El Gobierno británico anunció ayer su decisión de abandonar el Convenio de Londres sobre pesca, con el fin de recuperar el control exclusivo de los derechos de pesca a proximidad de sus costas tras el voto a favor del Brexit.
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El Gobierno británico anunció ayer su decisión de abandonar el Convenio de Londres sobre pesca, con el fin de recuperar el control exclusivo de los derechos de pesca a proximidad de sus costas tras el voto a favor del Brexit.
El convenio firmado en el año 1964, nueve años antes de la entrada de Reino Unido en la Unión Europea en 1973, autoriza la pesca en una "zona de entre seis y 12 millas" náuticas frente a las costas de los países firmantes, un acuerdo mucho más favorable que el derecho europeo, que fija la distancia límite en 12 millas náuticas.
Después de que Reino Unido abandone ese convenio, los pescadores británicos perderán el derecho de faenar a proximidad de las costas de los otros cinco países firmantes: Francia, Bélgica, Alemania, Irlanda y Holanda.
"Es una primera etapa histórica hacia la construcción de una nueva política de pesca nacional en un momento en el que abandonamos la Unión Europea", declaró el ministro británico de Medio Ambiente, Michael Gove, en un comunicado.
"Esto significa que, por primera vez en 50 años, podremos decidir quién tiene acceso a nuestras aguas", añadió.
Un largo proceso
El Gobierno británico notificará hoy su decisión a los demás Estados firmantes del convenio, iniciando así un proceso de salida que tardará dos años. Londres deberá negociar en paralelo su retirada de la Política Pesquera Común en el marco del Brexit.
En 2015, los barcos británicos pescaron unas 708 mil toneladas de pescado, con un valor de 775 millones de libras esterlinas (cerca de 900 millones de euros), según Londres.
Los barcos extranjeros que faenaron en aguas británicas gracias al Convenio de Londres capturaron, por su parte, 10 mil toneladas de pescado, indicó la misma fuente.