En la edición del día 5 del corriente mes, El Tribuno de Jujuy daba cuenta de lo siguiente a través de un envío de nuestro corresponsal en la ciudad fronteriza: "En Tres Cruces Gendarmería detectó el traslado de una importante suma de dinero. Pese al hermetismo se supo que la edil quiaqueña Raquel Gregorio trasladaba 600 mil pesos, aunque no se supo fehacientemente si es de su propiedad o a quien pertenecería el dinero. Los efectivos requisaron el automóvil ya que en varias oportunidades habían observado el mismo modus operandi y les pareció sospechosa la actitud. Ante la requisitoria la concejal habría manifestado que era trasladada hacia la capital jujeña".
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En la edición del día 5 del corriente mes, El Tribuno de Jujuy daba cuenta de lo siguiente a través de un envío de nuestro corresponsal en la ciudad fronteriza: "En Tres Cruces Gendarmería detectó el traslado de una importante suma de dinero. Pese al hermetismo se supo que la edil quiaqueña Raquel Gregorio trasladaba 600 mil pesos, aunque no se supo fehacientemente si es de su propiedad o a quien pertenecería el dinero. Los efectivos requisaron el automóvil ya que en varias oportunidades habían observado el mismo modus operandi y les pareció sospechosa la actitud. Ante la requisitoria la concejal habría manifestado que era trasladada hacia la capital jujeña".
La información se completó con los siguientes párrafos: "En Tres Cruces Gendarmería detectó el traslado de una importante suma de dinero. Pese al hermetismo se supo que la edil quiaqueña Raquel Gregorio trasladaba 600 mil pesos, aunque no se supo fehacientemente si es de su propiedad o a quien pertenecería el dinero. Los efectivos requisaron el automóvil ya que en varias oportunidades habían observado el mismo modus operandi y les pareció sospechosa la actitud. Ante la requisitoria la concejal habría manifestado que era trasladada hacia la capital jujeña".
Agraviada por la información que en ningún momento ni menciona ni sugiere que se haya tratado de un delito, la concejal, lejos de informar y aclarar como hubiese sido su obligación constitucional como funcionaria pública, en los espacios que le fueron ofrecidos en el Tribuno de Jujuy, cuando planteó su queja, rechazó esa posibilidad y desató un show mediático/político con el que insiste hasta hoy. Incluyendo amenazas de denuncias y planteos de reparación.
El Tribuno de Jujuy consultó con el Comandante del Escuadrón 21 de La Quiaca, Eduardo Echeverry, quien con evasivas y elusiones, pretendió desconocer los hechos y evitó confirmarlos o negarlos, incurriendo de la peor manera en una supuesta convivencia detrás de una suerte de pacto de silencio que terminaría favoreciendo los intereses y objetivos de la supuesta damnificada.
El Tribuno publica en esta página una entrevista realizada al Comandante donde se leen sus expresiones y entre líneas se advierte con claridad la situación del Escuadrón bajo su mando y su relación con los funcionarios de la ciudad.
El Tribuno de Jujuy, comunica que respeta y respetará el derecho a informar, a la libertad de prensa, y al resguardo constitucional de las fuentes. Pero denuncia públicamente la imposibilidad de cumplir y hacer cumplir dichos principios, por la injerencia de intereses ajenos a la transparencia por parte de la supuesta damnificada y del jefe del Escuadrón de Gendarmería de la ciudad de La Quiaca, actitud que no lesiona el accionar noble y patriótico de esa Fuerza, orgullo de nuestro país y nuestra provincia.
Asimismo, comunica ya hizo reserva de accionar sus derechos legales con las acciones que correspondan.
Lo normal de ser funcionario y pasar con dinero por controles
El Comandante del Escuadrón 21 de La Quiaca, Eduardo Etcheverry, habló sobre los hechos en los que se involucra a la fuerza y reconoció que “es común que funcionarios municipales pasen con dinero”.
En su extensa nota no negó ni admitió que una legisladora haya pasado el control de la localidad de Tres Cruces con dinero pero dijo que “es común que si una persona sea funcionaria o no, muestra comprobantes de extracción de dinero de una entidad bancaria, los gendarmes la dejan pasar”.
Respecto al operativo en cuestión señaló que, “nosotros tenemos que controlar a todos los vehículos que pasan. Pero lo que tenemos que constatar si está todo en regla. Por ejemplo si vos acreditas que viniste al banco Macro (por ejemplo) y sacaste (por decir) un millón de dólares y tenés el comprobante, generalmente pasas”.
“Una sola vez le ocurrió al subjefe. Me avisaron que alguien iba a pasar con guita. Ellos venían con los fajos de billetes pero con comprobantes” indicó. Más adelante reconoció que no es la primera vez que un funcionario pasa con dinero, “en otras oportunidades me pasó que me llamaron y me informaron que tal funcionario iba a pasar con dinero, yo consulté si estaba todo en regla y me dijeron que si. Ahí estaba todo bien”.
