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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Locales "vacíos" y pocos servicios en la terminal

Lejos de ser la primera impresión de una provincia turística colmada de ofertas, hay escasa actividad. Comerciantes dicen que los alquileres son altos y la Secretaría de Transporte cobra según la "cara del cliente".

Viernes, 16 de febrero de 2018 00:00

Encontrarse con un pasillo completo de locales comerciales vacíos y escasas opciones de servicios de una terminal de ómnibus de una provincia turística como la jujeña causan extrañeza. Como mínimo. Es inentendible que haya grandes hileras de locales comerciales vidriados que estén vacíos construyendo una imagen desoladora muy distante de la bienvenida a una provincia floreciente y turística como la que se busca construir.

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Encontrarse con un pasillo completo de locales comerciales vacíos y escasas opciones de servicios de una terminal de ómnibus de una provincia turística como la jujeña causan extrañeza. Como mínimo. Es inentendible que haya grandes hileras de locales comerciales vidriados que estén vacíos construyendo una imagen desoladora muy distante de la bienvenida a una provincia floreciente y turística como la que se busca construir.

En un relevamiento realizado por El Tribuno de Jujuy entre los pocos inquilinos de la nueva terminal de ómnibus -cuya administración se encuentra bajo la órbita de la Secretaría de Transporte de la provincia a cargo de Agustín Macedo- se pudo constatar que hay poca claridad en el sistema de precios establecidos y en algunos casos los costos son muy elevados, y que todo esto se traduce en servicios mínimos y de baja calidad para los pasajeros.

Cuesta 20 mil pesos por mes el alquiler de un local comercial y, parafraseando a algunos inquilinos que no quisieron dar nombres por temor a represalias, "el monto es según la cara del cliente". "Algunos pagan 7 mil pesos por un local con una ubicación excelente y yo pago 20 por un local de igual dimensión en una ubicación no muy favorecida", expresó un comerciante. Además, hay que tener en cuenta que estas "diferencias" que se establecen entre locatarios, ponen en condiciones desiguales a la hora de ejercer su actividad comercial.

Desde la óptica de los pasajeros, nadie entiende por qué hay un solo bar en un predio de grandes dimensiones.

Los servicios que se ofrecen a los pasajeros son pocos, por ejemplo, que haya un solo "snak bar" en todo el predio es insuficiente.

En días de llegadas masivas de turistas la demanda de servicios excede a la oferta visiblemente.

Algunos consideran que esta situación estaría "beneficiando a allegados a los funcionarios de la administración", aunque no existen pruebas de ello y son presunciones de algunos locatarios.

Sobre la gran cantidad de locales vacíos, existen dos versiones, una de ellas habla de altos precios y el difícil acceso para los comerciantes interesados en ocuparlos y otra indica que estarían destinados a oficinas públicas, que hasta ahora no se hacen presentes en el lugar y dejan pasillos enteros sin ningún tipo de prestación.

La cuestión es que, teniendo en cuenta que la primera impresión siempre cuenta, la terminal de ómnibus de la capital jujeña no está ofreciendo servicios comerciales adecuados y suficientes para los pasajeros y por el contrario transmite desolación y abandono de un espacio público que es la primera imagen de nuestra provincia para muchos visitantes.

Comerciantes sin respuestas

A raíz de este relevamiento, también se pudo recoger la opinión de los comerciantes que trabajaban en la vieja terminal, quienes aseguran que llevan tres años esperando que se les brinde una solución al cese de sus actividades.

Ruben Catacata, dueño del ciber “La Terminal” en la vieja terminal, comentó que desde el año 2015 cuando se habilitó la nueva terminal les prometieron que podrían continuar con sus negocios allí, pero finalmente esto no se concretó por la dificultad de acceso a los locales y los altos costos de los alquileres. Entonces como opción les prometieron que podían quedarse en el predio de la vieja terminal, administrado también por la Secretaría de Transporte, en aquel entonces Dirección de Transporte, y que tras las remodelaciones de los locales comerciales podrían instalarse nuevamente.

Con el cambio de Gobierno, en diciembre del 2015, la opción de quedarse en la nueva terminal se fue diluyendo, en principio porque las nuevas autoridades decían desconocer el acuerdo y aseguraban que con el tiempo les brindarían una solución. Pero esto tampoco ocurrió y cerca de 20 familias se quedaron sin sus puestos de trabajo. “Nos hemos cansado de presentar notas en la ahora Secretaría de Transporte, que antes se denominada como Dirección a fin de que nos brinden una solución, que nos entreguen los locales que están construidos y abandonados en un predio que está bajo su administración, y no obtuvimos ninguna respuesta. El año pasado nos dijeron que dependía de la Dirección de Arquitectura de la provincia y en los últimos días circuló la versión de que los locales comerciales fueron cedidos a Same”, dijo Rubén Catacata.

De esta forma el comerciante dijo que los dueños de las revisterías, que tenían más de 20 años de trabajo en el predio de la vieja terminal, la santería, 10 kioscos, locutorios y demás comercios están sumidos en la incertidumbre y perdieron una fuente laboral que sostenía a más de 20 familias. Ya pasaron casi tres años y siguen esperando alguna respuesta de parte de las autoridades que tienen a su cargo la administración del predio que por el momento está desocupado con locales que fueron destruidos y sirven en las noches de refugio a personas que ingieren bebidas alcohólicas.

 

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