El 2020 será un año para no recordar. La pandemia por el coronavirus nos marcó el rumbo. Para cuidarse hubo que quedarse en casa, y así pasaron las semanas y los meses. Y en medio del encierro, nos dejó Marcelo Pereyra. Su muerte nos dolió a todos, principalmente a su familia. Fue una excelente persona y un gran profesional. Una pluma prolija, clara, que daba gusto editar -en mi caso- y leer a nuestros lectores.
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El 2020 será un año para no recordar. La pandemia por el coronavirus nos marcó el rumbo. Para cuidarse hubo que quedarse en casa, y así pasaron las semanas y los meses. Y en medio del encierro, nos dejó Marcelo Pereyra. Su muerte nos dolió a todos, principalmente a su familia. Fue una excelente persona y un gran profesional. Una pluma prolija, clara, que daba gusto editar -en mi caso- y leer a nuestros lectores.
Fue colaborador de El Tribuno de Jujuy en Libertador General San Martín y si bien cubría diferentes tipos de notas, las de deportes eran su pasión. Poco le importaba el calor o la lluvia. O tener que viajar. Él siempre estaba dispuesto. También hizo radio y sus compañeros no se cansaban de resaltar el empeño puesto en cada programa o transmisión. No murió de Covid-19, pero poco importa. Nos dejó y el vacío es grande, fundamentalmente en su Ledesma.
Se lo extrañará cuando la pelota vuelva a rodar con normalidad y ya no esté sentado en un costado, anotando todo.
También este año fallecieron Hugo Cid Conde, otro apasionado por el periodismo deportivo e inclusive llegó a ser vicepresidente del Círculo de Periodistas, y Luis Condorí, que trabajó muchos en la redacción de El Tribuno de Jujuy. Hoy hace un mes nos dejó el "Negro", que era especialista en el fútbol de los veteranos y después de jubilarse se dedicó a las coberturas de la pesca.
Entonces, el 2020 será año para olvidar prontamente.
(Daniel Echazú).