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19 de Julio,  Jujuy, Argentina
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" "Bocinas" es transformar en algo bello los ruidos que me agreden"

Llegó el día del ya anunciado Concierto "Bocinas" en Jujuy. Será mañana a las 19 en la Ciudad Cultural y en el marco del cierre del Festival Internacional de Cine de las Alturas, dirigido por ella.El particular espectáculo se podrá apreciar con entrada gratuita, y en Jujuy está coordinado por El Colectivo Teatro. Hablamos con la autora y directora de este concierto sin precedentes.
Viernes, 07 de septiembre de 2018 00:00

 

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El Concierto "Bocinas" está programado como cierre del Festival Internacional Cine de las Alturas Edición 2018 y en el marco del Encuentro Nacional de Cines Móviles de la Argentina.

"Bocinas" es una obra musical y visual, que ya se hizo en dos oportunidades en Buenos Aires y en Córdoba. La puesta consiste en la intervención de 15 automóviles que transforman esa maquinaria hostil, agresiva, contaminante y fría en un discurso poético. En Jujuy es interpretado por músicos jujeños quienes ejecutan 15 vehículos dispuestos de manera orquestal bajo la dirección de Baliero. Los ensayos se realizaron durante el mes de agosto y setiembre para concretar esta obra en Jujuy.

Los intérpretes jujeños son Ariel Condorí, Daniela Delfín, Mauro Elías Ortiz, Gabriel Zippo Peñarrieta, Ledu Sosa, Rebeca Daza, Juanjo Rojas, Joaquín Alba, Lucas Velázquez, Saturnino Peñalba, Verónica Vale, Rodrigo Villatarco, Bibiana Alegretti, Stella Maris Calizaya y Miguel Zambrano.

La asistencia de dirección está en manos de Florencia Dystel, la producción a cargo de El Colectivo Teatro (Fabiola Vilte, Iván Santos Vega, Erwin Sebastián Ruiz), la cámara es responsabilidad de Gastón Alemán y el sonido de Marcos Zoppy.

Antes de hablar de este espectáculo en particular quería preguntarte ¿cómo empieza tu camino musical? Con algún instrumentos en especial, con alguna formación, con alguna experiencia...

Una amiga de mi madre tenía un piano y tuvo que exiliarse y me lo dio. Después durante el exilio tuvo que vender su piano, y entonces me quedé sin el instrumento, pero inmediatamente mis padres me compraron uno. A mí me llevaban desde muy chica al Colegio Musicum, que es como un conservatorio pero muy académico y yo tocaba la flauta dulce, un instrumentos que todavía no sé por qué existe. Estábamos todos los chicos tocando tristísimamente la flauta. Y yo bajaba y había ballet, y ahí había un piano, y entonces yo iba a tocar allí y empecé a componer, hasta que un día me echaron porque se dieron cuenta de que faltaba a las clases. Y cuando subía a escuchar me ponía al final de la hilera de los que tocaban las flautas, y cuando me tocaba a mí ya sabía lo que tenía que hacer porque siempre tuve mucho oído, es decir que nunca estudiaba la flauta, y después me ponía a hacer ruidos porque me gustaba. Así empezó mi vida musical.

¿Qué edad tenías?

Ocho creo.

¿Esto del oído y de saber apreciar los sonidos, entonces viene con vos? ¿Es un talento natural?

Sí. A mí me gusta el sonido, nunca me importó si es un piano, un contrabajo, me gustan los músicos que no se casan con la forma de tocar el instrumento tradicionalmente, con los músicos que trabajan conmigo buscamos timbres, ellos son mis aliados. Como por ejemplo Carlos Vega que es primer contrabajo del Colón pero además toca conmigo, en uno de mis trabajos hace con su instrumento un sonido como cometas que caen. Creo que toda mi vida busqué timbres. Inclusive tenía una compañía de teatro con Verónica Ginás (actriz argentina) que se crió en mi casa, que se llamaba Floripondo, y cuando venían amigos de nuestros padres, presentábamos obras y yo armaba la música con lo que había, chapas o lo que fuera. Siempre hice música, porque mirá que ahí podría haber actuado. Me gustaba escribir la obra, pero no actuaba, yo me ponía atrás, no me gustaba que se me viera.

