ante cada causa.
