Los números dejan en claro el mal momento de Gimnasia. En las últimas ocho presentaciones sólo consiguió un triunfo, ante Santamarina en el "23 de Agosto", y la situación preocupa. Hace cuatro fechas que no festeja, con el agravante que dos fueron en casa, donde venía dulce y había recuperado la mística del reducto del barrio Luján.
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Los números dejan en claro el mal momento de Gimnasia. En las últimas ocho presentaciones sólo consiguió un triunfo, ante Santamarina en el "23 de Agosto", y la situación preocupa. Hace cuatro fechas que no festeja, con el agravante que dos fueron en casa, donde venía dulce y había recuperado la mística del reducto del barrio Luján.
El bajón futbolístico tiene una explicación: los rendimientos individuales cayeron de manera notable. El equipo, después de un flojo inicio de semestre, supo levantarse en base a esfuerzo, entrega y fundamentalmente porque supo asimilar la impronta de Fernando Gamboa.
Los constantes golpes en condición de visitante -sólo ganó una vez y empató en otra ocasión- seguro también influyeron en este presente. Una buena campaña se sostiene ganando como local y sumando afuera. En caso contrario, la ecuación no cierra. Por suerte el "lobo" no tiene pro blemas con el descenso y si, en la reestructuración que se viene, continúa la tabla del promedio tampoco tendrá inconvenientes. Lógico que no debe descuidarse, pero parece un tema superado.
La cuestión es que todavía cinco encuentros más y hay que recuperar la memoria. Se necesita urgente un cambio rotundo de mentalidad. No es posible que en los últimos minutos, tal como sucedió frente a Boca Unidos, Los Andes o Chicago, se sufran goles que equivalen a dejar puntos importantes en el camino. También en el cierres de las primeras etapas ante Flandria e Independiente de Mendoza se padecieron tantos que llevaron posteriormente a derrotas. Fueron fallas personales, de concentración, no de conjunto.
Los números son fríos y crueles. Por eso, criticar al hincha que no va a la cancha no tiene demasiado sustento hoy por hoy, más allá que el verdadero simpatizante siempre está. Gimnasia terminará esta B Nacional navegando en mitad de tabla, pero sería importante que lo haga con una mejor imagen ya pensando en el futuro.
El próximo sábado a las 15.05 y con televisación en directo para todo el país se verá las caras con Argentinos Juniors en el "Diego Armando Maradona". El "bicho", único puntero del certamen y casi ascendido a la "A", será una verdadera prueba de carácter para este grupo en el tramo final de la competencia. Nada más y nada menos.
El desafío será mejorar. Entender que depende de cada uno volver a ser el de antes, el equipo que llegó a ilusionar con una idea futbolística clara y definida.
Se cierra con dos partidos
All Boys, todavía con la urgencia de sumar para no caer en zona de descenso, recibirá a Brown de Adrogué, en uno de los dos partidos que cerrarán hoy la 41º fecha.
El cotejo se jugará a partir de las 20.05 en el estadio Islas Malvinas del porteño barrio de Floresta, con el arbitraje de Luis Álvarez y televisado por DeporTV.
All Boys tiene un acumulado de 150 puntos, igual que Independiente Rivadavia de Mendoza, que es el primer equipo que está ubicado en zona de descenso, pero que estaría perdiendo la categoría. El conjunto de Floresta tiene pendiente el fallo del partido como visitante ante Atlético Paraná, suspendido a los 33 minutos por agresión al juez de línea Martín Bustos, quien recibió un piedrazo en la cabeza.
All Boys deberá esperar que el Tribunal de Disciplina de la AFA dictamine si se le da el partido por ganador por la agresión a Bustos, o si se reanudan los 12 minutos que restan jugar. El último antecedente es de la semana pasada, cuando le dieron por ganado el partido a Talleres de Remedios de Escalada, en la Primera B, por incidentes en la tribuna de Almirante Brown entre las distintas facciones de su barra brava.
En el otro partido, a las 20, Ferrocarril Oeste, con 56 puntos y en el séptimo lugar de la tabla, recibirá a Atlético Paraná, condenado ya a perder la categoría.