"Tengo mucho miedo, sufro una tremenda presión psicológica y con esto a mi me mataron en vida", afirma Jorge Martín Rodrigo Flores, a la vez que exhibe la cédula de citación como testigo a pedido de la fiscalía en el juicio que se le sigue a Milagro Sala por la causa conocida como "Pibes Villeros".
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"Tengo mucho miedo, sufro una tremenda presión psicológica y con esto a mi me mataron en vida", afirma Jorge Martín Rodrigo Flores, a la vez que exhibe la cédula de citación como testigo a pedido de la fiscalía en el juicio que se le sigue a Milagro Sala por la causa conocida como "Pibes Villeros".
Consultado sobre cuál era la relación con la líder tupaquera, su organización o relación con las cooperativas, Flores en forma contundente responde que ninguna.
"En el 2011 yo trabajaba para un puntero de Sala y lo único que tenía que hacer era recolectar gente para que vaya a la cancha del ‘lobo’ y dependía de la CTA", afirma Flores.
"Yo no soy cooperativista, ni participaba de las marchas, no realizaba cortes de ruta, nada de nada, y resulta que ahora me meten en la causa de los ‘Pibes Villeros’ y de eso no sé nada", dice Jorge Flores, mientras juega con un guante que tiene en su mano.
"Yo le digo la verdad, jamás estuve cerca de esta mujer que a mi me pegó un día que me encontró en la Municipalidad y otra vez hizo que me golpeen sus matones en el Ministerio de Infraestructura en la avenida Santibañez", recuerda.
La bronca habría comenzado cuando el puntero con el que trabajaba Flores se separó de Sala y al no aceptar trabajar con ella lo tildó de traidor y a partir de ahí el martirio de Flores.
"Un día me armaron con su abogado Alberto Bellido una causa por el robo de electrodomésticos de una casa, o un galpón. Me comí dos meses ‘guardado’ y al final me sobreseyeron totalmente", agregando que "los responsables ya cumplieron la condena y ahora están en su casa", recuerda con angustia Flores.
Golpes de Sala
"Yo tengo veinte denuncias en contra de Sala, y no prosperó ninguna", recuerda, y añade Flores que "culpa de esta mujer y sus matones estuve más de un mes escondido en la casa de un amigo en Palpalá, sin poder ver a mis hijos, a la familia, por miedo a que me mate".
En su relato Flores dice que no es de ahora las denuncias son de muchos años. "¿Sabe quién estaba metido en esto del armado de causas junto con Bellido?, el juez Aróstegui, pero menos mal que yo pude demostrar mi inocencia, todo esto es muy sucio y yo tengo mucho miedo, pero no solo por mi".
Convencido de lo que dice indica que "aquí en esto de los ‘Pibes Villeros’ está metida la ‘cana’, aquí hay mucha plata y entonces ¿para qué me llaman?, que ahora se acuerdan de que existo y de mis denuncias nada?". Y mueve la cabeza de un lado al otro intentando entender qué pasa.
"Sabe qué pasa: me quieren hacer pisar el palito, ¿qué puedo decir yo de esa causa?, ¿sabe la plata que hay?. Son más de sesenta millones leí en el diario", afirma Flores.
"No tengo abogado que me ayude, que me asesore sobre qué debo decir y nadie me dice por qué tengo que ir a declarar, esto es muy raro. A los testigos, hay una lista de cincuenta que nos van a hacer desaparecer", y sus ojos se ponen brillosos a la vez que por centésima vez acomoda los papeles de una carpeta repleta de denuncias. "Si algo me pasa, la Justicia será la responsable", reafirma.
Juicio a “tupaquera”
Jorge Martín Flores se muestra abatido, busca en una carpeta llena de papeles cada una de las denuncias formuladas en contra de Milagro Sala por atentados a su vida y la difícil situación por la que está atravesando.
Una vez más hace referencia a la cédula de citación “para meterme en "quilombo’ son buenos pero para defenderme, nadie se acuerda de mi”, afirma Flores.
“Yo quiero ir a juicio con Milagro Sala, pero mano a mano, no que me metan en esto de los "Pibes villeros’, para que me citan, yo no soy un "perejil’, afirma Jorge Martín Flores.
“El tema es entre ella y yo”, remarca, a la vez que agrega que “el tema es la cantidad de veces que me mandó a amenazar”.
También hace referencia al hecho de no contar con un abogado y de la gran cantidad de notas enviadas al Ministerio Público de la Acusación y al ministro de Gobierno, Oscar Agustín Perassi.
“Yo le pido a Perassi que me ayude a sacar adelante las denuncias que tengo contra Milagro Sala por las amenazas que me hace a mi y a mis hijos adolescentes”, dice Flores.
El trabajador municipal también afirma: “todos me soltaron la mano y me pregunto por qué, si tanto la quieren meter presa yo tengo testigos de que a mi me mandó a matar”.
Muy abatido y buscando permanentemente papeles que avalen sus dichos, mientras recuerda que “espero que ahora que puedo hacer conocer mi caso alguien me ayude. No creo en la justicia, pero temo por mi familia, por mis hijos, por mi mamá”, finaliza.