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27 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Escudo antimisiles pone a China y Rusia en alerta

Este posicionamiento militar no tiene el acuerdo de China y Rusia, países que rechazaron su instalaciónSe abre otra página de un conflicto internacional que está siempre latente en la península de Corea.

Martes, 02 de mayo de 2017 18:56

El Ejército de Estados Unidos confirmó que el sistema de Defensa Aérea Terminal de Gran Altura (Thaad, por sus siglas en inglés), el escudo antimisiles que Seúl y Washington acordaron instalar en julio, ya está operativo en Corea del Sur, una medida rechazada por China y Rusia.

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El Ejército de Estados Unidos confirmó que el sistema de Defensa Aérea Terminal de Gran Altura (Thaad, por sus siglas en inglés), el escudo antimisiles que Seúl y Washington acordaron instalar en julio, ya está operativo en Corea del Sur, una medida rechazada por China y Rusia.

El anuncio ahondó un nuevo frente de conflicto en la convulsionada península coreana y se suma a la escalada protagonizada por Washington y Pyongyang.

"Las Fuerzas de Estados Unidos en Corea (Usfk, por sus siglas en inglés) confirman que el sistema de Defensa Aérea Terminal de Gran Altura (Thaad) está operativo y tiene la capacidad de interceptar misiles norcoreanos y defender a la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur)", indica el comunicado del organismo militar enviado por correo electrónico a EFE.

En una primera reacción, China exigió el cese inmediato del despliegue del sistema Thaad en Corea del Sur, y se declaró "dispuesta a tomar las medidas que sean necesarias para proteger" sus intereses.

El portavoz de la cancillería china, Geng Shuang, indicó ante la prensa que la posición de su país sobre el sistema Thaad no ha cambiado, informó la agencia de noticias Tass.

El sistema Thaad intercepta las cabezas explosivas de los proyectiles balísticos al final de su curso medio y durante la fase de aproximación al blanco; también protege ciudades e instalaciones clave de proyectiles balísticos de corto alcance o estratégicos.

Esgrimiendo el peligro norcoreano, Seúl y Washington acordaron el despliegue de ese sistema, contra la fuerte oposición de China y Rusia, en julio de 2016.

El escueto anuncio oficial estadounidense, firmado por el coronel Richard Manning, ocurre apenas una semana después de que comenzó la instalación del Thaad en un antiguo campo de golf de la localidad de Seongju, a unos 200 kilómetros de Seúl. Además, la noticia se conoce en un momento de especial tensión en la península coreana a raíz de los repetidas pruebas de armamento de Pyongyang, y cuando dos bombarderos estratégicos B1 estadounidenses de la base aérea Andersen en la isla de Guam, participaron ayer en maniobras con fuerzas de Corea del Sur y Japón, lo que despertó una reacción norcoreana. El Thaad está rodeado de polémica y no solo es cuestionado por los agricultores de Seongju, que se muestran preocupados por la posibilidad de que su localidad se convierta en objetivo de ataques norcoreanos, sino también por los efectos que los potentes radares del escudo tengan sobre su salud y sus sembrados.

Muchos surcoreanos consideran que el despliegue se hizo de manera precipitada y que fue aprobado por un gobierno depuesto por un caso de corrupción, postura que defiende el candidato favorito a convertirse en nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que habló de una posible revisión del acuerdo.

A esto se agrega que el presidente norteamericano Donald Trump dijo la semana pasada que Seúl debería pagar los 1.000 millones de dólares que cuesta el THAAD, algo que el Gobierno interino surcoreano descartó, recordando que tuvo que adquirir los terrenos para el escudo.

También, la decisión de instalar el Thaad empeoró la relación de Seúl con Beijing.

 

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