Productores admitieron, no obstante, que la actual siembra afronta una seria baja y los precios "seguramente podrían dispararse en noviembre cuando empiece la nueva cosecha".
El presidente de la Asociación de Productores Hortícolas, Alberto Pate, y el secretario general de la Asociación de Trabajadores Hortícolas, Gustavo Arreseygor, señalaron que el sector está "atravesando un situación difícil por el alza de costos energéticos y laborales".
Ambos dirigentes coincidieron en que la intermediación "es la que hace disparar los precios, especialmente en los supermercados" y denunciaron que la diferencia entre el precio que se le paga a los productores y los de venta al público "a veces superan el 100 por ciento".
Arreseygor señaló que el aumento del precio del tomate que en estos momentos se comercializa entre 30 y 40 pesos y se le paga 20 pesos al productor, se produce por la escasez de stock producto de las fuertes lluvias que afectaron a las provincias productoras como Salta, Jujuy y Corrientes. El sindicalista señaló por ejemplo el aumento del kilo del morrón que se produce en el norte del país que por la caída de producción se está vendiendo a 140 pesos el kilo.
Por su parte, Pate consideró que "se necesitan políticas gubernamentales para que los productores sigan produciendo cada vez más, para que siempre haya producción suficiente".