Clásicos son clásicos y sobre todo si el rival es Brasil. Argentina juega un partido aparte desde las 14.15 en el marco de la cuarta fecha del básquet en los Juegos Olímpicos. El jueves por la noche se perdió con Lituania 81 a 73 y hubieron muchas autocríticas.
En estadio "Arena Carioca 1", el equipo de Sergio Hernández deberá ganar para asegurar un lugar en los cuartos de final ante los dirigidos por el argentino Rubén Magnano.
Sin dudas, la preocupación de la organización se encuentra enfocada en las hinchadas de los dos países, que hasta el momento protagonizaron varios cruces verbales en las tribunas y también físicos en el duelo tenístico de Juan Martín Del Potro y el portugués Joao Sousa.
De hecho, Carlos Mac Allister, secretario de Deportes argentino, explicó días atrás acompañado del secretario de Deporte de Alto Rendimiento de Brasil, Luiz Lima, que siempre fueron "rivales pero nunca enemigos" con el objetivo de evitar un mal mayor.
En lo deportivo, Hernández esperará ver si puede o no contar con el base Nicolás Laprovíttola, ya que arrastra un esguince en el tobillo derecho.
De esta manera, la "albiceleste", compuesta por una parte de ''La Generación Dorada'' y una nueva camada, buscará su tercer éxito y posterior pasaje a los cuartos de final, mientras que el local hará lo propio con el aliento de su gente para quedar en la línea de 2-2 y obligar a una definición infartante en la última jornada.
Se jugará como un clásico y Argentina no debe volver a cometer los errores que tuvo en la derrota ante Lituania.
En estadio "Arena Carioca 1", el equipo de Sergio Hernández deberá ganar para asegurar un lugar en los cuartos de final ante los dirigidos por el argentino Rubén Magnano.
Sin dudas, la preocupación de la organización se encuentra enfocada en las hinchadas de los dos países, que hasta el momento protagonizaron varios cruces verbales en las tribunas y también físicos en el duelo tenístico de Juan Martín Del Potro y el portugués Joao Sousa.
De hecho, Carlos Mac Allister, secretario de Deportes argentino, explicó días atrás acompañado del secretario de Deporte de Alto Rendimiento de Brasil, Luiz Lima, que siempre fueron "rivales pero nunca enemigos" con el objetivo de evitar un mal mayor.
En lo deportivo, Hernández esperará ver si puede o no contar con el base Nicolás Laprovíttola, ya que arrastra un esguince en el tobillo derecho.
De esta manera, la "albiceleste", compuesta por una parte de ''La Generación Dorada'' y una nueva camada, buscará su tercer éxito y posterior pasaje a los cuartos de final, mientras que el local hará lo propio con el aliento de su gente para quedar en la línea de 2-2 y obligar a una definición infartante en la última jornada.
Se jugará como un clásico y Argentina no debe volver a cometer los errores que tuvo en la derrota ante Lituania.
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Clásicos son clásicos y sobre todo si el rival es Brasil. Argentina juega un partido aparte desde las 14.15 en el marco de la cuarta fecha del básquet en los Juegos Olímpicos. El jueves por la noche se perdió con Lituania 81 a 73 y hubieron muchas autocríticas.
En estadio "Arena Carioca 1", el equipo de Sergio Hernández deberá ganar para asegurar un lugar en los cuartos de final ante los dirigidos por el argentino Rubén Magnano.
Sin dudas, la preocupación de la organización se encuentra enfocada en las hinchadas de los dos países, que hasta el momento protagonizaron varios cruces verbales en las tribunas y también físicos en el duelo tenístico de Juan Martín Del Potro y el portugués Joao Sousa.
De hecho, Carlos Mac Allister, secretario de Deportes argentino, explicó días atrás acompañado del secretario de Deporte de Alto Rendimiento de Brasil, Luiz Lima, que siempre fueron "rivales pero nunca enemigos" con el objetivo de evitar un mal mayor.
En lo deportivo, Hernández esperará ver si puede o no contar con el base Nicolás Laprovíttola, ya que arrastra un esguince en el tobillo derecho.
De esta manera, la "albiceleste", compuesta por una parte de ''La Generación Dorada'' y una nueva camada, buscará su tercer éxito y posterior pasaje a los cuartos de final, mientras que el local hará lo propio con el aliento de su gente para quedar en la línea de 2-2 y obligar a una definición infartante en la última jornada.
Se jugará como un clásico y Argentina no debe volver a cometer los errores que tuvo en la derrota ante Lituania.
En estadio "Arena Carioca 1", el equipo de Sergio Hernández deberá ganar para asegurar un lugar en los cuartos de final ante los dirigidos por el argentino Rubén Magnano.
Sin dudas, la preocupación de la organización se encuentra enfocada en las hinchadas de los dos países, que hasta el momento protagonizaron varios cruces verbales en las tribunas y también físicos en el duelo tenístico de Juan Martín Del Potro y el portugués Joao Sousa.
De hecho, Carlos Mac Allister, secretario de Deportes argentino, explicó días atrás acompañado del secretario de Deporte de Alto Rendimiento de Brasil, Luiz Lima, que siempre fueron "rivales pero nunca enemigos" con el objetivo de evitar un mal mayor.
En lo deportivo, Hernández esperará ver si puede o no contar con el base Nicolás Laprovíttola, ya que arrastra un esguince en el tobillo derecho.
De esta manera, la "albiceleste", compuesta por una parte de ''La Generación Dorada'' y una nueva camada, buscará su tercer éxito y posterior pasaje a los cuartos de final, mientras que el local hará lo propio con el aliento de su gente para quedar en la línea de 2-2 y obligar a una definición infartante en la última jornada.
Se jugará como un clásico y Argentina no debe volver a cometer los errores que tuvo en la derrota ante Lituania.
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