En el caso del
asma en niños, para el médico
Jesús Chuquisaca son los que "sufren más". Sostuvo que se debe a que poseen virus que pueden despertar el asma, como el sincitial resespiratorio, la bacteria mycoplasma y sobre todo la gripe que produce la inflamación, que necesita una persona con predisposición para que aparezca el asma.
El asma se observa comúnmente en los niños y generaría ausentismo escolar y visitas al hospital. Una reacción alérgica es una parte clave del asma en los niños, y es que el
asma y las alergias a veces se presentan juntos. Sucede que los niños tienen vías respiratorias sensibles, los síntomas del asma se pueden desencadenar al inhalar sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Detalló que si hay un paciente con predisposición es porque el padre o ambos tienen asma, lo que aumenta la posibilidad.
Algunos desencadenantes comunes de asma incluyen, animales (pelo o caspa); polvo, moho y polen, ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros medicamentos, cambios del estado del tiempo (frío); químicos en el aire o en los alimentos, humo del tabaco, y infecciones virales, como el resfriado.
En el caso del
asma en niños, para el médico
Jesús Chuquisaca son los que "sufren más". Sostuvo que se debe a que poseen virus que pueden despertar el asma, como el sincitial resespiratorio, la bacteria mycoplasma y sobre todo la gripe que produce la inflamación, que necesita una persona con predisposición para que aparezca el asma.
El asma se observa comúnmente en los niños y generaría ausentismo escolar y visitas al hospital. Una reacción alérgica es una parte clave del asma en los niños, y es que el
asma y las alergias a veces se presentan juntos. Sucede que los niños tienen vías respiratorias sensibles, los síntomas del asma se pueden desencadenar al inhalar sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Detalló que si hay un paciente con predisposición es porque el padre o ambos tienen asma, lo que aumenta la posibilidad.
Algunos desencadenantes comunes de asma incluyen, animales (pelo o caspa); polvo, moho y polen, ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros medicamentos, cambios del estado del tiempo (frío); químicos en el aire o en los alimentos, humo del tabaco, y infecciones virales, como el resfriado.