“Esto es una zona de frontera, todos sabemos que acá todo puede pasar, todo puede ocurrir, todos podemos estar involucrados en hechos de corrupción, entonces nos tenemos que someter al control de Tres Cruces” sentenció Etcheverry. Más adelante el titular de la fuerza opinó sobre la situación financiera del municipio. “Una fuente (funcionario del municipio) me dijo que si ellos van a comprar, lo hacen con cheques. Pero ahí está la otra duda que me nace. El propio Tito (intendente) en los actos habló de que el municipio está embargado. Toda la guita que entra no la puede meter al municipio. El asunto que compra cosas (camiones, camionetas, moto), pero no se a nombre de quién las pone. Eso es lo raro no?", porque “guita que mete o inmueble que compra y lo pone a nombre del municipio, se lo embargan. No digo que es justificado el tema de andar con dinero, pero creo que por ahí vendría la mano”. Finalmente se refirió a los controles que efectúan, “acá hay que tener criterio para revisar los coches, no podemos revisar a todo el mundo todos los días. A veces hay épocas de vacas flacas, donde no secuestramos ni una toalla y hay que justificar nuestra existencia”.
La Quiaca, una ciudad con conflictos permanentes
La otrora pujante ciudad de La Quiaca hoy aparece envuelta en conflictos. La gestión que llegó para poner orden y “moralizar” la frontera, ya ha generado diversos hechos que no dejan lugar a dudas acerca de su incapacidad y su dudosa posición con respeto a la supuesta defensa de la transparencia.
La Municipalidad que conduce Miguel Tito ya se ha visto envuelta en cuestionamientos y problemas a los que no les alcanza la muletilla de la “herencia recibida” para disimular tanto desmanejo. Un caos permanente impide la conformación y el trabajo normal del concejo Deliberante y en consecuencia también el de los organismos municipales. Esto no es nuevo esto en la ciudad. Ya la gestión del intendente Daniel Suárez había tenido una dura lucha para revertir el caos que una anterior “gestión Tito” le había dejado como presente griego. En un raro juego de idas y vueltas, luego Miguel Tito fue concejal durante un período, a lo largo del cual no se le reconoce actividad efectiva a favor de los quiaqueños, pero si la paciencia de haber iniciado un reclamo por haberes supuestamente mal liquidados, que ahora, de vuelta en la intendencia, acelera y aprueba el trámite y se paga a sí mismo una importante suma, desconociendo todos los límites de la ética. Esto es un botón de muestra. Un secreto que todos conocen en La Quiaca.
Otros de los temas quiaqueños, son las irregularidades que ocurren y se tapan en el ámbito de la Gendarmería Nacional, donde su propio jefe, el comandante del escuadrón 21, confirma como “normal” en cualquier lugar donde actúa la fuerza, un robo como el que ocurrió en su escuadrón (más de veinte fusiles y municiones de grueso calibre). Sobre esto, nunca se amplió información, ni se conocen detalles de una investigación si es que la hay. También para el comandante del escuadrón 21, Eduardo Andrés Echeverry, es “normal” que funcionarios municipales transiten con grandes sumas de dinero en efectivo por las rutas nacionales que debería controlar. Él lo justifica por el escándalo de embargos e irregularidades del municipio, que obliga a sus funcionarios a acarrear sumas en efectivo. pero desnuda a la vez, la liviandad y permeabilidad de los controles en la propia ciudad o en el puesto caminero de Tres Cruces, (que de acuerdo a las difusas e inaceptables declaraciones del comandante), pareciera funcionar como una célula independiente y sumamente permeable. Llama la atención que el comandante desconozca los operativos como el realizado en Tres Cruces, que según un Sargento Primero del escuadrón, (según consta en una grabación realizada por un cronista de El Tribuno de Jujuy), habría sido el que detectó a la concejal Raquel Gregorio, intentando viajar a San Salvador de Jujuy con $ 600.000, aparentemente para pagar obras o comprar elementos para la ciudad fronteriza.
Estos y otros secretos a voces que por razones de espacio nos reservamos en esta ocasión, son los que toda la ciudadanía de La Quiaca conoce y padece, mientras sus autoridades se prestan a todo tipo de irregularidades. Exactamente lo contrario de lo que los quiaqueños, quieren y necesitan para vivir y desarrollarse.
Solicitada: Aclaración necesaria frente a una actitud que pretende ensuciar la política
Una autodefinida como una “persona simple, ama de casa, trabajadora “que alcanzó notoriedad al ser incluida en la lista de candidatos a concejal por el partido municipal “Quiaqueños” resultó favorecida con el voto popular y logró la banca pretendida en la elección del año 2015. Al parecer la señora quedó convencida de que tal distinción incluía a la facultad de esquivar las explicaciones que todo funcionario- electo designado- está obligado a ofrecer cuando cualquier sombra de duda sobre sus procederes toma estado público.
Un procedimiento “normal” realizado por efectivos de la Gendarmería Nacional del puesto de control de la localidad de Tres Cruces, dependiente del Escuadrón 21 con asiento en la ciudad de La Quiaca, habría detectado que a una concejala quiaqueña, le habría sido encontrada la suma de $600.00 en efectivo durante el control habitual en un supuesto viaje desde la ciudad fronteriza hacia San Salvador de Jujuy. Dicho viaje, en un automóvil Chevrolet Corsa de color bordó, en el que se transportaba con un acompañante, finalmente no se habría completado, a pesar de que una vez constatada la identidad de la edil, el personal de Gendarmería resolvió liberar al tránsito.
