La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lamentó que el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, haya logrado sobrevivir en su cargo para llevar adelante el proceso de juicio político en su contra, antes de ser suspendido por la máxima corte del país.
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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lamentó que el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, haya logrado sobrevivir en su cargo para llevar adelante el proceso de juicio político en su contra, antes de ser suspendido por la máxima corte del país.
"Digo mejor tarde que nunca, pero lamento que Cunha haya conseguido, muy caradura, presidir mi proceso, que es golpista, en la Cámara de Diputados", afirmó Rousseff al inaugurar la operación comercial de la central hidroeléctrica de Belo Monte, en el estado amazónico de Pará.
En su primera reacción, Rousseff sostuvo que Cunha actuó como "chantajista" porque abrió el juicio político en su contra luego de que el gobernante Partido de los Trabajdores, el 3 de diciembre, se negara a proteger al diputado de un proceso por falta de decoro -por omitir cinco cuentas en Suiza- en la comisión de ética de la cámara baja.
"Mi juicio político fue un chantaje, una venganza. Es un desvío de poder para vengarse", dijo sobre la decisión cautelar del magistrado, que demoró más de cinco meses en tomarla luego de un pedido hecho por el fiscal federal, Rodrigo Janot, en diciembre.
La decisión sobre Cunha llega cuando la próxima semana el pleno del Senado debe votar la suspensión o no de Rousseff del cargo por 180 días por supuestos delitos al alternar las prioridades en el presupuesto 2015, proceso que según la magistrada "es más una elección indirecta que un impeachment".
"El gran juez de nuestra democracia es el pueblo brasileño", afirmó Rousseff, quien acusó sin nombrarlo al vicepresidente Michel Temer de "cuestionar el gasto de los pobres" y reducir a 10 millones de personas la ayuda del plan Bolsa Familia que hoy reciben 46 millones de personas.
"Ellos quieren tirar en un rincón a 36 millones de brasileños. Y lo quieren hacer con un golpe porque si lo dicen en una elección no tendrían los votos. La democracia no es algo meramente formal, es algo conquistado con muertos, torturados, presos y exiliados. No es posible tirar a la basura esta conquista", sostuvo.
Piden anular juicio
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff afirmó ayer que la suspensión de Eduardo Cunha de la jefatura de la Cámara de Diputados de Brasil aumenta sus argumentos para reclamar el cese del juicio político de la jefa del Estado.
"Vamos a pedir la anulación del juicio político contra la presidenta. Este juicio político fue abierto por Cunha y quedó demostrado que lo hizo para obstaculizar su propia investigación", dijo el abogado general del gobierno brasileño, Eduardo Cardozo.
En una decisión cautelar, el juez del Supremo Tribunal Federal Teori Zavascki suspendió de su cargo a Cunha por considerarlo incapaz de comandar la cámara de diputados.
"Cunha usó el desvío de poder en su propia causa sobre corrupción y contra la Presidenta", dijo el abogado Cardoso y recordó que en diciembre el diputado dio cauce al pedido de juicio político cuando el gobierno se negó a defenderlo en un proceso por falta de decoro parlamentario.