Alemania y Brasil tejieron planes comunes para limitar el calentamiento global durante una breve visita ayer de la canciller Angela Merkel al país sudamericano, al que definió como "clave para todos los objetivos sobre el clima".
Merkel llegó a Brasilia acompañada por siete ministros y cinco viceministros, con la meta de llevarse un compromiso significativo del país que tiene la mayor biodiversidad del planeta de cara a la próxima XXI Conferencia sobre el Cambio Climático que se celebrará en diciembre en París.
"Brasil es clave en todos los objetivos sobre el clima. Pero también lo es para mantener la biodiversidad en el mundo (...) lo que aquí se destruya no podrá ser reemplazado", dijo en una rueda de prensa antes de reunirse en privado con la presidente anfitriona, Dilma Rousseff.
Alemania espera que el respaldo de Brasil a una agenda ambiciosa en materia de reducción de gases de efecto invernadero tenga un efecto dominó en los países de América Latina y otras economías emergentes.
Fuentes del gobierno del país europeo dijeron que habían acordado el desembolso de 550 millones de euros en Brasil durante los próximos dos años para combatir la deforestación en los bosques tropicales y aumentar la eficiencia en el consumo de energía. En la víspera, ambos países habían anunciado un programa, también financiado por Alemania, para proteger áreas en la Amazonia.
"Estamos muy satisfechos con los avances que hizo Brasil para frenar y reducir la tala de bosques", dijo la canciller en una visita relámpago de menos de 24 horas que se inició el miércoles por la noche.
Un gran desafío
Rousseff dimensionó el desafío climático como "una de las grandes cuestiones del siglo XXI" y detalló algunas metas que el país presentara ante la ONU en septiembre.
"La declaración conjunta que adoptamos refleja nuestro compromiso con el éxito de la reunión de la COP 21 en París en diciembre. Y si queremos evitar de hecho que la temperatura aumente dos grados, nuestro compromiso para la descarbonización al 2100, algo que es muy relevante para todo el planeta".
La mandataria anticipó que Brasil restaurará 12 millones de hectáreas de bosques y eliminará la tala ilegal en la Amazonia para 2030, así como las emisiones de carbono asociadas a la pérdida de vegetación en ese bioma, tan sensible para la remisión del calentamiento global.
"El mundo estará mirando para ver si el plan nacional contra el cambio climático que en breve presentará Brasil está a la altura de estos alentadores principios", dijo Jennifer Morgan, jefa del programa climático de la ONG World Resources Institute, en un comunicado.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Alemania y Brasil tejieron planes comunes para limitar el calentamiento global durante una breve visita ayer de la canciller Angela Merkel al país sudamericano, al que definió como "clave para todos los objetivos sobre el clima".
Merkel llegó a Brasilia acompañada por siete ministros y cinco viceministros, con la meta de llevarse un compromiso significativo del país que tiene la mayor biodiversidad del planeta de cara a la próxima XXI Conferencia sobre el Cambio Climático que se celebrará en diciembre en París.
"Brasil es clave en todos los objetivos sobre el clima. Pero también lo es para mantener la biodiversidad en el mundo (...) lo que aquí se destruya no podrá ser reemplazado", dijo en una rueda de prensa antes de reunirse en privado con la presidente anfitriona, Dilma Rousseff.
Alemania espera que el respaldo de Brasil a una agenda ambiciosa en materia de reducción de gases de efecto invernadero tenga un efecto dominó en los países de América Latina y otras economías emergentes.
Fuentes del gobierno del país europeo dijeron que habían acordado el desembolso de 550 millones de euros en Brasil durante los próximos dos años para combatir la deforestación en los bosques tropicales y aumentar la eficiencia en el consumo de energía. En la víspera, ambos países habían anunciado un programa, también financiado por Alemania, para proteger áreas en la Amazonia.
"Estamos muy satisfechos con los avances que hizo Brasil para frenar y reducir la tala de bosques", dijo la canciller en una visita relámpago de menos de 24 horas que se inició el miércoles por la noche.
Un gran desafío
Rousseff dimensionó el desafío climático como "una de las grandes cuestiones del siglo XXI" y detalló algunas metas que el país presentara ante la ONU en septiembre.
"La declaración conjunta que adoptamos refleja nuestro compromiso con el éxito de la reunión de la COP 21 en París en diciembre. Y si queremos evitar de hecho que la temperatura aumente dos grados, nuestro compromiso para la descarbonización al 2100, algo que es muy relevante para todo el planeta".
La mandataria anticipó que Brasil restaurará 12 millones de hectáreas de bosques y eliminará la tala ilegal en la Amazonia para 2030, así como las emisiones de carbono asociadas a la pérdida de vegetación en ese bioma, tan sensible para la remisión del calentamiento global.
"El mundo estará mirando para ver si el plan nacional contra el cambio climático que en breve presentará Brasil está a la altura de estos alentadores principios", dijo Jennifer Morgan, jefa del programa climático de la ONG World Resources Institute, en un comunicado.
PUBLICIDAD