El encargado de negocios de la Embajada Argentina en Turquía, Marcelo Appelhans, dijo que el intento del golpe de Estado del viernes pasado en Ankara y Estambul, "tomó por sorpresa a todo el mundo, no había rumores de malestar militar y nadie imaginaba eso".
La situación en la vida cotidiana está "prácticamente normalizada", adelantó el diplomático, que tranquilizó sobre los argentinos varados en los aeropuertos turcos: "ese tema está solucionado".
En diálogo con un medio argentino, Appelhans sostuvo que el mismo viernes, cuando empezaron a escuchar los aviones sobrevolando bajo, "muchos pensamos que era una acción militar vinculada a un acto terrorista, ya que Turquía sufrió varios en los últimos tiempos".
Para el encargado de negocios, la asonada del viernes fue "un movimiento militar muy acotado; hay detenidos 3.000 militares, algunos de muy alto rango, de un ejército de un millón de hombres". "Fue una acción muy faccional y limitada", resumió.
En cuanto a la vida, a tres días de los sucesos, el argentino sostuvo que la situación "está prácticamente normalizada, la actividad comercial y bancaria es normal y las áreas donde hubo daños materiales tienen algunas calles cerradas. El parlamento sufrió muchos daños". "Lo que sí comenzó a suceder son todas las consecuencias políticas y judiciales de la etapa que sigue", advirtió.
Si bien hay especulaciones mediáticas, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan "responsabiliza al líder religioso -el clérigo Fethullah Gulen- exiliado en Estados Unidos que fue su socio político hasta 2013 y a sus seguidores de acá".
Finalmente, comentó sobre la reestructuración institucional. "Es casi un hecho, porque además de los casi 3.000 militares detenidos, en la misma tarde del sábado ya se anunciaba que 2.500 jueces y fiscales eran suspendidos por estar vinculados al clérigo Fethullah Glen, esto va a avanzar y provoca resquemores en la oposición porque este avance podría ir más allá de los directamente implicados en el movimiento militar del viernes", aseguró el argentino Marcelo Appelhans.
La situación en la vida cotidiana está "prácticamente normalizada", adelantó el diplomático, que tranquilizó sobre los argentinos varados en los aeropuertos turcos: "ese tema está solucionado".
En diálogo con un medio argentino, Appelhans sostuvo que el mismo viernes, cuando empezaron a escuchar los aviones sobrevolando bajo, "muchos pensamos que era una acción militar vinculada a un acto terrorista, ya que Turquía sufrió varios en los últimos tiempos".
Para el encargado de negocios, la asonada del viernes fue "un movimiento militar muy acotado; hay detenidos 3.000 militares, algunos de muy alto rango, de un ejército de un millón de hombres". "Fue una acción muy faccional y limitada", resumió.
En cuanto a la vida, a tres días de los sucesos, el argentino sostuvo que la situación "está prácticamente normalizada, la actividad comercial y bancaria es normal y las áreas donde hubo daños materiales tienen algunas calles cerradas. El parlamento sufrió muchos daños". "Lo que sí comenzó a suceder son todas las consecuencias políticas y judiciales de la etapa que sigue", advirtió.
Si bien hay especulaciones mediáticas, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan "responsabiliza al líder religioso -el clérigo Fethullah Gulen- exiliado en Estados Unidos que fue su socio político hasta 2013 y a sus seguidores de acá".
Finalmente, comentó sobre la reestructuración institucional. "Es casi un hecho, porque además de los casi 3.000 militares detenidos, en la misma tarde del sábado ya se anunciaba que 2.500 jueces y fiscales eran suspendidos por estar vinculados al clérigo Fethullah Glen, esto va a avanzar y provoca resquemores en la oposición porque este avance podría ir más allá de los directamente implicados en el movimiento militar del viernes", aseguró el argentino Marcelo Appelhans.
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El encargado de negocios de la Embajada Argentina en Turquía, Marcelo Appelhans, dijo que el intento del golpe de Estado del viernes pasado en Ankara y Estambul, "tomó por sorpresa a todo el mundo, no había rumores de malestar militar y nadie imaginaba eso".
La situación en la vida cotidiana está "prácticamente normalizada", adelantó el diplomático, que tranquilizó sobre los argentinos varados en los aeropuertos turcos: "ese tema está solucionado".
En diálogo con un medio argentino, Appelhans sostuvo que el mismo viernes, cuando empezaron a escuchar los aviones sobrevolando bajo, "muchos pensamos que era una acción militar vinculada a un acto terrorista, ya que Turquía sufrió varios en los últimos tiempos".
Para el encargado de negocios, la asonada del viernes fue "un movimiento militar muy acotado; hay detenidos 3.000 militares, algunos de muy alto rango, de un ejército de un millón de hombres". "Fue una acción muy faccional y limitada", resumió.
En cuanto a la vida, a tres días de los sucesos, el argentino sostuvo que la situación "está prácticamente normalizada, la actividad comercial y bancaria es normal y las áreas donde hubo daños materiales tienen algunas calles cerradas. El parlamento sufrió muchos daños". "Lo que sí comenzó a suceder son todas las consecuencias políticas y judiciales de la etapa que sigue", advirtió.
Si bien hay especulaciones mediáticas, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan "responsabiliza al líder religioso -el clérigo Fethullah Gulen- exiliado en Estados Unidos que fue su socio político hasta 2013 y a sus seguidores de acá".
Finalmente, comentó sobre la reestructuración institucional. "Es casi un hecho, porque además de los casi 3.000 militares detenidos, en la misma tarde del sábado ya se anunciaba que 2.500 jueces y fiscales eran suspendidos por estar vinculados al clérigo Fethullah Glen, esto va a avanzar y provoca resquemores en la oposición porque este avance podría ir más allá de los directamente implicados en el movimiento militar del viernes", aseguró el argentino Marcelo Appelhans.
La situación en la vida cotidiana está "prácticamente normalizada", adelantó el diplomático, que tranquilizó sobre los argentinos varados en los aeropuertos turcos: "ese tema está solucionado".
En diálogo con un medio argentino, Appelhans sostuvo que el mismo viernes, cuando empezaron a escuchar los aviones sobrevolando bajo, "muchos pensamos que era una acción militar vinculada a un acto terrorista, ya que Turquía sufrió varios en los últimos tiempos".
Para el encargado de negocios, la asonada del viernes fue "un movimiento militar muy acotado; hay detenidos 3.000 militares, algunos de muy alto rango, de un ejército de un millón de hombres". "Fue una acción muy faccional y limitada", resumió.
En cuanto a la vida, a tres días de los sucesos, el argentino sostuvo que la situación "está prácticamente normalizada, la actividad comercial y bancaria es normal y las áreas donde hubo daños materiales tienen algunas calles cerradas. El parlamento sufrió muchos daños". "Lo que sí comenzó a suceder son todas las consecuencias políticas y judiciales de la etapa que sigue", advirtió.
Si bien hay especulaciones mediáticas, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan "responsabiliza al líder religioso -el clérigo Fethullah Gulen- exiliado en Estados Unidos que fue su socio político hasta 2013 y a sus seguidores de acá".
Finalmente, comentó sobre la reestructuración institucional. "Es casi un hecho, porque además de los casi 3.000 militares detenidos, en la misma tarde del sábado ya se anunciaba que 2.500 jueces y fiscales eran suspendidos por estar vinculados al clérigo Fethullah Glen, esto va a avanzar y provoca resquemores en la oposición porque este avance podría ir más allá de los directamente implicados en el movimiento militar del viernes", aseguró el argentino Marcelo Appelhans.
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