En primer término los realizadores se refirieron a sus inicios en el cine experimental, "en esa época nos conocimos y hacíamos video arte, cosas bastante locas y Daniel (Desaloms) tenía un programa de televisión y era el único que daba aire a ese tipo de material", dijeron. Luego recordaron los programas "Televisión abierta" y "Cupido" ya que fueron ellos las mentes detrás de estos formatos que en su momento sorprendieron por su desprejuicio y que proporcionaron momentos altamente bizarros a la TV nacional. "Fueron los primeros "realities" del la TV y antes de YouTube eran un espacio exclusivo para los televidentes. En Televisión Abierta le llevábamos una cámara a quien la solicitaba para que haga lo que quiera. Hicimos un programa irruptivo y perturbador que en su momento fue renovador". Después hablaron sobre la película que los posicionó en la industria como grandes cineastas: "El hombre de al lado", inquietante y sarcástico filme sobre los conflictos de un diseñador con un vecino que abre una ventana sobre la medianera. "La idea de "El hombre de al lado", surgió a partir de una experiencia personal de Andrés Duprat (hermano de Gastón), él es curador de arte y nos contó las desgracias tragicómicas que le pasaron a él con un vecino y le sugerimos que haga el guión. Y el filme transmitió esa incomodidad que él mismo sintió. Nos fue muy bien con esa película, apostamos a actores que no eran taquilleros (Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd) y demostramos que el público es más sofisticado de lo que se cree", expresaron. También mencionaron su producción menos popular "Voy a comprar cigarrillos y vuelvo", "fue una película fallida aunque a nosotros nos gusta mucho. Es de ciencia ficción y muy disparatada y muestra como un hombre mediocre (Emilio Disi) hace un pacto con una especie de Mefistófeles y falla. Viaja en el tiempo para corregir errores y comete otros peores".
Seguidamente, los "niños terribles" del cine nacional, según los calificó Desaloms, se refirieron a "El ciudadano ilustre", "dejamos mucho en el camino con este proyecto, fueron cinco años de trabajo. Tuvimos muchos problemas para hacerla, nos arriesgamos, nos equivocamos, nos empobrecimos hasta que dimos con el productor adecuado. No es fácil hacer cine, con el proyecto avanzado se nos cayó todo (productores, distribuidores). Incluso nos querían hacer firmar una cláusula absurda, casi una vejación y no quisimos: nos querían cobrar una multa de 5.000 dólares si llegábamos tarde al rodaje y si esto pasaba más de una vez se quedaban con los derechos de todo el proyecto", contaron. También relataron que pelearon mucho para que Oscar Martínez fuera el protagonista, "los productores no lo querían pero lo defendimos", aseveraron.
Asimismo indicaron que el guión también estuvo a cargo de Andrés Duprat y que tuvo muchas reescrituras, "filmamos con la versión número 80 y pico y la historia es un ejercicio para el espectador inteligente", dijeron.
Y subrayaron el trabajo del elenco, "uno de los defectos del cine nacional es la selección de personajes secundarios, las pequeñas participaciones son las más difíciles de hacer, así que esto los estudiamos mucho, trabajamos mucho con los personajes que hacen roles pequeños", contaron.
En este tramo final de la charla Belén Chavanne tomó la palabra quien sobre su labor en El ciudadano ilustre contó que, "yo hice el casting y recién tres años después me llamaron. Me tocó hacer un personaje arriesgado muy frontal. El trabajo del actor se facilita mucho con buenos directores y fue una experiencia muy divertida y un gran aprendizaje", aseguró.
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En primer término los realizadores se refirieron a sus inicios en el cine experimental, "en esa época nos conocimos y hacíamos video arte, cosas bastante locas y Daniel (Desaloms) tenía un programa de televisión y era el único que daba aire a ese tipo de material", dijeron. Luego recordaron los programas "Televisión abierta" y "Cupido" ya que fueron ellos las mentes detrás de estos formatos que en su momento sorprendieron por su desprejuicio y que proporcionaron momentos altamente bizarros a la TV nacional. "Fueron los primeros "realities" del la TV y antes de YouTube eran un espacio exclusivo para los televidentes. En Televisión Abierta le llevábamos una cámara a quien la solicitaba para que haga lo que quiera. Hicimos un programa irruptivo y perturbador que en su momento fue renovador". Después hablaron sobre la película que los posicionó en la industria como grandes cineastas: "El hombre de al lado", inquietante y sarcástico filme sobre los conflictos de un diseñador con un vecino que abre una ventana sobre la medianera. "La idea de "El hombre de al lado", surgió a partir de una experiencia personal de Andrés Duprat (hermano de Gastón), él es curador de arte y nos contó las desgracias tragicómicas que le pasaron a él con un vecino y le sugerimos que haga el guión. Y el filme transmitió esa incomodidad que él mismo sintió. Nos fue muy bien con esa película, apostamos a actores que no eran taquilleros (Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd) y demostramos que el público es más sofisticado de lo que se cree", expresaron. También mencionaron su producción menos popular "Voy a comprar cigarrillos y vuelvo", "fue una película fallida aunque a nosotros nos gusta mucho. Es de ciencia ficción y muy disparatada y muestra como un hombre mediocre (Emilio Disi) hace un pacto con una especie de Mefistófeles y falla. Viaja en el tiempo para corregir errores y comete otros peores".
Seguidamente, los "niños terribles" del cine nacional, según los calificó Desaloms, se refirieron a "El ciudadano ilustre", "dejamos mucho en el camino con este proyecto, fueron cinco años de trabajo. Tuvimos muchos problemas para hacerla, nos arriesgamos, nos equivocamos, nos empobrecimos hasta que dimos con el productor adecuado. No es fácil hacer cine, con el proyecto avanzado se nos cayó todo (productores, distribuidores). Incluso nos querían hacer firmar una cláusula absurda, casi una vejación y no quisimos: nos querían cobrar una multa de 5.000 dólares si llegábamos tarde al rodaje y si esto pasaba más de una vez se quedaban con los derechos de todo el proyecto", contaron. También relataron que pelearon mucho para que Oscar Martínez fuera el protagonista, "los productores no lo querían pero lo defendimos", aseveraron.
Asimismo indicaron que el guión también estuvo a cargo de Andrés Duprat y que tuvo muchas reescrituras, "filmamos con la versión número 80 y pico y la historia es un ejercicio para el espectador inteligente", dijeron.
Y subrayaron el trabajo del elenco, "uno de los defectos del cine nacional es la selección de personajes secundarios, las pequeñas participaciones son las más difíciles de hacer, así que esto los estudiamos mucho, trabajamos mucho con los personajes que hacen roles pequeños", contaron.
En este tramo final de la charla Belén Chavanne tomó la palabra quien sobre su labor en El ciudadano ilustre contó que, "yo hice el casting y recién tres años después me llamaron. Me tocó hacer un personaje arriesgado muy frontal. El trabajo del actor se facilita mucho con buenos directores y fue una experiencia muy divertida y un gran aprendizaje", aseguró.