En la segunda ciudad de Siria al menos murieron 38 civiles tras los bombardeos en los barrios rebeldes y en sus alrededores, según la defensa civil, los más violentos desde hace unos diez días.
Según la defensa civil en estos barrios, 28 civiles murieron tras el lanzamiento de decenas de barriles de explosivos, un arma destructiva denunciada por las ong.
Otros 10 murieron cuando los aviones del régimen atacaron un autobús que circulaba cerca de la ciudad, por la carretera de Castello, la única que conecta con el exterior las zonas controladas por los insurgentes, añadió.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh) dio una cifra de 25 muertos, incluyendo seis niños.
El terror de la gente
"La carretera de Castello está cortada de facto porque cualquier movimiento está vigilado, ya sea de autobuses o de transeúntes", declaró a un medio local Rami Abdel Rahman, el director del Osdh.
"Esto quiere decir que los barrios rebeldes están totalmente asediados", advirtió.
Según el director, el régimen no sólo quiere atemorizar a la gente para "impedir que circule" sino mostrar a los civiles de las zonas rebeldes "que su única puerta de salida son los barrios bajo su control".
Antigua capital económica de Siria, Alepo está dividida en barrios controlados por los rebeldes en el este y barrios en manos de las fuerzas gubernamentales en el oeste.
En este marco, disparos de cohetes contra los barrios del oeste causaron varios heridos en la jornada de ayer, precisó Abdel Rahman, representante del Osdh.
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En la segunda ciudad de Siria al menos murieron 38 civiles tras los bombardeos en los barrios rebeldes y en sus alrededores, según la defensa civil, los más violentos desde hace unos diez días.
Según la defensa civil en estos barrios, 28 civiles murieron tras el lanzamiento de decenas de barriles de explosivos, un arma destructiva denunciada por las ong.
Otros 10 murieron cuando los aviones del régimen atacaron un autobús que circulaba cerca de la ciudad, por la carretera de Castello, la única que conecta con el exterior las zonas controladas por los insurgentes, añadió.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh) dio una cifra de 25 muertos, incluyendo seis niños.
El terror de la gente
"La carretera de Castello está cortada de facto porque cualquier movimiento está vigilado, ya sea de autobuses o de transeúntes", declaró a un medio local Rami Abdel Rahman, el director del Osdh.
"Esto quiere decir que los barrios rebeldes están totalmente asediados", advirtió.
Según el director, el régimen no sólo quiere atemorizar a la gente para "impedir que circule" sino mostrar a los civiles de las zonas rebeldes "que su única puerta de salida son los barrios bajo su control".
Antigua capital económica de Siria, Alepo está dividida en barrios controlados por los rebeldes en el este y barrios en manos de las fuerzas gubernamentales en el oeste.
En este marco, disparos de cohetes contra los barrios del oeste causaron varios heridos en la jornada de ayer, precisó Abdel Rahman, representante del Osdh.