Con toda la ilusión en sus hombros, Valentín Jerez se encuentra en Buenos Aires. El jujeño, gracias al convenio que mantienen vigente el Club Deportivo Luján con el Club Deportivo Lanús, ya está instalado en el albergue "granate", entrenando y esperando la gran oportunidad de hacer una carrera futbolística.
Claro que llegar a tener esta posibilidad, no fue algo fácil, pero al llegar y tenerla ahora frente a sí, es algo que el mismo joven jugador debe saber aprovechar.
Para ello es fundamental el apoyo de todos. Sobre todo de los familiares, como lo destacó el padre de Valentín, José María Jerez, quien explicó que algo que le cuesta mucho a todos aquellos jugadores que deben ir a buscar fortuna en otros lugares es el "desarraigo. A mi hijo hace como dos años que lo vengo preparando y uno cree que está listo para dar este gran paso, pero no es así de sencillo. En Lanús vimos que se trabaja muy bien con los chicos. Porque más allá de ser jugadores, antes son personas y necesitan el apoyo de la familia sobre todo y contención. A veces son buenos jugadores, pero hay problemas en la familia, con los padres y eso puede llegar a influir en los rendimientos después".
Además contó que al principio cuando llegaron al club "granate", los chicos "que ya estaban te marcan la diferencia. Y si uno no es fuerte o no está preparado, se apichona. A nosotros la gente del interior nos cuesta el doble siempre llegar y surgir en este ambiente. Por eso creo que es importante lo que plantea Luis Civardi -presidente de Luján- en poner algún psicólogo o algo para que se encargue de manejar este tema con los chicos y prepararlos", y agregó agradeciendo a la entidad jujeña por "todos los que trabajan de forma honrada y desinteresada en beneficio de los chicos, siempre preocupándose por todos en todas las disciplinas".
Párrafo aparte merece el timbre de la voz en José María. Allí se nota el orgullo que Valentín le transmite a su padre. "Era el día de su cumpleaños y estando allí, le hicieron firmar todo y derecho a entrenar. Mi "changuito" es delantero y al principio no agarraba una. Mi señora quería que nos regresemos, porque rebotaba y le iba mal al principio. Pasando 20' agarró una pelota, pasó a tres rivales y la puso en un ángulo. Allí todos dijeron "mira al jujeño, lo que puede hacer". La verdad que es muy emocionante poder vivir todo esto. Realmente es un sueño que mi hijo esté allí y ojalá que sea el inicio de algo muy interesante e importante para él y para que así las puertas se puedan abrir para todos aquellos que pueda ir gracias a la gestión que hace el Club Luján", destacó el padre, orgulloso, de Valentín Jérez, hoy en las inferiores de Lanús.
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