¿Siempre tu composición fue con el piano?

No. Toqué mucho guitarra. En una época le componía para mi hermana que se llamaba María para el cumpleaños, entonces era "Negra María 1", "Negra María 2", "Negra María 3", etc. Y salía el tema de la negritud porque decía en la canción "todos decían qué negra es, pero al verla tan negra no es, creo que es una exageración, yo creo que es marrón", en otra era "Nagra María saltaba". Y me dedicaba a componerle canciones, y tenía el Cinecraf (películas para proyectar con una aparato a manivela) y yo armaba los cuadrados dibujados y hacía cine propio, lo musicalizaba y le regalaba eso a mi hermana,. Siempre hice regalos hechos por mí. Siempre fue esa mi forma de expresión.

No es solamente la música, vos con tu relación con el sonido, te metes en el teatro, en el cine, en las imágenes. ¿Eso fue fluyendo naturalmente? No sos una artista que hace solamente música.

No, hago los dibujos de mis discos, pinto. Tengo un escritorio con muy buenos pasteles.

¿O no sé si preguntarte mejor qué no hacés?... en el arte por supuesto.

Ah, porque estaba pensando que nunca hice windsurf, rugby, ni polo. No sé qué no hice. Es que me gusta todo, me gusta que se produzcan cosas lindas, y por eso también me gusta la jardinería. Planté un limonero, un durazno, orquídeas. Me gusta que crezcan cosas.

¿A partir de ese deseo surgen estas obras con conceptos muy profundos?, porque hay mucho contenido en cada una de tus ideas o producciones, como por ejemplo en este caso del Concierto "Bocinas".

Hay gente que lo toma como un chiste. Y todo esto es muy profundo para mí. Ni estoy hablando en criollo haciéndome la canchera, ni es snob, ni es un capricho. Uno arriesga mucho haciendo estas cosas, yo podría estar haciendo jingles, y teniendo casa propia con auto, pero elijo estas expresiones estéticas que son lo contrario a lo que espera Cosquín, o lo que espera inclusive un concierto. En el caso de las "Bocinas", que ya lo hice dos veces, es casi filosófico el tema, tiene que ver con que la polución es gigante y la agresión tanto gráfica de los carteles, de las publicidades, como del sonido en la televisión y de los autos, es absoluta. Está pensada para agredir, y la gente vive en ese ruido con total naturalidad. Y a mí lo que me pasa es que no naturalizo esas cosas. Entonces me dije qué pasaría si todos esos autos que me agreden, los pudiera transformar en algo bello, y que todos juntos pudieran hacer algo en pos de la unión y de la belleza. Porque en la realidad es que cada uno va en su auto solo y no miran al de al lado, no miran al que cruza, no miran nada.

Yo pensaba cómo sería que esos autos que son horribles y tienen un sonido horrible sirvan para hacer música, y los que están adentro escuchen al otro auto, y toquen juntos, que los automovilistas hagan algo juntos. Los músicos a veces también tienen esa actitud y no se escuchan. Ahora, no es fácil escuchar a un auto, todo es técnica, y yo estoy convencida de que la técnica es ideológica y liberadora, si uno quiere hacer algo, tiene que aprender a tocar. En el primer ensayo que tuvimos, me llenó de alegría la cara de satisfacción de los músicos-choferes cuando descubrían que había una forma de tocar la bocina del auto diferente. Estaba emocionado de poder tocar eso, con una técnica para sacar sonido de ese aparato que debe haber hecho Ford, y que estamos totalmente en contra de todo lo que implica, por el petróleo, por la nafta. Es poner a favor de uno la energía negativa del mundo.

Uno puede quejarse y sufrir, pero también puede apostar a la vida y al otro. Todo lo que hago tiene que ver con grupos enormes que se quieran.

 

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