Gimnasia se sacó la mufa de encima. Después de tres empates consecutivos, anoche gritó victoria en el estadio "23 de Agosto" y volvió a mirar el campeonato con otros ojos. El dos a cero ante Central Córdoba de Santiago del Estero fue más que justificado. Inclusive debió haber goleado, pero nuevamente falló en la estocada final y recién en el cierre, el ingresado Milton Céliz terminó de asegurar el triunfo.
El "lobo" jugó su mejor partido del campeonato. Lejos. En el primer tiempo, de la mano de la dupla Frezzotti-Auzqui, se adueñó del mediocampo y empezó a generar chances de gol. Un cabezazo de Noriega y un tiro de Vila que dio en el palo fueron un aviso. Entonces no sorprendió cuando Cristian Díaz clavó un golazo de 35 minutos, dejando en el piso a un rival. Los hinchas se cansaron de aplaudir.
El "lobo" jugó su mejor partido del campeonato. Lejos. En el primer tiempo, de la mano de la dupla Frezzotti-Auzqui, se adueñó del mediocampo y empezó a generar chances de gol. Un cabezazo de Noriega y un tiro de Vila que dio en el palo fueron un aviso. Entonces no sorprendió cuando Cristian Díaz clavó un golazo de 35 minutos, dejando en el piso a un rival. Los hinchas se cansaron de aplaudir.
Estaba bien. Era un premio para el equipo que mejor había hecho las cosas.
En el complemento, el local continuó yendo al frente y obligó a Lucas Calviño, el arquero del "ferroviario", a lucirse en un par de ocasiones. También es cierto que el "Uno" de Gimnasia, Maximiliano Cavallotti, ganó dos manos a manos increíbles a Sequiera y Miranda en sendos ataques de la visita, encabezados por Becerra.
La infantil expulsión de Mieres por pegarle abajo a Maki Salces simplificó la historia. Con espacios, el "lobo" a puro contragolpe inclinó la cancha. Vila dos veces, Sanabria y el ingresado Céliz desperdiciaron oportunidades increíbles. Pero el final, el exArsenal anotó y aseguró la victoria.
La infantil expulsión de Mieres por pegarle abajo a Maki Salces simplificó la historia. Con espacios, el "lobo" a puro contragolpe inclinó la cancha. Vila dos veces, Sanabria y el ingresado Céliz desperdiciaron oportunidades increíbles. Pero el final, el exArsenal anotó y aseguró la victoria.
El equipo de Mario Sciacqua ganó con justicia, pero no tuvo necesidad de sufrir. Por tal motivo, la materia pendiente sigue siendo "no perdonar" tanto.
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Gimnasia se sacó la mufa de encima. Después de tres empates consecutivos, anoche gritó victoria en el estadio "23 de Agosto" y volvió a mirar el campeonato con otros ojos. El dos a cero ante Central Córdoba de Santiago del Estero fue más que justificado. Inclusive debió haber goleado, pero nuevamente falló en la estocada final y recién en el cierre, el ingresado Milton Céliz terminó de asegurar el triunfo.
El "lobo" jugó su mejor partido del campeonato. Lejos. En el primer tiempo, de la mano de la dupla Frezzotti-Auzqui, se adueñó del mediocampo y empezó a generar chances de gol. Un cabezazo de Noriega y un tiro de Vila que dio en el palo fueron un aviso. Entonces no sorprendió cuando Cristian Díaz clavó un golazo de 35 minutos, dejando en el piso a un rival. Los hinchas se cansaron de aplaudir.
El "lobo" jugó su mejor partido del campeonato. Lejos. En el primer tiempo, de la mano de la dupla Frezzotti-Auzqui, se adueñó del mediocampo y empezó a generar chances de gol. Un cabezazo de Noriega y un tiro de Vila que dio en el palo fueron un aviso. Entonces no sorprendió cuando Cristian Díaz clavó un golazo de 35 minutos, dejando en el piso a un rival. Los hinchas se cansaron de aplaudir.
Estaba bien. Era un premio para el equipo que mejor había hecho las cosas.
En el complemento, el local continuó yendo al frente y obligó a Lucas Calviño, el arquero del "ferroviario", a lucirse en un par de ocasiones. También es cierto que el "Uno" de Gimnasia, Maximiliano Cavallotti, ganó dos manos a manos increíbles a Sequiera y Miranda en sendos ataques de la visita, encabezados por Becerra.
La infantil expulsión de Mieres por pegarle abajo a Maki Salces simplificó la historia. Con espacios, el "lobo" a puro contragolpe inclinó la cancha. Vila dos veces, Sanabria y el ingresado Céliz desperdiciaron oportunidades increíbles. Pero el final, el exArsenal anotó y aseguró la victoria.
La infantil expulsión de Mieres por pegarle abajo a Maki Salces simplificó la historia. Con espacios, el "lobo" a puro contragolpe inclinó la cancha. Vila dos veces, Sanabria y el ingresado Céliz desperdiciaron oportunidades increíbles. Pero el final, el exArsenal anotó y aseguró la victoria.
El equipo de Mario Sciacqua ganó con justicia, pero no tuvo necesidad de sufrir. Por tal motivo, la materia pendiente sigue siendo "no perdonar" tanto.
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