El viernes, hombres enmascarados lanzaron en el interior de la casa de la familia Dawabchen cócteles molotov que incendiaron la vivienda. El pequeño Ali, de 18 meses, murió quemado.
El padre,
Saad Dawabcheh, tiene quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo y se encuentra en "estado crítico", indicó el hospital de Beer-Sheva, en el sur de Israel.
Su esposa y su otro hijo se encuentran "en un estado muy grave y sus vidas corren peligro", según el hospital Tel Hashomer de
Tel Aviv.
El ataque, cometido por "terroristas judíos", según la expresión de una dureza poco frecuente por parte del gobierno israelí de
Benjamin Netanyahu, es el último de una larga serie de represalias emprendidas por la extrema derecha israelí.
Tras cada medida considerada un agravio por la extrema derecha israelí, sus militantes se vengan con los palestinos, los árabes israelíes, los lugares de culto cristianos y musulmanes, e incluso con el
Ejército israelí.
El viernes, hombres enmascarados lanzaron en el interior de la casa de la familia Dawabchen cócteles molotov que incendiaron la vivienda. El pequeño Ali, de 18 meses, murió quemado.
El padre,
Saad Dawabcheh, tiene quemaduras de tercer grado en el 90% de su cuerpo y se encuentra en "estado crítico", indicó el hospital de Beer-Sheva, en el sur de Israel.
Su esposa y su otro hijo se encuentran "en un estado muy grave y sus vidas corren peligro", según el hospital Tel Hashomer de
Tel Aviv.
El ataque, cometido por "terroristas judíos", según la expresión de una dureza poco frecuente por parte del gobierno israelí de
Benjamin Netanyahu, es el último de una larga serie de represalias emprendidas por la extrema derecha israelí.
Tras cada medida considerada un agravio por la extrema derecha israelí, sus militantes se vengan con los palestinos, los árabes israelíes, los lugares de culto cristianos y musulmanes, e incluso con el
Ejército israelí.