El diputado
Jeremy Corbyn, un político antiausteridad del ala más izquierdista del
laborismo británico, fue elegido ayer por abrumadora mayoría y es el nuevo líder del primer partido de la oposición.
Corbyn, de 66 años, que empezó la carrera electoral de estas primarias laboristas como el más improbable ganador, acabó ganando en primera ronda con casi 60% de los votos y sucede a Ed Miliband, que dimitió tras perder las elecciones de mayo.
En sus primeras palabras como líder, dijo que la campaña ha demostrado que el partido es "apasionado democrático, diverso, unido y absolutamente determinado a buscar una sociedad más decente y mejor".
Posteriormente asistió a la manifestación pidiendo un mejor trato a los refugiados que se celebró ayer en Londres y otras capitales europeas . Ante decenas de miles de personas, Corbyn rebatió declaraciones del primer ministro
David Cameron, quien afirmó que los ataques aéreos en Siria pueden ayudar a superar la crisis migratoria.
"Sin lugar a dudas, nuestro objetivo ha de ser hallar soluciones pacíficas a los problemas de este mundo", dijo el nuevo líder laborista.
La victoria de Corbyn es una ruptura con años de dominio en el partido de la línea de Tony Blair, una corriente más centrista, algo que se plasmó en sus elogios a los sindicatos en sus primeras palabras: "El laborismo y los sindicatos están orgánicamente enlazados".
Diputado desde 1983, sin haber ocupado nunca un puesto en ninguno de los gobiernos laboristas, Corbyn logró 251.000 votos, el 59,5% de los 422.000 emitidos.
Una de las primeras felicitaciones llegó de España, del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que estimó que la victoria "es una gran noticia, un paso hacia un cambio en Europa para beneficio del pueblo".
Para el partido griego en el poder, Syriza, esta "victoria histórica" podría servir para reforzar "el frente europeo contra la austeridad".
"Una amenaza"
Los conservadores británicos tildaron la victoria de Corbyn, partidario de eliminar las armas nucleares o de considerar a los movimiento islamistas Hamas y Hezbolá interlocutores en las negociaciones de paz en Oriente Medio, de "amenaza".
El ministro de Defensa, Michael Fallon, estimó que el "laborismo es ahora una seria amenaza a la seguridad de nuestra nación, nuestra seguridad económica y la seguridad de vuestras familias".
"Sea debilitando nuestras defensas, aumentando los impuestos al empleo y los beneficios, creando más ayudas sociales o aumentando el coste de la vida, el Partido laborista de Jeremy Corbyn dañará a los trabajadores", aseguró Fallon.
El diputado
Jeremy Corbyn, un político antiausteridad del ala más izquierdista del
laborismo británico, fue elegido ayer por abrumadora mayoría y es el nuevo líder del primer partido de la oposición.
Corbyn, de 66 años, que empezó la carrera electoral de estas primarias laboristas como el más improbable ganador, acabó ganando en primera ronda con casi 60% de los votos y sucede a Ed Miliband, que dimitió tras perder las elecciones de mayo.
En sus primeras palabras como líder, dijo que la campaña ha demostrado que el partido es "apasionado democrático, diverso, unido y absolutamente determinado a buscar una sociedad más decente y mejor".
Posteriormente asistió a la manifestación pidiendo un mejor trato a los refugiados que se celebró ayer en Londres y otras capitales europeas . Ante decenas de miles de personas, Corbyn rebatió declaraciones del primer ministro
David Cameron, quien afirmó que los ataques aéreos en Siria pueden ayudar a superar la crisis migratoria.
"Sin lugar a dudas, nuestro objetivo ha de ser hallar soluciones pacíficas a los problemas de este mundo", dijo el nuevo líder laborista.
La victoria de Corbyn es una ruptura con años de dominio en el partido de la línea de Tony Blair, una corriente más centrista, algo que se plasmó en sus elogios a los sindicatos en sus primeras palabras: "El laborismo y los sindicatos están orgánicamente enlazados".
Diputado desde 1983, sin haber ocupado nunca un puesto en ninguno de los gobiernos laboristas, Corbyn logró 251.000 votos, el 59,5% de los 422.000 emitidos.
Una de las primeras felicitaciones llegó de España, del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que estimó que la victoria "es una gran noticia, un paso hacia un cambio en Europa para beneficio del pueblo".
Para el partido griego en el poder, Syriza, esta "victoria histórica" podría servir para reforzar "el frente europeo contra la austeridad".
"Una amenaza"
Los conservadores británicos tildaron la victoria de Corbyn, partidario de eliminar las armas nucleares o de considerar a los movimiento islamistas Hamas y Hezbolá interlocutores en las negociaciones de paz en Oriente Medio, de "amenaza".
El ministro de Defensa, Michael Fallon, estimó que el "laborismo es ahora una seria amenaza a la seguridad de nuestra nación, nuestra seguridad económica y la seguridad de vuestras familias".
"Sea debilitando nuestras defensas, aumentando los impuestos al empleo y los beneficios, creando más ayudas sociales o aumentando el coste de la vida, el Partido laborista de Jeremy Corbyn dañará a los trabajadores", aseguró Fallon.