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19 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Gimnasia no jugó a nada y Flandria se llevó el triunfo

Lunes, 14 de noviembre de 2016 01:30
Lamentablemente para los hinchas de Gimnasia no fue la excepción de la regla. Es que cuando no se juega a nada, es inevitable perder, a menos que la fortuna guiñe un ojo. Ayer, en el estadio "23 de Agosto", el "lobo" mostró su peor cara y no tan solo perdió bien en manos de Flandria, sino que el "canario" le hizo precio como se dice en el ambiente futbolístico. Si goleaba, nadie podría objetar el resultado final. Eso sí, para variar, el dueño de casa tuvo dos chances netas de gol que las desperdició. Noriega, solo sin arquero, definió horrible en el punto del penal y un centro de Ojeda al final se fue cerrando, pero el travesaño no quiso que terminara en festejo. Estaba decretado, tenía que ser derrota nomás en castigo al haber hecho todo al revés.

Los simpatizantes jujeños estallaron de bronca al finalizar el partido y pidieron que se vayan todos. Sciacqua confirmó que sigue.
Al minuto de comenzar el encuentro, Olmedo se encontró en el área con la pelota después de un rebote, pero no pudo sacar el disparo rápido. Fue un aviso. Un rato más tarde Céliz exigió al arquero Griffo, pero fue Flandria quien sorprendió en una jugada intrascendente. Camacho despejó con fuerza desde su campo, llegando el balón al área rival. Cavallotti trató de cubrir con su cuerpo la salida de la pelota, pero Fergonzi fue más inteligente, se acomodó, ganó la posición y definió con todo el arco a su disposición.

El gol fue un golpe duro, casi de nocaut. Porque a partir de allí, los problemas se potenciaron en el local. Ni Sufi por derecha ni Salces por izquierda fueron salidas, Olmedo perdió en el medio y sólo Frezzotti -cuándo no- intentó poner algo claridad. Céliz y Noriega fueron absorbidos por los centrales de Flandria, Toranzo y Riveros, las figuras de la cancha.

Todo fue predecible. Centro más centro, la única variante para atacar. Y así no se puede. Encima, a puro contragolpe, la visita pudo ampliar diferencias con dos oportunidades clarísimas. Fergonzi avanzó con autoridad, dejó desairado a Peppino y su pase para que Bueno convirtiera, fue desperdiciado. Increíble. El exGimnasia tenía todo el arco a su merced.

Luego fue Melivilo quien desparramó rivales y tiró un centro atrás que Fergonzi, también solo, ejecutó a las nubes. El equipo de Mario Sciacqua estaba para el cachetazo.
Sobre el cierre, tras un tiro de esquina, un cabezazo de Toranzo obligó a volar a Cavallotti y así evitar el segundo.

En el complemento, los cánticos se hicieron escuchar a medida que los minutos pasaban y más cuando Noriega se "comió" el empate. Pero en otro rápido ataque, el ingresado Seri no pudo darle dirección a su cabezazo. En el final, la suerte tampoco acompañó con aquel centro de Ojeda que terminó en el travesaño.

Gimnasia jugó muy mal y se fue envuelto en silbidos. Es la primera vez que Sciacqua fue el centro de las críticas. En conferencia de prensa -ver aparte- confirmó que continuará, pero sabe que su futuro dependerá de cómo pueda hacer reaccionar al grupo, que ayer no encontró el rumbo nunca. El próximo sábado visitará a Juventud Unida de Gualeguaychú con la mente puesta en recuperar la memoria.
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Lamentablemente para los hinchas de Gimnasia no fue la excepción de la regla. Es que cuando no se juega a nada, es inevitable perder, a menos que la fortuna guiñe un ojo. Ayer, en el estadio "23 de Agosto", el "lobo" mostró su peor cara y no tan solo perdió bien en manos de Flandria, sino que el "canario" le hizo precio como se dice en el ambiente futbolístico. Si goleaba, nadie podría objetar el resultado final. Eso sí, para variar, el dueño de casa tuvo dos chances netas de gol que las desperdició. Noriega, solo sin arquero, definió horrible en el punto del penal y un centro de Ojeda al final se fue cerrando, pero el travesaño no quiso que terminara en festejo. Estaba decretado, tenía que ser derrota nomás en castigo al haber hecho todo al revés.

Los simpatizantes jujeños estallaron de bronca al finalizar el partido y pidieron que se vayan todos. Sciacqua confirmó que sigue.
Al minuto de comenzar el encuentro, Olmedo se encontró en el área con la pelota después de un rebote, pero no pudo sacar el disparo rápido. Fue un aviso. Un rato más tarde Céliz exigió al arquero Griffo, pero fue Flandria quien sorprendió en una jugada intrascendente. Camacho despejó con fuerza desde su campo, llegando el balón al área rival. Cavallotti trató de cubrir con su cuerpo la salida de la pelota, pero Fergonzi fue más inteligente, se acomodó, ganó la posición y definió con todo el arco a su disposición.

El gol fue un golpe duro, casi de nocaut. Porque a partir de allí, los problemas se potenciaron en el local. Ni Sufi por derecha ni Salces por izquierda fueron salidas, Olmedo perdió en el medio y sólo Frezzotti -cuándo no- intentó poner algo claridad. Céliz y Noriega fueron absorbidos por los centrales de Flandria, Toranzo y Riveros, las figuras de la cancha.

Todo fue predecible. Centro más centro, la única variante para atacar. Y así no se puede. Encima, a puro contragolpe, la visita pudo ampliar diferencias con dos oportunidades clarísimas. Fergonzi avanzó con autoridad, dejó desairado a Peppino y su pase para que Bueno convirtiera, fue desperdiciado. Increíble. El exGimnasia tenía todo el arco a su merced.

Luego fue Melivilo quien desparramó rivales y tiró un centro atrás que Fergonzi, también solo, ejecutó a las nubes. El equipo de Mario Sciacqua estaba para el cachetazo.
Sobre el cierre, tras un tiro de esquina, un cabezazo de Toranzo obligó a volar a Cavallotti y así evitar el segundo.

En el complemento, los cánticos se hicieron escuchar a medida que los minutos pasaban y más cuando Noriega se "comió" el empate. Pero en otro rápido ataque, el ingresado Seri no pudo darle dirección a su cabezazo. En el final, la suerte tampoco acompañó con aquel centro de Ojeda que terminó en el travesaño.

Gimnasia jugó muy mal y se fue envuelto en silbidos. Es la primera vez que Sciacqua fue el centro de las críticas. En conferencia de prensa -ver aparte- confirmó que continuará, pero sabe que su futuro dependerá de cómo pueda hacer reaccionar al grupo, que ayer no encontró el rumbo nunca. El próximo sábado visitará a Juventud Unida de Gualeguaychú con la mente puesta en recuperar la memoria.

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