River Plate se recuperó y volvió a sonreír. En Mendoza, goleó a Deportivo Morón y clasificó a la gran final de la Copa Argentina. Ahora definirá el certamen más federal del país ante Atlético Tucumán, que a su vez ya está clasificado a la Copa Libertadores de América porque el “millonario” ya tiene el boleto en su bolsillo al haber logrado pasaporte anteriormente.
Pero en el arranque del partido fue el “gallito” quien sorprendió. Porque después de un tiro libre de Scocco que pegó en el costado de la red, en un rápido contragolpe apareció el “Rengo” Díaz y de no ser por la brillante intervención de Germán Lux -sacó el balón al córner con una mano-, Morón hubiese abierto el marcador.
El “millonario” atacó siempre, siendo su mayor virtud. Sin embargo, no tuvo claridad en ningún momento. Las buenas intenciones se diluyeron en los últimos metros ante una sólida defensa.
Eso sí, a seis minutos del cierre, desbordó “Pity” Martínez por izquierda, envió un centro perfecto que “Nacho” Fernández cambió por festejo. El tema fue que el delantero estaba un metro y medio adelantado. Ni árbitro Vigliano ni su asistente se percataron.
Cuando el equipo de Walter Otta trataba de asimilar el cachetazo, tres minutos después Maidana apareció por atrás de todos y gritó el segundo. Pareció el principio del fin de este encuentro.
En el complemento, el conjunto de Marcelo Gallardo continuó siendo superior. Reguló a partir de los dos goles de diferencia y nunca se sintió incómodo. Al contrario cedió la pelota por momentos, pero Morón falló en la creación. Los muchachos del ascenso fueron corazón y empuje, pero cero ideas.
A los 30 minutos, tras un rápido contragolpe, Scocco pudo liquidar el pleito. Pero el rosarino falló en la estocada final y le dio vida al rival hasta el cierre.
Un claro penal de Pinola sobre Formica y un disparo a las nubes del ingresado Santos Borré sacudieron la modorra. Y en la última acción, el juvenil delantero colombiano tuvo su revancha y clavó el tercer tanto para un encuentro repleto de polémicas.
River se recuperó y sonrió. Claro que ahora irá por la obtención del título.
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River Plate se recuperó y volvió a sonreír. En Mendoza, goleó a Deportivo Morón y clasificó a la gran final de la Copa Argentina. Ahora definirá el certamen más federal del país ante Atlético Tucumán, que a su vez ya está clasificado a la Copa Libertadores de América porque el “millonario” ya tiene el boleto en su bolsillo al haber logrado pasaporte anteriormente.
Pero en el arranque del partido fue el “gallito” quien sorprendió. Porque después de un tiro libre de Scocco que pegó en el costado de la red, en un rápido contragolpe apareció el “Rengo” Díaz y de no ser por la brillante intervención de Germán Lux -sacó el balón al córner con una mano-, Morón hubiese abierto el marcador.
El “millonario” atacó siempre, siendo su mayor virtud. Sin embargo, no tuvo claridad en ningún momento. Las buenas intenciones se diluyeron en los últimos metros ante una sólida defensa.
Eso sí, a seis minutos del cierre, desbordó “Pity” Martínez por izquierda, envió un centro perfecto que “Nacho” Fernández cambió por festejo. El tema fue que el delantero estaba un metro y medio adelantado. Ni árbitro Vigliano ni su asistente se percataron.
Cuando el equipo de Walter Otta trataba de asimilar el cachetazo, tres minutos después Maidana apareció por atrás de todos y gritó el segundo. Pareció el principio del fin de este encuentro.
En el complemento, el conjunto de Marcelo Gallardo continuó siendo superior. Reguló a partir de los dos goles de diferencia y nunca se sintió incómodo. Al contrario cedió la pelota por momentos, pero Morón falló en la creación. Los muchachos del ascenso fueron corazón y empuje, pero cero ideas.
A los 30 minutos, tras un rápido contragolpe, Scocco pudo liquidar el pleito. Pero el rosarino falló en la estocada final y le dio vida al rival hasta el cierre.
Un claro penal de Pinola sobre Formica y un disparo a las nubes del ingresado Santos Borré sacudieron la modorra. Y en la última acción, el juvenil delantero colombiano tuvo su revancha y clavó el tercer tanto para un encuentro repleto de polémicas.
River se recuperó y sonrió. Claro que ahora irá por la obtención del título.