Corea del Norte expandió ayer su amenaza nuclear a Japón y Corea del Sur, a los que recrimina su apoyo "ardiente" a Estados Unidos en la búsqueda de nuevas sanciones al gobierno de Kim Jong-un, y a los que aboga por "liquidar" por deseo de su Ejército y su pueblo.
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Corea del Norte expandió ayer su amenaza nuclear a Japón y Corea del Sur, a los que recrimina su apoyo "ardiente" a Estados Unidos en la búsqueda de nuevas sanciones al gobierno de Kim Jong-un, y a los que aboga por "liquidar" por deseo de su Ejército y su pueblo.
Las islas japonesas "deberían ser hundidas en el mar por la bomba nuclear Juché", sentenció un portavoz del Comité norcoreano para la Paz de Asia-Pacífico en un comunicado difundido ayer por la agencia Kcna, que acusó a los nipones de "no haber entrado en razón" después de que lanzara un misil balístico intercontinental sobre el archipiélago el 28 de julio último.
El comité norcoreano cargó también contra el gobierno surcoreano, al que acusa de ser un grupo de "traidores" y "perros de Estados Unidos" al pedir sanciones más duras sobre sus "compatriotas".
"El grupo de traidores proestadounidenses deben ser severamente castigados y liquidados con un ataque de fuego para que no puedan sobrevivir. Sólo entonces, la nación coreana podrá prosperar en un territorio unificado", expuso el régimen.
Pyongyang mostró así su rechazo al apoyo de sus países vecinos a las nuevas sanciones impuestas el lunes pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU, con el que también dijo sentirse "furioso".
Por su parte, Tokio calificó estas amenazas de "extremadamente provocativas e inexcusables".