El entrenador Mario Ledesma, sus ayudantes Nicolás Fernández Miranda y Juan Martín Fernández Lobbe y los jugadores Felipe Ezcurra, Matías Moroni, Tomás Cubelli, Matías Orlando y Mateo Carreras dieron positivo en coronavirus en los testeos PCR que se realizaron en la concentración del seleccionado argentino de rugby, Los Pumas.
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El entrenador Mario Ledesma, sus ayudantes Nicolás Fernández Miranda y Juan Martín Fernández Lobbe y los jugadores Felipe Ezcurra, Matías Moroni, Tomás Cubelli, Matías Orlando y Mateo Carreras dieron positivo en coronavirus en los testeos PCR que se realizaron en la concentración del seleccionado argentino de rugby, Los Pumas.
La Unión Argentina de Rugby (UAR) dio a conocer la información en su página oficial, mediante una comunicación de prensa en la que destacó que "todos los contagiados fueron aislados, se encuentran asintomáticos y en buen estado se salud". La UAR dijo que "los casos negativos, que son contactos estrechos por estar dentro de la burbuja, también abandonaron la concentración en Escobar para comenzar con el aislamiento preventivo. Todos se encuentran bajo la supervisión del área médica de la Unión Argentina de Rugby". Por último, mencionó que "bajo el protocolo de medidas de higiene y distanciamiento, el lunes volverán los entrenamientos a Casa Pumas con quienes ya fueron recuperados con alta epidemiológica y cardiológica del Covid-19 y con algunos que no fueron parte de la burbuja sanitaria. A su vez, otro grupo de jugadores realizará actividades físicas desde sus casas".
El plantel de Los Pumas, integrado por 39 jugadores que se desempeñan en el ámbito local, inició una concentración el viernes 4 de septiembre, bajo la modalidad de "burbuja sanitaria", en un hotel de Escobar. La concentración estaba prevista por dos semanas y se realizaba con miras a la participación de Los Pumas en el Rugby Championship.
Precisamente se confirmó ayer que el torneo se disputará en Australia como única sede a partir del 7 de noviembre próximo, con la participación del equipo local, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Los Pumas.
El diario australiano Herald de New South Wales aseguró que Sanzaar, quien inicialmente dijo que Nueva Zelanda era la sede preferida del torneo, determinó el cambio se sede. La necesidad de aislarse sin entrenar durante un número determinado de días, y las restricciones en torno al tamaño de las burbujas, fueron los principales puntos conflictivos que inclinaron el torneo a favor de Australia. Los estadios australianos durante el certamen tendrían una capacidad del 50 a 75 por ciento de público. Ese tema fue muy importante para la definición, ya que en Nueva Zelanda no había garantías y de hecho los últimos partidos se jugaron a puertas cerradas, mientras que Australia se juega con público y se espera que hoy en la semifinal del Super Rugby australiano concurran 25.000 personas. Al filtrarse la información la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, negó que su Gobierno hubiera dejado de lado preparativos.