El primer eclipse solar total luego de 99 años que atravesó los Estados Unidos de costa a costa fue visto ayer en plenitud por unos 12 millones de personas que viven en la franja de 113 kilómetros de ancho y 4.000 kilómetros de largo afectadas en un ciento por ciento por el fenómeno.
inicia sesión o regístrate.
El primer eclipse solar total luego de 99 años que atravesó los Estados Unidos de costa a costa fue visto ayer en plenitud por unos 12 millones de personas que viven en la franja de 113 kilómetros de ancho y 4.000 kilómetros de largo afectadas en un ciento por ciento por el fenómeno.
La última vez que en los Estados Unidos se había observado un eclipse total había sido en 1918, lo que generó que durante meses miles de estadounidenses se prepararan para este acontecimiento.
La primera ciudad en la que el fenómeno comenzó a observarse fue Madras, situada a 136 kilómetros de Oregon City, a las 10.20 hora local y terminó de cruzar el país una hora y media más tarde, cerca de las 12 .
Promocionado como el mejor lugar para observar el fenómeno, miles de personas provistas de anteojos especiales se reunieron en Madras para esperar en silencio el momento en el que "se hiciera de noche" en ese mediodía, y dieron gritos de júbilo para festejar, entre abrazos, cuando el primer rayo de sol volvió a surcar el cielo, ya deshecho de la sombra lunar.
Además del oscurecimiento del cielo, los asistentes pudieron comprobar cómo descendía la temperatura a medida que se cubría el sol, hasta quedar varios grados por debajo al momento en que la luna se interpuso completamente entre la tierra y el sol.
Desde ese momento, el denominado "eclipse del siglo" fue alcanzando su máximo en distintos puntos de la franja que atravesó los estados de Idaho, Wyoming, Montana, Nebraska, Iowa, Kansas, Missouri, Illinois, Kentucky, Tennessee, Georgia, y Carolina del Norte y del Sur, donde alcanzó su punto álgido (Charleston) a las 14:48 de Argentina.
El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos estimó que el eclipse costará alrededor de 700 millones de dólares por una caída de productividad, causada por el tiempo que las personas invierten en hablar, leer del tema, o dejar sus puestos de trabajo para verlo, según cifras difundidas por la consultora de recursos humanos Challenger Gray.
El "gran eclipse" también desató un furor de marketing que incluye gafas para verlo, sellos conmemorativos y hasta remeras con la leyenda "Eclípsalo!".
Vecinos de la localidad de Carbondale, en Illinois, donde pudo verse por más tiempo el eclipse, se prepararon durante casi dos años para este evento, explicó la cadena ABC.
Allí unos 26 mil habitantes organizaron un festival de música a las afueras, donde se colocaron cientos de puestos y escenarios para abastecer de comida, bebida y fiesta a los asistentes al eclipse.
El fanatismo fue tal que las redes sociales explotaron de consejos de seguridad para observarlo sin consecuencias en la vista y pedidos de fotografías, haciendo que #SolarEclipse2017 sea la primer tendencia mundial desde hace días.
Con el hashtag #SolarEclipse2017, Twitter tuvo el evento como primer tendencia a nivel mundial y muchos de los posteos hicieron la cuenta regresiva para el momento exacto en el que el satélite de la Tierra se interpuso entre ésta y el Sol .
Gran despliegue de la Nasa
La Nasa dispuso un dispositivo especial para estar a la altura del evento: 11 naves espaciales, 50 globos aerostáticos y tres aviones fueron desplegados para estudiar el fenómeno, que fue transmitido en la página web de la agencia gubernamental.
Según la científica de la Nasa Madhulika Guhathakurta, “este es un evento generacional. Será el (eclipse) más documentado y más admirado de la historia”.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) también transmitió en vivo el fenómeno desde su página oficial.
Los eclipses solares totales ocurren cada 18 meses, pero lo difícil es que se puedan ver desde puntos habitados como Estados Unidos, donde viven más de 300 millones de habitantes.
Cuando la oscuridad se posó sobre ellos, muchos estadounidenses tuvieron que escaparse discretamente de sus trabajos para observar este momento de historia astronómica.
El próximo será en julio del 2019
El próximo eclipse solar, igual al ocurrido ayer en Estados Unidos, se producirá el 2 de julio de 2019 y pasará por la Argentina donde se verá en su totalidad en una franja que recorrerá, de oeste a este, el centro de San Juan, sur de La Rioja, norte de San Luis, centro de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.
El evento astronómico comenzará por la mañana al este de Nueva Zelanda, en el Océano Pacífico sur, y se moverá en dirección noreste para luego virar hacia el sudeste y, al atardecer, tocar tierra en América del sur y finalizar a la altura del Río de la Plata.
Las localidades argentinas donde mejor podrá verse son: Rodeo y Jachal (San Juan), zona norte del Gran San Juan, Chepes (La Rioja), Merlo (San Luis), Villa Dolores, Río Cuarto, Gral. Deheza, Gral Cabrera y La Carlota (Córdoba), Venado Tuerto (Santa Fe), Junín y Rojas (Buenos Aires), entre otras.
También podrá advertirse de manera parcial en una amplia zona del sur de América del Sur que incluye a Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Paraguay, Colombia, Argentina y Uruguay, además del centro y sur de Brasil.
Lo mismo ocurrirá en algunas islas de Polinesia como Samoa, Tonga, Islas Cook, Kiribati, Polinesia Francesa y Pitcairn.
Como se espera que el fenómeno astronómico ocurra por la tarde y en temporada invernal, es muy probable que su visibilidad se vea interrumpida por el relieve de ciertos sectores de la zona de mayor impacto -San Juan y La Rioja-, por lo que será necesario buscar un punto elevado para observarlo en forma plena.
Se calcula que el eclipse tendrá un porcentaje de cobertura del 99% en la ciudad de Buenos Aires, del 98 % en San Luis y Rosario, del 87 por ciento en Santiago del Estero y del 80% en Neuquén.
En realidad hay eclipses de sol por lo menos dos veces al año, lo que no es habitual es que la luna tape por completo la luz de nuestra principal estrella. También es extraordinario que un eclipse total pueda ser visible por tantas personas como en la jornada de ayer.
Trump y Melania lo vieron desde la Casa Blanca
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su esposa, Melania, se asomaron ayer al balcón del segundo piso de la Casa Blanca para observar el eclipse total de sol que atravesó los Estados Unidos y que en Washington D. C. se pudo apreciar en un 81 por ciento.
Junto con el matrimonio presidencial también salieron a ver el eclipse Barron Trump, el hijo de ambos, Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, y otros miembros del gabinete que acompañaba al presidente, a las 15:42 hora de Argentina.
La capital estadounidense está situada al norte de la franja de más de 130 kilómetros de ancho en la que pudo apreciarse el eclipse total, por lo que en este punto solo pudo verse cómo la Luna cubrió al disco visible del Sol en un 81 por ciento.