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¿Cómo surge esta posibilidad de tocar en Catamarca con esta artista con la que ya hicieron espectáculos juntos?
Belén Parma que es una música catamarqueña que me contactó el año pasado por Facebook. Ella organiza "Encuentros en el Living", que es una modalidad que está de moda para abaratar costos, y que tiene que ver con invitaciones en las casas. Fui a un par de estas invitaciones en Buenos Aires y en Córdoba. Se invita a un público seleccionado de gente que gusta de ese género, se sirve comida, bebida, y se cobra un derecho de espectáculo. Se hace un recital íntimo, de no más de 50 personas, donde la gente que va exclusivamente a escuchar la propuesta. Se genera lo que al músico más le gusta que es la comunión con la gente. Fuimos con Adrián Temer, invitados por ella y los catamarqueños nos atendieron tan bien, que quedamos en deuda con ellos. Yo la invité en el verano a La Campana en Tilcara para tocar juntos. Vino con la familia y los amigos, y se va generando el intercambio.
Ahora la invitación es algo más grande, en un teatro de San Fernando (del Valle de Catamarca). Hacemos un espectáculo entre los dos, y después cada uno hace los suyo.
¿Qué hacen juntos y qué repertorio tiene ella?
Ella tiene un repertorio más de vanguardia. Ella hace folclore, con temas de Jorge Fadermole, temas míos, del Cuchi Leguizamón, etc. Tiene un toque muy especial para tocar el piano. Los pianistas cuando te llaman la atención es porque tienen una impronta particular. Es un placer escucharla, y esto dio pie a que hagamos dos temas juntos. Quiero traerla de nuevo, porque Jujuy se merece escucharla, así que estoy pensando en traerla al Centro Cultural Tizón.
¿Qué vas a presentar en Catamarca?
Lo que vengo haciendo como solista últimamente, que tiene que ver con una inspiración muy linda que tuve hasta el año pasado. Compuse algunos temas solo, otros con Adrián Temer, y con Mauricio Rivero de Los Copleros. Ellos me han pasado unas letras y hemos tenido muy buena sinergia compositiva, y la verdad que han salido un montón de temas nuevos. Ahora estoy en la presentación de esos temas. Ya los estrené en Jujuy, pero quiero hacerlos más conocidos. Pero uno no puede escaparse de lo que es, y si no canto "Entre dos ríos" y "Si por Jujuy", me tiran con tomates -dice y se ríe-, así que tengo que hacerlo y me encanta.
En estos momentos estás reorganizando tu vida por varias razones, entre ellas la de tener más tiempo para vos, y en eso creo que entran tu música y tu familia. ¿Qué es lo que está cambiando en tu camino?
Yo soy ingeniero agrónomo, he trabajado muchos años para una empresa muy grande comercial de granos, y he decidido largar todo eso y hacer mi propio camino -emprendimiento- para tener más tiempo para mí y para mi familia. Tengo la suerte de que siempre hice lo que me ha gustado. Yo me divierto mucho en mis dos trabajos, en la música y en la agronomía. Siempre elegí hacer las dos cosas, a pesar de que muchos te dicen que hagas una sola cosa para que la hagas bien. Me iba bien con las dos cosas, así que decidí no limitar la cabeza. Si con eso uno se divierte, tiene éxito y te completa, está bueno. Hay que ir por los sueños. El que hace el trabajo que disfruta, no es trabajo. Por lo menos a mí no me cuesta nada subirme a la camioneta e irme al campo, lo disfruto muchísimo, y lo mismo cuando llego a Jujuy - porque trabajaba en otra provincia- no me cuesta nada ponerme a preparar mi show. Lo que sí, como tengo cabeza de ingeniero, tengo que tener todo planificado, y mi agenda es mi vida.
Y en este tren en el que te vas organizando como un ingeniero, pero con la sensibilidad de un músico, ¿cuál es tu momento creativo, dónde lo encontrás?
