Voces de testigos
En un comunicado, el primer ministro Ahmet Davutoglu maldijo a los autores del ataque y prometió continuar "combatiendo todas las formas de terrorismo".
"Oí una explosión cuando estaba dentro del café. Cuando salí, todo el mundo corría en todas direcciones", dijo Mustafá, camarero de local cercano al ataque. "Vi por todas partes gente tirada en el suelo, una verdadera carnicería".
"Escuchamos una fuerte explosión. Nos acercamos a la ventana y ahí vimos pedazos de cuerpos pegados a los vidrios", sostuvo otro tetsigo del ataque que vive en un edificio situado al frente del lugar.
La calle Istiklal fue evacuada después del atentado, así como gran parte de la plaza Taksim, según periodistas locales en el lugar de los hechos. Un helicóptero de la policía sobrevolaba la zona, donde había numerosos policías arma en mano.
Turquía se halla en alerta reforzada desde el año pasado, tras una serie de mortíferos atentados atribuidos a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) o a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que reanudaron sus enfrentamientos con las fuerzas de seguridad turcas.
El pasado domingo, un atentado con coche bomba contra una parada de autobús se cobró 35 vidas en el centro de la capital turca. El 17 de febrero, una acción similar dejó 29 muertos en el mismo corazón de Ankara.
Estos dos ataques fueron reivindicados por un grupo radical kurdo cercano al PKK, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), que ha prometido continuar sus ataques contra el Estado turco.
Por su parte, la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), organización paraguas ligada al PKK, difundió un comunicado condenando el ataque: "Como movimiento kurdo de libertad, nos oponemos a los ataques contra civiles y condenamos los ataques que los toman por objetivo". "Presentamos nuestras condolencias a las víctimas", añadió.