Miles de estudiantes, obreros y ciudadanos salieron a las calles tras varios días de protestas contra las condiciones sociales en Chile, acrecentando la tensión en el país suramericano tras la represión policial ordenada por el Gobierno de Sebastián Piñera y los saqueos e incendios registrados en tiendas departamentales.
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Miles de estudiantes, obreros y ciudadanos salieron a las calles tras varios días de protestas contra las condiciones sociales en Chile, acrecentando la tensión en el país suramericano tras la represión policial ordenada por el Gobierno de Sebastián Piñera y los saqueos e incendios registrados en tiendas departamentales.
La nueva manifestación se produce en la ciudad de Santiago, la capital del país, luego de que el presidente chileno Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia para tratar de contener las expresiones de descontento social que prevaleció en varias regiones de Chile.
Los manifestantes tomaron la vía pública frente a una hilera de tanquetas que trató de repeler a los manifestantes disparando torrentes de agua a presión.
El origen del estallido social
Las protestas en Chile fueron detonadas por el aumento en las tarifas de metro, lo cual provocó manifestaciones masivas a partir del viernes 18 de octubre, situación que derivó en disturbios y enfrentamientos con la policía.
Ante el incremento de las protestas, Piñera decretó ese mismo día un estado de emergencia en Santiago y otras localidades del país, a la par que se registraron algunos saqueos y también reportes de represión policial contra los manifestantes.
Sin embargo, esta medida no logró detener las protestas, por lo que el Gobierno chileno decretó durante el fin de semana un toque de queda que se fue extendiendo a varias localidades del país, medida que desató críticas tras evocar los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet.
Con la escalada de la crisis, el 20 de octubre, el presidente Piñera solicitó al Congreso aprobar una ley para cancelar el aumento a las tarifas del transporte público, medida que fue validada por ambas cámaras.
Sin embargo, esto no detuvo las protestas, ya que los manifestantes reclamaron también a la Administración de Piñera las deficientes condiciones de acceso a medicamentos y servicios de salud, el sistema privado de pensiones, así como la gran desigualdad en el país, que según ha documentado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 10 % más rico de la población gana 27 veces el sueldo de los de menores ingresos.
El presidente Piñera acusó el domingo pasado que estaba "en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta nada ni a nadie". No obstante, tras las críticas de varios senadores opositores, el mandatario matizó sus polémicas palabras alegando que "a veces" ha hablado "duro" porque tiene la responsabilidad de "resguardar el orden público".
Hasta el momento, el Gobierno de Chile busca construir acuerdos con los partidos de oposición para contener la crisis social.
El saldo actual del conflicto
Este martes, el subsecretario del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, informó que 15 personas han fallecido desde el inicio del estallido social. El Gobierno chileno reconoce que dos personas murieron por disparo de bala y otros durante las quemas y saqueos de centros comerciales y supermercados.
Hasta el momento, la Fiscalía ha identificado a siete de las quince personas fallecidas. Medios locales reportaron que en cuatro casos identificados por la dependencia hubo participación de elementos de las Fuerzas Armadas:
José Miguel Uribe Antipani, de 25 años, recibió un disparo en el tórax por parte de un militar en Curicó.
Manuel Revolledo Navarrete, de 23, murió atropellado por un camión militar en la región de Biobío, en el centro del país.
Kevin Gómez Morgado, de 23, y el ecuatoriano Romario Veloz Cortes, 26, fallecieron después de haber sido heridos por elementos del ejército en un centro comercial de Coquimbo (limita al oeste con el Océano Pacífico).
La Fiscalía de Chile informó de la detención de 2151 personas: 921 en la región metropolitana y el resto en diferentes zonas del país.
Hasta el pasado lunes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) había registrado 84 personas heridas por armas de fuego.
Hasta el 22 de octubre, se mantienen estado de excepción en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Además, se mantiene toque de queda en varias provincias de Atacama, Coquimbo, Bíobio, Valparaíso, Los Ríos, O'Higgins.