La oficina que tengo en el campo da a las primeras serranías que hay después de Chaco. Tengo una vista muy linda a la tarde. Mi trabajo termina a las seis de la tarde, y ese es mi momento para sentarme a mirar los cerros, a componer, tocar la guitarra, escribir. Siempre sentí que mi momento es la tarde.
¿O sea que tenés un ejercicio del oficio del artista diario?
Sí, claro. Pero no siempre las musas inspiradoras llegan.
Puede salir o no, pero hay un momento dedicado a eso...
Sí. Pero he compuesto canciones porque me desperté a la madrugada con una frase de una poesía. Cuando compuse "Entre dos ríos", yo tenía 17 años más o menos, y fue porque me encantaba ir a caminar por los puentes del Xibi Xibi, de la calle Lamadrid, porque me quedaba cerca. Me encontraba con (Marcelo) Pichón Córdoba. Marcelo hacía lo mismo, salía desde donde está Canal 4 ahora, cerca del Lago de Popeye, se iba hasta abajo hasta el puente del ferrocarril. Y siempre nos encontrábamos por eso. Antes de que falleciera (en 2016) me dijo que tenía un tema que había escrito para los tarcos, "y quiero que vos le pongas la música", me dijo, y por esas cosas de la vida nunca llegamos a encontrarnos. Entonces le escribí un poema que se llama "Poema para mi amigo, el azul del Tarco", porque me lo acuerdo siempre caminando a la vera del Xibi Xibi.
La magia que se produce en ustedes los creadores (autores, compositores), para que algo termine siendo música o poesía, ¿qué es?, ¿es un talento, una facilidad, un gusto, qué hay que ser para ser un creador?
Yo creo que no hay que ser nada. Esas cosas se van sintiendo. Las personas tienen sensibilidades para diferentes cosas. Uno por ahí tiene la sensibilidad y no la descubre nunca. Yo, por ejemplo, no puedo sentarme a escribir como un ginglero un tema porque sí, por ejemplo: la luna. Yo tengo que tener una experiencia con algo para que eso dispare una poesía o una canción. Tuve un grupo de amigos como Emilio Bidondo (de Los de Jujuy), Fabio Farfán, el Flaco Soria, con quienes todos los años salíamos a recorrer Jujuy y Salta, a pata, a caballo, de mochileros, etc. Eso nos dio la posibilidad de conocer mucha gente, muchas historias, y eso es lo que me disparaba a escribir. El primer tema que escribí lo hice a los 14 o 15 años cuando mi viejo me llevaba a pescar en el río Bermejo. Esa imagen del río para mí era muy linda, dormir en una casa de Palo Bobo, volver a las 5 de la mañana, colorado por el sol, etc.
¿Por qué escribís? ¿Es porque tienes ganas de que alguien te escuche?
No, yo escribo para mí. Si me das a elegir, yo prefiero la intimidad. Mis shows son muy charlados porque me gusta contar la historia. Cuando canto "Angelito de la Puna" cuento lo que me pasó yendo de Santa Ana a Valle Colorado, que es real. La vida a mí me vuelve en un hijo que tiene una discapacidad y lucha por salir adelante.
¿Qué te imaginas en un futuro de tu carrera artística? Un disco, un libro, que mucha gente cante tus temas...
El tema de la popularidad no es una cuestión que me quite el sueño. Sí estoy pensando en un libro porque tengo mucha más poesía que música, y creo que debería reflejarla en un libro. Pronto va a haber novedades de eso. A mí lo que más me gusta, es cantar con mis amigos. Cuando nos juntamos con Adrián (Temer), el Fava, con los changos del Dúo Tacta, con la Noelia (Gareca), y compartimos un asado, y cada uno saca esa cosa que tiene que no la conoce nadie, que la comparte para nosotros, se genera un ambiente tan lindo. Compartir esos momentos es a lo que aspiro como poeta y músico, porque todo lo demás viene por añadidura. Es bueno generar esos ambientes, sin esperar que nos lleguen, porque se produce una potenciación de las cosas.