El procedimiento, de cuya realización dieron cuenta efectivos de la fuerza (en material grabado disponible en nuestra redacción) no fue confirmado ni desmentido por el jefe del Escuadrón comandante Eduardo Echeverry, bajo el inadmisible argumento de “no estar al tanto de lo que ocurría” o con la excusa de que sería muy común que funcionarios municipales viajen trasladando gruesas sumas de dinero en efectivo. Obviamente, si la Gendarmería no completa de manera eficiente y efectiva en el control de la procedencia de esos dineros (que podrían ser dineros públicos de todos los quiaqueños), cuyo traslado de esa manera aparece cuando menos como irregular, ni las autoridades de la Aduana ni la Afip, podrían tener conocimiento y actuar en consecuencia.
La citada y autodefinida “persona simple, ama de casa, trabajadora “y concejal, el día sábado 6 del corriente, desmintió en otros medios la publicación del episodio realizado en El Tribuno de Jujuy, reconociendo sin embargo que al plantear su queja por lo que consideró una información inexacta, nuestro diario le ofreció los espacios suficientes para formular su aclaración, a lo que ella se negó, esquivando su obligación como funcionaria, y quebrando una sana práctica democrática. Cabe destacar que El Tribuno de Jujuy, a lo largo de más de 37 años de existencia siempre se ha caracterizado por cumplir con su derecho. Debe brindar a sus lectores información seria, veraz y objetiva, respetando el derecho de réplica que la Constitución Provincial le reconoce a cualquier persona cuando se dan las condiciones previstas por el art. 23 inc. 4. de la Constitución Provincial, siendo clara muestra de que ello es así, el hecho que la señora Concejal lo reconociera en su pública reclamación.
En una solicitada, El Bloque de Concejales al que pertenece, seguramente con el asesoramiento de quienes creen haber encontrado un filón para alcanzar la notoriedad que de otra manera no lo lograrían, atacan a El Tribuno de Jujuy y personalizan el ataque en su Director Ejecutivo, pretendiendo endilgarles el ánimo de usar “ la infamia, la mentira, la calumnia”, y agrega “ser millonario y propietario de un medio de comunicación para desprestigiar a una persona y a un proyecto político de trabajo y honestidad”. Recordamos a los firmantes que eventualmente ser millonario y propietario de un medio no constituiría un delito, y si en cambio la señora Concejal en cuestión se le habría imputado a comisión de un delito como lo refieren, ella debería cumplir con la obligación de querellar hasta vindicarse conforme lo prevé el art. 62 de la Constitución Provincial.
La bajeza de la supuesta defensa, da cuenta de la calidad de personas y particularmente de la principal involucrada, que en vez de explicar y dejar a resguardo su buen nombre, niega el hecho que efectivamente existió del que se informó, y que en ningún momento se calificó como si fuese delito.
Todo lo demás, aparece como la búsqueda desesperada de la supuesta damnificada y sus pares, por lograr alguna notoriedad ya aprovechar para ensuciar y agraviar el ámbito de la política de manera aviesa, utilizando un episodio que es totalmente ajeno a la vida de los partidos, sus dirigentes y sus objetivos. El tribuno de Jujuy y su director ejecutivo, ya hicieron las reservas de acudir a la Justicia Federal, a la autoridad nacional de Gendarmería y a la Justicia Provincial, para solicitar las explicaciones de los permisos y/o deficientes controles y procedimientos reconocidos por el Jefe de Escuadrón 2, y las razones por las que éste negó sistemáticamente la entrega de los registros de video de los controles del puesto de Tres Cruces (requerido oficial y fehacientemente por El Tribuno de Jujuy- periodísticamente y por carta documento el día 8 de mayo y retirado el 9).Ese material debería estar a disposición por ser vital para confirmar los procedimientos, tanto la empresa interesada como por las autoridades de Aduana o Afip, y la Justicia, que frente al posible ocultamiento y destrucción de pruebas y la falta de informes correctos, tampoco pueden llevar a cabo su cometido con precisión.
También actuaremos en demanda de la reparación de los insultos, acusaciones destempladas y agravios innecesarios con que los supuestos damnificados y sus asesores intelectuales, cuyo objetivo parece reducirse a dañar la imagen y el prestigio de un medio de comunicación líder en la región, obtener un pobre rédito político y en subsidios quizás también pretender hacerse de una jugosa “compensación” en efectivo. Lo único que debieron hacer, es actuar con la democrática y republicana responsabilidad de aclarar a la prensa y especialmente a la comunidad La Quiaca, los motivos, las razones y los objetivos de sus procederes poco claros.
De esta manera, el Directorio de diario El Tribuno de Jujuy, da por terminado el episodio, y solamente continuará las acciones necesarias ante las autoridades judiciales y administrativas pertinentes.