El grupo punk feminista Tranki Punki de Córdoba con su punk festivo y militante, lanzó su nuevo disco, "Marea Negra".
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El grupo punk feminista Tranki Punki de Córdoba con su punk festivo y militante, lanzó su nuevo disco, "Marea Negra".
Mezcla ritmos para generar un rock "alterlatino" desde el ADN cordobés y punk. Además el álbum cuenta con letras de un fuerte compromiso con la lucha de los colectivos feministas y surgió luego del asesinato de la travesti y militante social Maite Amaya. La banda está editada por el sello Goza Records, de Barbie Recanatti.
El disco tiene muchas cercanías con el gipsy punk de Gogol Bordello y otros artistas, tal como queda enunciado en "Ni un paso atrás" con el arranque "buenas noches descarriadas y lesbianas" para luego criticar a los usureros, al FMI y a la clase política. La banda está integrada por Drela Sanz en violín y coros, Cele Pereyra en bajo y coros, Sofía Dem en batería, Vicky Barturen en guitarra eléctrica y voz, Polaquita Wojnacki en acordeón y Gi Torcigliani en percusión.
"Proclama" tiene una fuerte presencia del violín y del acordeón invita a un pogo festivo al grito de "Nunca rati, Nunca azul, ni vigilante. Nunca cobani botón, Nunca bota, nunca un corazón ortiba, nunca milico opresor, nunca facho, nunca macho ni bigote, nunca cana ni buchón Nunca yuta Nunca policía y nunca un represor".
"Paranoia social" arranca con ritmo de reggae y el violín es usado como para marcar arreglos, pero además la emprende contra los medios de comunicación que utilizan la inseguridad como arma para generar xenofobia.
"La noche nunca alcanza" va de nuevo al gipsy punk con el violín marcan la melodía, mientras las Tranki Punki invitan de nuevo a un pogo fiestero. "Marea Negra" tiene un comienzo bien rockero, con cierto toque épico y se convierte en una pieza que homenajea a Amaya, a las mujeres luchadoras y a las referentes del colectivo Lgbt.
Para "Fuego" las Tranki Punki distorsionan la guitarra hasta hacer sonar a la banda como un poderoso combo hardcore que vira hacia el rock con mucha militancia.
El cierre es más punk con la referente travesti Susy Shock en "¿Cuánto falta?" que se manifiesta contra los mandatos del patriarcado, con algunos toques del post punk ochentoso.